?☆ WHEN SNOW COMES 彡。

۪❁ཻུ۪۪┊ HopeV                             @ironicallyvante

Celebrar la navidad con Kim Taehyung siempre fue un gran problema, y es que al muchacho —quien irónicamente traía el cabello rubio y vestía siempre de verde y rojo, sus colores preferidos— le quedaba corto el sobrenombre Grinch.

Taehyung comprendía perfectamente el significado de la festividad y no necesitaba de una molesta niña de nariz respingada que le hiciera cambiar de parecer... Y eso decía aun si en esta versión moderna del Grinch, la pequeña Cindy Lou no fuera nadie más que Jung Hoseok, su mejor amigo —y secreto amor platónico—.

Hoseok y Taehyung se conocían desde los diez y ocho años, respectivamente. Se hicieron amigos debido a sus padres y desde ese entonces que andaban de un lado a otro juntos.

El mayor conocía y soportaba todas las cosas que el rubio odiaba. Pretendía no ofenderse cuando lo oía despotricar sobre cualquier tema y fingía indignarse solo para complacerlo. Y el menor, en cambio, escuchaba horas y horas al pelirrojo hablar sobre de las miles de cosas que le gustaban, o de aquellas que le hacían tan feliz que sentía ganas de llorar, tragándose sus ganas de vomitar.

Decir que eran opuestos era el eufemismo del siglo, y, sin embargo, de alguna manera lograron que su amistad durase tantos años; y que el amor surgiera, para bien o para mal.

No obstante, volvamos al tema central.

Era impresionante que pudieran incluso verse a la cara, porque hay que considerar que una de las tantas cosas que Hoseok amaba con su vida, era la navidad... Una fecha que el rubio odiaba con la misma intensidad que la que su amigo decía sentir, pero en sentido contrario.

Al rubio solo malos recuerdos le traía todo aquello que resultase navideño, y que la gente se emocionara tanto por celebrarla le provocaba arcadas.

Muchos le llamaban dramático, pero se pasaba la víspera gruñendo a cada persona que se le cruzase, incluyendo al pelirrojo, y al día siguiente, cuando finalmente llegaba la tan ansiada navidad, no salía de su habitación. Ni siquiera abría los regalos, por lo que ya nadie se daba el tiempo de hacer algo para él.

A excepción del optimista y alegre Jung Hoseok, claramente, quien fiel a su desmesurado amor por esa festividad —amor que sentía secretamente por el rubio también—, insistía con elegir algo interesante para su mejor amigo.

La madre de Taehyung le decía siempre que era un fracaso intentarlo de nuevo cada año, no obstante, él no se rendía. Según él mismo, tarde o temprano hallaría la forma de lograr que el Grinch aceptase, aunque sea una vez, los buenos gestos navideños.

...

Taehyung tenía veinte años cuando todos en la casa se sorprendieron al verlo bajar enfurecido y rebuscar en el árbol de navidad algo. Era veinticuatro de diciembre por la mañana, víspera de navidad. Su familia —abuelos, madre y hermanos menores— desayunaba tranquila antes de su irrupción en la sala, pensando que, como cada año, no verían a Taehyung hasta el veintiséis.

Sin embargo, ahí estaba. Buscando empecinado algo en el árbol de navidad. En particular, buscaba el regalo de su mejor amigo, aunque no lucía muy feliz por ello.

Encontró lo que buscaba segundos después; un sobre con estampado de árboles navideños y decorado con un brillante listón rojo. «Genial, cómo no», ironizó para sí mismo el rubio.

Cuando tuvo el sobre en sus manos, frunció el ceño y gruñó. Toda su familia había dejado de comer y lo miraba expectante, como esperando a que él abriera el regalo frente a ellos. «Sí, claro. Sigan esperando». Pero Taehyung, apretando el sobre con rabia, ignoró sus miradas y volvió a subir.