抖阴社区

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Sábado, 13 de febrero.

Riley me miró con los ojos entrecerrados mientras yo hacía un puchero suplicante, esperando que accediera a lo que le había pedido. Mi celular estaba en 15% de batería y la verdad es que aún estaba negada a llamar a Noah Miller.

Eran las 11 am y pude extender la vida de mi celular desde ayer, al no darle tanto uso, pero esta mañana desperté con varios e—mails que tenía que atender con urgencia y posts en la página de Instagram que tenía que actualizar, así que le había pedido a Riley que por favor me prestara su cargador durante el día.

— No entiendo por qué simplemente no lo llamas, recuperas tu cargador y quizás ganes una cita. —Riley se encogió de hombros, desde el otro lado de la pantalla y yo fruncí el ceño— Dos tiros a un pájaro.

— Riley, traté de explicarte que así no va el dicho. —Murmuró Sophie, concentrada en lo que sea que estuviera haciendo— Pero sí deberías llamarlo, en primer lugar, eres una tonta por dejar que se lo llevara.

— Deja de recordármelo que ya lo sé. —Refunfuñé, cruzándome de brazos y ella rio— Mientras pueda posponerlo, mejor, no le quiero dar la dicha.

Las tres estábamos hablando por video llamada desde nuestras laptops, Sophie estaba en la editorial, Riley en su departamento y yo en el mío. Claro, ellas habían estado llamándome tonta desde el primer momento en que les dije que Noah Miller tenía mi cargador y quizás Riley se haya burlado más que Sophie, pero eso no le daba mérito.

Intenté buscar por cada rincón de mi casa algún cargador que no tuviera uso, pero eso solo hizo darme cuenta de que era una máquina para acabar con la vida de esos aparatos, no había ni uno solo que pudiera ayudarme con mi problema y de verdad, si Riley no me ayudaba en este momento, iba a entrar en un nivel más alto de desesperación.

— Por favor, Riley, te prometo que solamente será por hoy. —Junté mis manos, rogándole y ella suspiró pesadamente, girando sus ojos con fastidio.

— Dios, dame un segundo, inútil.

Sonreí con alivio al verla desaparecer de la pantalla y Sophie soltó una pequeña risa burlona, acomodándose los lentes de lectura. ¿Cómo es que mis amigas estaban disfrutando tanto esta situación que a mí me parecía una tortura?

— Deja de burlarte. —La miré con los ojos entrecerrados y fue como si hubiera escuchado todo lo contrario, porque empezó a reírse abiertamente— ¡Sophie!

— ¡Es que eres tan tonta, Annie! —Se limpió una lágrima de la risa, haciéndome bufar— En primer lugar, dejaste que un chico sacara tu cargador, de tu propio bolso.

Escuché la ventana abrirse y desvié mi mirada hasta Riley, que acababa de entrar a mi departamento, con su cargador en la mano. Sonreí ampliamente.

— Y en segundo lugar, eres muy cobarde como para recuperarlo. —Siguió Riley, dejándose caer a mi lado en el sofá con fuerza— Eres una tonta.

— Si vuelvo a escuchar la palabra tonta, las voy a golpear muy fuerte. —Amenacé y ambas rieron incluso más.

— Oh, quiero verte intentarlo.

Miré a Riley por unos segundos y luego suspiré rendida, dejando caer mi espalda a lo largo del sofá mientras subía mis pies en el regazo de la morena. Era un asunto porque la verdad es que desde ayer, lo único que ha dado vueltas por mi cabeza, es Noah Miller.

Era como si mi cerebro se encargara de reproducir todo el rato que estuve con él, una y otra vez en mi cabeza. Desde el color de sus ojos hasta el sonido de su risa, la manera en como presionaba un dedo sobre sus labios y como arrugaba ligeramente la nariz de una manera tierna, era vergonzosa la manera en la que estaba pensando en él y después estaba este asunto del cargador que no me permitía olvidarlo.

Blinding LightsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora