??Dulce Deleite??

Cuando cruzó la puerta, Jimin ciertamente no esperaba que su madre le recibiera y mostrara tal exagerada preocupación mientras lo apresaba entre sus delgados y delicados brazos.

Cuando la mujer por fin dejó su monólogo que variaba entre el regaño y la preocupación, Jimin y abrió su boca.

—Pero si yo avisé que me quedaría todo el fin semana con Yoongi hyung en su departamento —le recordó tomando las manos suave y femeninas que atrapaban su rostro.

Bueno... Le había pedido a Jin que avisara aquello a decir verdad.

—Lo sé Jiminnie, pero aun así una madre no se deja de preocupar nunca —hizo un puchero—. Además, estuviste fuera de la casa desde el viernes en la mañana y... —sus ojos posaron en las marcas en el cuello del menor—. ¿Algo que decir?

El color rojo se adueñó de sus rellenas mejillas mientras que la vergüenza invadía todo su cuerpo, realmente no era cómodo que su madre descubriera que había estado con su pareja de aquella forma.

No, no lo era, para nada.

Afortunadamente para el omega, antes de que respondiera a esa incómoda pregunta, su pareja entró en la casa para distracción de la mujer.

—Hola madre —saludó.

—Hijo, sé que son pareja pero no acapares todo el tiempo de Jiminnie —regaño algo juguetona, pero había algo en su tono que el menor no pudo identificar.

Nop, Jimin simplemente no iba a quedarse ahí para escuchar más sobre el tema, suficiente había tenido con el doctor.

—Voy a cambiarme de ropa —avisó el pelirrojo, saliendo de entre medio de los dos se dirigió rápidamente a la escalera.

Entrando en su habitación, sonrió ante el caluroso saludo que recibió de su ahora dos mascotas.

—Lamento haberles dejado solos tanto tiempo —su tono fue suave mientras acariciaba tanto a Chim como a Shuga—. Espero y se hayan comportado.

Dejando a sus mascotas, fue hacia su clóset por un cambio de ropa. Se colocó unos jeans rasgados negros que moldeaban bien sus piernas y otra camiseta que si alcanzaba a cubrir la gran mayoría de sus chupetones, pero encima de ésta se volvió a colocar la de su alfa queriendo mantener cerca su aroma.

Abriendo el cajón de la mesita que estaba al lado de su cama, sacó el otro par de audífonos y se los colocó.

—Vamos chicos, quiero que Chim conozca a Yoongi hyung —pronunció dejando que cada ave subiera a uno de sus hombros sin problemas.

Saliendo de su habitación, sonrió con el gesto cariñoso de Shuga, quien acariciaba su cabeza en su cuello.

Su sonrisa se borró cuando a mitad de las escaleras, contempló cómo su madre le daba una cachetada a su alfa que hizo eco en toda la entrada.

—Hyung —chillo bajando rápidamente las escaleras, esquivando las manos de su madre que intentaron retenerlo.

—Jimin, ven —ignorando la demanda de la mujer, el pelirrojo atrapó el rostro del mayor entre sus manos, contemplando donde había recibido el golpe.

—No es nada, cachorro —prometió atrapando sus manos, pero sin mirarlo, sus ojos estaban fijos sobre la persona detrás de Jimin.

—¿Qué sucede? ¿Por qué pelean? —cuestionó volteando a ver a Hyekyo.

—Es solo un malentendido cerecita, no es nada —prometió estirando su mano, silenciosamente pidiendo que fuera a su lado.

Como si sintieran la inquietud de su dueño, tanto Shuga como Chim agitaron sus alas impidiendo que la madre se acercar más al menor mientras Yoongi retrocedía un paso llevándose con él a su pareja.