Después de una cómoda noche de sueño en su habitación del hospital convertida en dormitorio, Peter se despertó con el sol entrando en la habitación, proyectando un cálido resplandor en el espacio. MJ, su esposa, yacía acurrucada junto a él, su lindo rostro dormido adornado con una expresión pacífica.
Todavía era su luna de miel, por lo que la noche anterior había estado llena de pasión ardiente y placeres carnales. Después de todo, esta era su primera noche juntos solos en una habitación desde que comenzaron su viaje. Pasé una noche sí y otra no con Joel, Tommy y Sarah en algún lugar cercano.
Peter no pudo evitar sonreír mientras admiraba el rostro sereno y dormido de MJ, incluso mientras ella babeaba sobre su pecho. "Qué lindo..." Podría pasar el nuestro simplemente mirando a su esposa durmiendo, con saliva saliendo de su boca.
Cuando MJ se despertó, Peter le apartó suavemente un mechón de pelo de la cara. "Buenos días, hermosa", dijo. -susurró, provocando una sonrisa somnolienta en su esposa. Las responsabilidades que les esperaban fuera de los confines de su habitación privada se olvidaron momentáneamente mientras compartían un momento tranquilo y afectuoso.
Sin embargo, el deber lo llamó y, después de un tiempo, Peter se puso manos a la obra. Hoy era el día de atacar Fort Benning y no tenía intención de dejar nada atrás. La base militar prometía recursos valiosos, armas y quizás más soldados para unirse a su causa. El tiempo apremiaba y Peter estaba decidido a limpiar todas las instalaciones en un solo día.
Después de prepararse, Peter reunió a su equipo para la misión. Con MJ a su lado, junto con Tommy y Joel, bajaron las escaleras y salieron del hospital.
Una vez más, Michonne se quedaría para cuidar de Andre y Sarah. Como ahora tiene gente confiable a su alrededor, ya no necesitaba salir y dejar atrás a su hijo. Algo que debería haber sido así desde el principio.
"Parece mucho más feliz de lo que parecía en el programa..." Peter pensó al ver a Michonne dándole el desayuno a su hijo.
Después de intercambiar algunas palabras con Michonne, el grupo se preparó para irse, pero cuando salieron, se encontraron con una escena sorprendente. '¿Qué...?'
El Mayor, reconociendo las capacidades y el liderazgo de Peter, no sólo dio su aprobación sino que también movilizó a un número importante de soldados para unirse a la causa.
Fuera de los muros del hospital, un convoy de hummers y camiones militares se alineaba, soldados uniformados preparados para la misión. Más de cien voluntarios, armados y preparados, ofrecieron sus servicios a Peter. El propio Mayor se acercó, con un gesto de aprobación evidente en su expresión.
"Estos soldados se ofrecieron a ayudar con la operación de Fort Benning. Están bajo tu mando, si los aceptas. El Mayor Lewis declaró con un saludo, reconociendo a Peter como una autoridad superior a él. Aunque la parte del trato de Peter no estaba completamente completada, ya había tenido un gran impacto en todos los soldados, incluido su comandante.
Peter, aunque sorprendido por el apoyo abrumador, no dudó. "Agradezco su confianza. Hagamos esto."
"Son todos tuyos". El mayor asintió con la cabeza. "Estaré esperando escuchar las buenas noticias. Todos los camiones de ayer han sido vaciados y repostados. Tan pronto como me comuniques por radio, los enviaré para que los transporten.
Después de una breve conversación, el convoy partió con Peter y su grupo a la cabeza en su todoterreno policial, seguidos por los vehículos militares. El zumbido de los motores y los movimientos sincronizados del convoy transmitían una sensación de propósito y determinación. Los soldados, inspirados por las anteriores demostraciones de destreza de Peter, estaban ansiosos por seguir su ejemplo.
Mientras conducían hacia Fort Benning, abandonaban la ciudad y aceleraban por la carretera, la perspectiva que alguna vez fue desalentadora ahora parecía conquistable.
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Después de horas de navegar por las carreteras áridas, Peter y su convoy de soldados finalmente llegaron a Fort Benning. La extensa base militar, que alguna vez fue un símbolo de seguridad, se alzaba delante.
Un cartel decía con orgullo: "Bienvenido a Fort Benning". un marcado contraste con la sombría realidad que estaban a punto de enfrentar. El diseño abierto de la base, que carecía de la habitual estructura cerrada, era un testimonio de su funcionalidad anterior. Sin embargo, el estado actual del mundo exigía defensas cerradas.
Al acercarse a la entrada, se esperaba la vista que saludó a Peter. Las puertas improvisadas, que debieron haber sido construidas después del brote, estaban parcialmente abiertas y una pequeña horda de zombis permanecía cerca.
Era evidente que la base había recaído en los infectados. La ausencia de un perímetro seguro alrededor del enorme complejo significaba que los zombis habían encontrado su camino hacia rutas alternativas. Peter no pudo evitar pensar en la oportunidad perdida, que fue no poder bloquear toda la base cuando comenzó el brote.
"Si hubieran cerrado este lugar, habría sido una buena base en lugar de la ciudad..." Pensó Pedro. Aunque la ciudad tampoco estaba cerrada, tenía planes de construir una una vez que estuviera despejada.
Cuando el convoy entró en la entrada, Peter y los demás notaron a los zombis dispersos, muchos de los cuales eran ex soldados todavía en uniforme.
Peter, hablando por radio con los soldados, les ordenó que se detuvieran y dejaran de disparar. Al salir de su camioneta policial, desenvainó la espada de Michonne y rápidamente avanzó hacia la pequeña horda. Al decapitar a cada zombi con golpes precisos, Peter demostró un dominio de la espada que siguió impresionando a los soldados que lo seguían.
Después de enviar al grupo inicial, Peter regresó a su vehículo. Las puertas estaban parcialmente abiertas, lo que ofrecía un paso estrecho para que avanzara el convoy. A la cabeza, guió los vehículos hacia la base. Mientras avanzaban, Peter permaneció alerta, buscando con los ojos señales de amenazas potenciales. Era muy consciente de que una multitud de peligros podían acechar en el aparentemente desierto Fort Benning.
Mientras conducía por la larga carretera que conducía a la base, Peter no podía dejar de pensar que el Fort Benning de este mundo había caído más rápido que su homólogo televisivo. La naturaleza rápida e implacable de los zombis en esta combinación de mundos probablemente jugó un papel decisivo.
Después de todo, estos infectados no eran los tradicionales caminantes lentos, sino ágiles, rápidos e implacables, creando una ola insuperable que abrumó las defensas.
Mientras se internaban más en la base, Peter mantuvo una mirada atenta, buscando señales de minas terrestres o cualquier sistema de seguridad automatizado que pudiera haber sido instalado. Los amplios recursos militares a menudo incluían este tipo de medidas de protección, y Peter estaba decidido a no permitir que sus hombres fueran víctimas de ellas.
Afortunadamente, las inmediaciones parecían estar libres de minas terrestres o defensas automatizadas. La tensión en el aire disminuyó ligeramente, pero su guardia permaneció alta mientras continuaban acercándose.
Al llegar al final del camino, el convoy entró en el enorme complejo parecido a un campus que era Fort Benning. Grandes edificios se extendían por toda la zona, intercalados con campos abiertos presumiblemente utilizados para ejercicios de entrenamiento.
Fort Benning, al ser una importante instalación militar, incluía grandes cuarteles para soldados, edificios administrativos para operaciones de mando, campos de entrenamiento para simulacros e instalaciones especializadas para diversos fines. Era enorme, como un campus universitario gigante.
Lamentablemente, la base militar, alguna vez meticulosamente organizada y disciplinada, ahora mostraba las cicatrices caóticas del reciente brote. Barricadas y sacos de arena bloqueaban los caminos al azar, y los restos de vehículos dejaban entrever los apresurados intentos de controlar la situación.
Los soldados infectados deambulaban sin rumbo fijo o se agrupaban en hordas aleatorias. La alguna vez disciplinada base militar había sucumbido al implacable ataque de los no-muertos. En un cruel giro del destino, aquellos que alguna vez defendieron la nación ahora eran una gran amenaza para sus habitantes.
Al llegar al primer grupo de edificios, una horda de alrededor de cien zombis dirigió su atención hacia el convoy que se acercaba.
Peter asumió el mando y rápidamente dio órdenes por radio. "Escuchen, quiero que cada uno de ustedes se dirija al edificio más cercano y suba a la cima", dijo. "Sólo abran fuego cuando estén todos fuera del alcance de los infectados", ordenó. "Los alejaré y, mientras tanto, empezaré a reducir el rebaño".
Sin dudarlo, los soldados se movilizaron. Peter, armado con la espada de Michonne, corrió hacia la horda que se acercaba, cortando hábilmente a los zombies mientras maniobraba hábilmente entre ellos. Los soldados se dirigieron rápidamente al edificio más cercano, utilizando sus vehículos como plataformas improvisadas y trabajando en equipo para subir al techo.
A medida que los soldados ascendían, abrieron fuego contra la horda de zombis, con cuidado de no herir a Peter, que bailaba entre los no-muertos con precisión letal. El rítmico estallido de los disparos resonó en la base mientras los soldados eliminaban expertamente a los infectados desde sus posiciones elevadas.
Sin embargo, los sonidos distantes de los disparos actuaron como un faro, atrayendo a más zombis de la vasta extensión de Fort Benning hacia la fuente del ruido. No pasó mucho tiempo antes de que más hordas se acercaran a la zona asediada, presentando un ataque implacable.
...
En lo profundo del sótano de un edificio al otro lado del fuerte, un gran grupo de soldados que se habían estado escondiendo de los infectados escucharon los disparos. La esperanza brilló en sus ojos, reemplazando la desesperación que los había consumido durante su encierro.
Estos soldados estaban hambrientos, aislados e inseguros del mundo exterior, pero el sonido de los disparos les sirvió como salvavidas, un rayo de esperanza que creían perdido.
Escenarios similares se desarrollaron en toda la base cuando grupos de supervivientes, escondidos en diferentes secciones, escucharon los disparos y se atrevieron a soñar con el rescate. La llegada inesperada de Peter y sus fuerzas dio vida a sus esperanzas que se desvanecían.
...
La implacable batalla contra la horda de zombis persistió durante horas mientras Peter, armado con la espada de Michonne, atravesaba hábilmente a los no-muertos. El sonido de los disparos resonó en Fort Benning, actuando como un canto de sirena que atrajo a más zombis a la escena. Los soldados, seguros en el techo, disparaban constantemente, cada disparo era un paso hacia la recuperación de la base militar.
Gradualmente, pasadas las horas, la horda disminuyó y el flujo constante de zombis se redujo a un hilo. El suelo de la base ahora estaba lleno de los cuerpos de los infectados caídos, un testimonio del esfuerzo implacable de Peter y sus fuerzas.
Cientos, si no miles, de zombis habían desaparecido. Peter observó las consecuencias, confiado en que habían erradicado a la mayoría de los infectados dentro de la base.
Satisfecho con el progreso, Peter envainó la espada de Michonne y tomó el mando una vez más. "Buen trabajo a todos. La mayoría de los infectados han disminuido, pero aún no hemos terminado. Bájate de allí y prepárate para barrer el terreno. Necesitamos asegurarnos de que se atienda hasta el último rezagado".
Cuando los soldados descendieron de su posición ventajosa, se reagruparon con Peter. La mayor parte de la misión se cumplió y la amenaza de los no-muertos fue neutralizada significativamente. Ahora, la atención se centró en limpiar la base edificio por edificio y campo por campo. Peter y MJ lo siguieron a un ritmo relajado, supervisando la operación en curso.
En casi todos los edificios descubrieron supervivientes. Grupos de 2 a 10 personas se apiñaban, agradecidos por el rescate y la promesa de sustento. Grupos más grandes, de entre 30 y 50 personas, surgieron de varios rincones de la base. Los supervivientes eran una mezcla de personal militar y civiles que habían buscado refugio en Fort Benning.
Cuando terminaron de limpiar la base, se habían encontrado con alrededor de 200 supervivientes. Muchos eran soldados, y entre ellos, algunos tenían altos rangos, incluido un coronel.
Si bien el alivio inmediato de haber sido rescatado fue palpable, Peter no pudo evitar la sensación de que estas personas de alto rango le causarían problemas. Después de todo, se han acostumbrado a estar en una posición de poder, por lo que seguir a Peter, un hombre que no es militar, probablemente les resultará degradante.
Dejando de lado los pensamientos sobre posibles problemas futuros, Peter y su equipo pasaron a la siguiente fase.
¡Saqueo!
Las recompensas fueron abundantes. Municiones de todos los calibres, armamento de grado militar, uniformes, vehículos, explosivos, lanzadores de misiles y otros tesoros invaluables y suministros necesarios se encontraban entre la creciente lista de botín.
Los ojos de Peter se abrieron con pura incredulidad y deleite mientras contemplaba el arsenal que tenía ante él. Era un montón de riquezas que superó sus expectativas más locas. Los soldados observaron cómo la emoción de Peter se convertía en una risa maníaca, que resonaba en la base cavernosa. Lo que vio dejó a algunos de ellos preguntándose si estaban siguiendo al líder correcto.
Sin embargo, antes de que la incertidumbre pudiera echar raíces, MJ dio un paso adelante con expresión exasperada. Con un movimiento rápido, le dio una sonora bofetada en la nuca a Peter, deteniendo su risa abruptamente.
Peter sostuvo su cabeza, mirando a MJ con una mirada de traición. "¡¿Para qué diablos fue eso?!"
MJ puso los ojos en blanco. "Estás asustando a los soldados..."
Los propios soldados, al presenciar este acto inesperado, no pudieron evitar reírse. Puede que Peter sea un poco extraño a veces, pero al menos no es aburrido.