◤??? 愛してるから? ? ? _°-Kagehina-°_???◥

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Ambos chicos continuaban durmiendo pacíficamente, en especial Hinata quien al tener la compañía del armador le daba una enorme tranquilidad, aquellas pesadillas que había tenido desde que todo comenzó no lo atormentaron esa noche, afortunadamente, pero el despertador hizo su aparición para quitar aquella bella escena de ambos chicos abrazados uno al otro, buscando el calor para afrontar la fría mañana.

—Hinata... —Llamó Kageyama algo adormilado mientras apagaba el despertador para no escucharlo más.

—5 minutos más mamá... —El pequeño se acurruco en el pecho del contrario mientras decía aquello, se sentía tan cómodo que fácilmente podía dormir lo que las noches anteriores no.

—No soy tu mamá y tenemos que ir a la escuela —Kageyama intento levantarse pero Hinata no se lo permitió, haciendo que volviera a acostarse en la misma posición para seguir siendo abrazado por el más bajo.

—No quiero ir... —Declaró con su tono apagado y adormilado mientras escondía su rostro en el pecho del de cabello azabache.

—No debemos faltar a clases y a las practicas —Intento moverse un poco pero el pelinaranja solo lo obligaba a permanecer igual, siendo aprisionado por los brazos más pequeños.

—Por favor... —El más bajo miro a Kageyama y puso una cara de suplica con unos ojos de perrito, usando toda la ternura posible para que Kageyama cediera.

—Maldito no pongas esa cara —Dijo desviando la mirada y con un leve sonrojo —Ya vámonos —Se levanto y dirigió al primer piso, si permanecía un segundo más así estaba seguro de que terminaría aceptando quedarse en casa a hacer absolutamente nada.

—Pero de verdad no quiero ir... —Murmuro con tristeza el chico que aun seguía en la cama, envolviéndose con las sabanas blancas y tratando de aligerar el nerviosismo.

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Desde que salieron de la casa Hinata no había hablado y hasta parecía enfermo, miraba a todos lados con pánico, temblaba, se exaltaba por el más mínimo ruido y transpiraba a pesar del clima frío. Kageyama no tardó en darse cuenta y preocupo mucho pues se veía que claramente no estaba bien.

—¿Hinata te encuentras bien? —Decidió preguntar, era evidente pero quería ver que conseguía con ese cuestionamiento.

—S-si —Una mentira, incluso si Kageyama podía sentir los temblores en las manos unidas.

—Dime la verdad —Se puso frente al menor mirándolo fijamente, tomándolo suave por los hombros y esperando paciente.

—E-eh, e-este —Se puso mucho más nervioso y no lograba pronunciar ninguna palabra con claridad. Kageyama se acerco al chico frente a el para después darle un abrazo, tratando de calmarlo y hacerle sentir protegido de alguna forma, se agacho a la altura de Hinata quedando sus caras frente a frente.

—No te preocupes, dime que pasa —Pidió de una manera tranquila para no poner mas nervioso al pelinaranja, loúltimo que quería era alterarlo más.

—Y-yo... —Hizo una pausa, respiró profundo y continuó —De verdad no quiero ir a la escuela... Tengo miedo... 

Se creo un silencio que no era ni incomodo ni tranquilo, simplemente silencio. Cada uno se adentro en sus pensamientos, Hinata pensando en lo que podría pasarle si iba, estaba seguro de que le golpearían hasta que se cansaran y es consiente de que no todo el tiempo estará protegido; por otro lado, Kageyama pensaba en que quizá debería hacerle caso a Hinata, por lo menos esta vez, complacerlo con faltar a clases aunque sea un solo día, después de todo no parecía que lo estuviera haciendo por capricho, Hinata estaba verdaderamente aterrado.