抖阴社区

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Ninguna palabras, nada, solo el silencio, no le era desagradable, es más, se sentía cómodo, pero quería comenzar la conversación de alguna manera, quería escuchar lo que tenía que decir, porque era bastante obvio que faltaba más y necesitaba apoyo emocional que él estaba dispuesto a dar. Quizás y lo mejor podría ser hablar de su semana, como cualquier chico, tendría sus dudas ante la universidad.

—entonces, Hinata, ¿cómo te fue en tu primera semana? — ¿acaba de hablar como anciano?

—creo que bien... se tendré algunos problemas con economía— sus manos jugaban con su cabello mientas hablaba, tomaba algunos mechones entre sus dedos y enredándolos—, nunca fui bueno para matemáticas, y sé que la materia está un poco relacionada a esta, pero aparte de eso ¡me agradan las demás materias! —sus labios mostraron una sonrisa sincera

—bueno, yo tengo algunos libros que podrían ayudarte— dijo recordando sus viejos libros sobre economía—, podría dártelos.

—¿enserio? ¡Serían de gran ayuda!

—claro, ya no los necesito y no me gustaría dejarlos por ahí tirados.

—¡gracias!

La mecerá llego con nuestros pedidos dejándolos sobre la mesa, ambos agradecimos y se retiró. Shouyo tomo su Mochachino y dejo la rebanada de tarta en el centro entre ambos, yo tome mi café disfrutando del delicioso sabor amargo. La noche se acercaba y nubes que pronosticaban lluvia se hacían presentes, no recordaba si antes de salir había visto el tiempo.

—¿qué carrera estudias tú, Matsukawa-san? —

—tranquilo, no uses formalidades conmigo, ¿No te lo dije? — el negó— estudio abogacía.

—escuche que es una carrera difícil, tengo a un primo que también estudia lo mismo.

—se podría decir que si, ya llevo 3 años en la carrera, supongo que me acostumbre a la vida de universitario, entregar trabajos a las apuradas, dormirme a las 5 de la mañana— su rostro mostraba preocupación, ¿lo había asustado? —, pero tu tranquilo, no creo que el profesorado sea igual—el suspiro que dio fue de tranquilidad, como si le hubiera quitado un gran peso de encima.

—espero que tengas razón, no me gustaría quedarme dormido en el tren.

—oh ¿vives muy lejos de la universidad?

—algo así, creo que tengo una hora y media de viaje— el pequeño tomo la cuchara que estaba alado de su tarta y llevo un bocado de esta a su boca—, los departamentos más cercanos estaban ya alquilados o tienen un precio que no puedo pagar.

—quizás tendrías que buscar uno compartido, muchos hacen eso, yo lo hice durante 3 años, los gastos no se hacen tan pesados de a dos.

—pensé eso, pero... digamos que con mis "problemas" no sería lo mejor y no creo que a todo el mundo le guste soportar eso —Shouyo se quedó mirando fijamente en aquel ultimo trozo de tarta que quedaba— ¿quieres? — negué con la cabeza, tenía tantas ganas de tirarme de un puente en aquel momento, bien hecho, Matsukawa, como siempre cagandola, entonces una duda me llego.

—¿Kageyama sabe lo de tu... salud mental?

—sí y no, el piensa que ya no tengo los "problemas", bueno, eso creo.

—¿eso es algo bueno? Digo, no sé hasta qué puesto es bueno guardarse todo adentro.

—cuando comencé a mostrar los primeros síntomas él fue uno de los primeros en darse cuenta, me acompañaba al psicólogo todas las veces que podía, muchas veces faltaba a las prácticas, yo no quería dejar que eso pasara, ¡pero era tan persistente!, había veces en las que peleábamos y aun así aparecía al día siguiente en la puerta de mi casa para acompañarme, así que comencé a tomar medicamentos antidepresivos y mi condición mejoro...

—realmente no lo hizo ¿verdad?

—daba la imagen de que estaba bien, tenía momentos en los que verdaderamente era feliz, pero no, por dentro nada estaba bien, sin embargo... gracias a eso, Tobio volvió a su vida normal, él es un muy buen armador, pero por sus inasistencias estaba teniendo problemas con el entrenador de ese entonces.

—¿pero y tus padres? ¿ellos que hacían? ¿No te acompañaron a las sesiones? ¿Saben que te medicas? — las palabras salieron tan rápido que no me di cuenta del tono que use hasta que mire su rostro, parecía asustado—yo, no quise...perdón.

Luego de aquello no hablamos más, terminamos de tomar el café en silencio. Pagué todo aun ante su negativa, decidí acompañarlo hasta la estación, pero apenas al salir de la cafetería comenzó a llover. Volvimos a entrar ambos estábamos ya mojados, la lluvia cada vez le volvía más intensa, la mecerá que nos atendió nos trajo toallas para nuestra suerte.

—¿tu estación está muy lejos?

—si...pero en algún momento tiene que parar ¿no?

—no lo creo... podríamos tomar un taxi hasta mi departamento y quedarte — ¿en que estaba pensado? Aquello podría sonar mal en todos los sentidos

—no me gustaría molestar a tu compañero y a ti —

—Hanamaki está con su pareja y no sería una molestia para mí.

—no lo sé...

—podríamos ver películas u algo así, o esperar allá a que pare de llover—ya era tarde y no faltaba mucho para que la cafetería cerrara—, en cualquier momento cerraran y preferiría pedir un taxi antes de eso.

—eres persistente.

—¿gracias? — ¿eso era un cumplido? —entonces pediré el taxi.

Estuvimos un rato esperando, afuera no daba tregua la lluvia, la gente corría de un lado para todo, muchos paraguas terminaron rompiéndose por las fuertes ventiscas, la gente poco a poco salía de la cafetería, muchos hacían el intento de correr hasta alguna parada de autobús y otros como ellos habían pedido taxis.

? Drunk and Incapable ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora