One shots de PP

By Binaa4612

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Todos los personajes son de PP de la autoría de Eva Muñoz excepto los que agregaré y mayormente la protagonis... More

Reencarnación: Una oportunidad
Reencarnación: Confianza
Reencarnación: Noche apasionada (+18)
Mejores amigos: Traición
Mejores amigos: Afrodisíaco (+18)
Vecinos: Matrimonio roto
Vecinos: Nuevos comienzos
Bailarina: Tentación
Bailarina: Solo una noche (+18)
La nueva sargento: Ella es rojo (+18)
Reencarnación: Sentimientos revelados (+18)
Mejores amigos: Favor con favor se paga (+18)
Vecinos: Noche loca (+18)
Reencarnación: Amnesia
La mujer del mafioso: Misión, atracción, logros y premio (+18)
Loca: La lujuria es más fuerte que el deber (+18)
Pelirroja ardiente e insaciable: Nueva obsesión (+18)
Pelirroja ardiente e insaciable: Plan en marcha (+18)
Pelirroja ardiente e insaciable: Primera parte del plan hecha✓ (+18)
Pelirroja ardiente e insaciable: Parte 2 del plan hecha ✓ (+18)
De príncipe a bestia: Sacaré tus demonios, ellos me gustan (+18)
De príncipe a bestia: Una aventura es más divertida si huele a peligro (+18)
De príncipe a Bestia: Bestia dormida, domadora perdida y lobo astuto (+18)
De príncipe a bestia: El lobo siempre protegerá a su loba (+18)
De príncipe a bestia: El despertar de la bestia dorada (+18)
De príncipe a bestia: Cachorros desaparecidos (+18)
De príncipe a bestia: La verdad
De príncipe a bestia: ¿Quién dice que amar a dos no se puede? (+18)
Reencarnación: Solo es deseo.
Reencarnación: Es más que deseo es más que obsesión.
Reencarnación: La princesa y el lobito (+18)
Reencarnación: Amor, posesión, celos y miedos (+18)
Reencarnación: Te extraño y te voy a extrañar (+18)
Reencarnación: Solo un poco más (+18)
Reencarnación: Cazando a la conejita.
Reencarnación: Mía y tuyo (+18).
Reencarnación: Solo por existir (+18)
¿Solo sexo?: El pasado regresa (+18)
Estocolmo: Obsesión a primera vista (+18)
Obsesionado: Todo por la misión (+18)
Estocolmo: Mia y ¿Embarazo? (+18)
Estocolmo: Adicta (+18)
Diamante: Creciendo sin amor (+18)
Aprendiz: Amante (+18)
Tres/cinco años: El pasado pisado (+18)
Tres/cinco años: Gatita y Tormenta (+18)
Tres/cinco años: Propuesta (+18)
Tres/cinco años: Primogénito y regreso (+18)
Tres/cinco años: Dejar ir y boda (+18)
Princesa: Profecía (+18)
¿Trampa? : Habitación roja (+18)
¿Madrastra?: Querido hijastro (+18)
Madre postiza: Diosa griega (+18)
El otro lado: Ojos hipnóticos (+18)
¿Odio o deseo?: Error (+18)
¿Odio o deseo?: Más que obsesión (+18)
El otro lado: Pesadilla, dudas, investigación, miedo, lujuria y posesión (+18)
¿Odio o deseo?: Esto está mal (+18)
Criminal: Plan B (+18)
Infidelidad: Despecho (+18) y (+21)
Dulce Ángel: Misión, intrusos, trampa, amor, despedida y promesas.
Dulce Ángel: Conquista, reencuentro, cita, diversión, besos y enamoramiento
Dulce Ángel: Te quiero
Dulce Ángel: Cita especial
Dulce Ángel: El bello protector y su bello ángel
Nuevo mundo: Maldito libro (+18)
Los amigos de mi esposo: La esposa del coronel
Los amigos de mi esposo: Masajes (+18)
Los amigos de mi esposo: Jugo mágico y ritual (+18)
Los amigos de mi esposo: Cultura y llanto (+18)
Los amigos de mi esposo: Cambio y acercamiento.
Los amigos de mi esposo: La dulce y tierna mujer del Coronel
Los amigos de mi esposo: Te daré todo (+18)
Los amigos de mi esposo: MIA (+18)
Los amigos de mi esposo: Volviendola Loca (+18)
Provocadora: Otro lo hará (+18)
Provocadora: Disculpas tardías (+18)
Locura obsesiva: La mejor amiga de Sabrina (+18)
Locura obsesiva: Más unidas (+18)
Locura obsesiva: Solo una vez (+18)
Locura obsesiva: No puedo borrarla (+18)
Locura obsesiva: Promesa (+18)
Locura obsesiva: El rey del tablero.
Locura obsesiva: Esa noche algo cambio (+18)
Locura obsesiva: Control
Locura obsesiva: Copas de más (+18)
Locura obsesiva: Confesión, enojo, estretegia, fichas, plan y deseo (+18)
Juguete desestresante: Nueva secretaria (+18)

Los amigos de mi esposo: Juego, cartas, miedo, enamorada, decepción, etc. (+18)

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By Binaa4612

Dominic Parker

Camino hacia la parte favorita de esta enorme mansión de Sabrina, el jardín.

Empujó la puerta del patio trasero y apenas doy un paso veo a Sabrina caminar hacia mi.


>> Siempre tan hermosa... Joder... <<

>> Me saca el puto aire <<

No puedo evitar escanearla de arriba abajo, desde sus largas y torneadas piernas hasta su hermoso rostro, sus hermosos ojos verdes, su perfilada y pequeña nariz, sus largas pestañas y sus apetecibles labios regordetes.

>> Es una preciosidad <<

Una vez la tengo enfrente ella me sonríe.

— ¡Parker! —me saluda y deja un beso en mi mejilla, quedó atontado— Buenos días —me regala su brillante sonrisa.

>> Sus labios son tan suaves <<

>> ¿Qué se sentirá besarla? <<

>> Apuesto que sus labios son tan dulces y suaves como ella <<

— Hoy te toca a ti cuidarme ¿No? —me pregunta y da un leve giro con su cuerpo.

>> Eso fue provocativo ¿no? <<

Niego con mi cabeza.

>> Eso es imposible, ella no lo haría <<

>> Ella no es así <<

¿Te gusta como me queda? ¿Me veo bien? —me pregunta mientras pasa su mano de su cuello hasta al costado de sus tetas remarcando su sensual figura.

Trago grueso.

Ella me está provocando.

Mi verga reacciona y se encuentra totalmente erecta, suelto un gruñido.

Ella se acerca lentamente hacia mi hasta quedar a centímetros de mis labios y pasa sus manos por mi pecho, los sube y termina rodeando mi cuello con sus brazos.

Mi respiración se acelera.

— ¿Vas a cuidarme, Dom? —murmura sensualmente a centímetros de mis labios, trago grueso y asiento— Sabes... Me gusta cuando me tocas y... —me mira fijamente y sonrie de lado— quiero más,  quiero ir más allá —murmura y se acerca para besarme.

Suelto un gruñido y la agarro del cuello para probar sus labios, estoy por besar esos carnosos labios y...

— ¡Dom! ¿Me escuchas? ¿Estás bien? —me pregunta Sabrina enfrente mío mientras mueve su mano enfrente de mi rostro para que reaccione.

Mierda.

>> Fue mi maldita imaginación <<

Suelto un bufido.

>> Debí suponerlo, ella nunca diría eso y menos actuaría tan coqueta y atrevida <<

Suelto un suspiro.

— Estoy bien, solo fue... estaba pensando en una importante misión —me excuso mientras observo como ella se relaja y me sonríe.

>> Ojalá seas tan atrevida como en mi imaginación y me pudieras descaradamente que te folle sin parar <<

>> Pero tú no actuarías así, jodidamente no le prestas atención a nadie que no sea Christopher, jodido suertudo <<

>> Maldito infeliz <<

— Me asustaste, creí que te ibas a desmayar o algo por el estilo, ¿No quieres ir mejor a la sala? Te sientas y tomas un poco de agua —me dice preocupada y bajo mi mirada a sus labios.

>> Estaba a punto de probarla <<

>> Iba a saber a que sabían tus labios, Sabrina <<

— ¿Quieres besarme? —me pregunta mientras se apoya en la pared y me mira intensamente.

Mi mirada baja a su cuerpo, me saboreo los labios y subo la mirada hasta sus enormes tetas, me muerdo el labio y sigo subiendo la mirada hasta llegar a esos brillantes ojos verdes.

Abro los labios dispuesto a afirmar su pregunta agregando que me la follaria en estos momentos sin importarme nada ni nadie.

Pero justo en ese momento pestañeo y vuelvo a la realidad.

— ¿Dom? —me pregunta preocupada Sabrina por mi estado.

>> Maldición, me estoy volviendo loco <<

>> Estoy alucinando con ella, imaginando que me pide que la toque, que la bese, que la haga mía <<

>> Un puto sueño, todo provocado por mi deseo hacia ella <<

Asiento hacia Sabrina.

>> Se preocupa por mi, que tierna <<

>> Se preocupa por alguien que no dudaria en comerla, ¿Acaso no sabe que apenas tenga una oportunidad voy a salatarle encima? <<

Sonrió de lado.

>> Debo aprovechar esto <<

— Está bien, vamos a la sala —le digo y le ofresco mi brazo para que lo entralace con el suyo, ella lo hace inmediatamente para ayudarme a avanzar.

Seguro piensa que me encuentro mareado.

Caminamos hacia la sala.

Ella me deja sentado en el sofá y me entrega un vaso de agua.

— Toma, te sentirás mejor —me dice y lo agarro tomándolo todo de un tirón.

>> Necesito bajar está calentura <<

Ella le ordena a su sirvienta que traiga frutas para mí.

>> Está preocupada por mi <<

Sonrió de lado.

— Espera a que te traigan las frutas, ahora vuelvo, voy a cambiarme —me dice y la miro con el ceño fruncido.

— Pero si ya estás cambiada —le digo lo obvio aunque si fuera por mi que ande desnuda, sería un placer para mí.

Ella sonríe de lado con diversión y niega.

— Esta es ropa para estar en el jardín, no tardó —me dice y se da vuelta avanzando hacia las escaleras.

Suelto una leve risa.

>> Tiene ropa para todo, se me olvidó que ella suele cambiar de ropa dependiendo en dónde este, toda una diva <<

>> Una preciosa y sensual diva <<

Bajo mi mirada a su trasero mientras ella camina, me muerdo el labio ante ese jugoso culo que se carga.

>> Con ese culo le cumpliría todos sus berrinches <<

Suelto un suspiro cuando ella sube las escaleras.

Joder.

>> Christopher ¿Cómo aguantas para no follarla? <<

>> Tienes el lujo de que esa mujer duerma en tu cama todas las noches <<

>> Y no se la folla, que imbécil <<

>> Si ella fuera mi esposa no habria dia en que no me la folle, no dudaria en llenarla de mi, no dudaria en marcarla y jodidamente no dudaria en mezclar mi sangre con la de ella para traer al mundo a un bebé <<

Abro mis ojos sorprendido.

Mierda.

Niego con la cabeza.

>> ¿En qué mierda estoy pensando? <<

>> No, simplemente no <<

El deseo por ella está llevando muy lejos, mierda, tengo que parar.

Será mejor que mantenga mi distancia.

30 minutos después

Sabrina me lleva de la mano hacia el mesa de pool.

Me preguntó si quería jugar con ella al pool y como un idiota acepte, estaba tan absorto en su vestido que marca sus curvas que no dude en aceptar.

Me deje llevar, quedé idiotizado por su infernal cuerpo.

Ella me suelta y se coloca enfrente de la mesa de pool.

— Comencemos —sonrie— sin trampas, Dom —me dice firme y el apodo me hace sonreír.

— No haré trampa... en el juego —le digo con doble sentido pero ella parece no darse cuenta y me sonríe feliz.

— ¡Vamos! —dice y se da vuelta para agarrar los tacos de billar.

Se que dije que iba a mantener mi distancia pero... A la mierda todo, si me la quiero tirar me la voy tirar.

No me importa nada.

20 minutos después

— ¿Sabes jugar? —le pregunto al ver que falla en los tiros.

Ella me sonríe.

— No —suelta una risa.

La miro divertido.

Mis ojos brillan con malicia.

— ¿Quieres que te enseñe? —le pregunto cómo buen hombre que soy.

>> Solo quiero ayudarla <<

Sus ojos verdes brillan con emocion.

— ¡Si! Por favor —dice emocionada.

Me acerco a ella a pasos lentos.

Me coloca detrás de ella.

— Tienes que Inclinarte —le digo y me inclino hacia delante con ella— ahora tienes que agarrar bien el palo de billar —acomodo bien sus manos en el palo de billar— tienes que fijar un objetivo —murmuro en su oído y ella asiente, mira las bolas de billar y elige una— lo apuntas —apunta— y le das un empujón con fuerza —murmuro en su oído y veo como se estremece para después acatar mi orden.

>> Que buena aprendiz <<

La bola choca con las demás y logra que varias caigan en los agujeros.

— ¡Si,si! ¡Lo logré! ¿Lo viste? Pude hacerlo —dice mientras salta feliz y grita.

Sonrió.

>> Tierna <<

— Mejor te enseño y después jugamos —le digo y ella asiente emocionada ajena a que se acaba de condenar.

La agarro de las caderas y ella chilla, la siento en la mesa de pool mientras me encuentro en medios de sus piernas.

Sus mejillas se tornan rojizas en segundos.

Sonrió de lado.

— Ahora vas a intentarlo en esta pose —le digo y la suelto, me alejo dejándola anonada en su lugar.

Ella reacciona y agarra el palo de billar mientras me mira.

— ¿Seguro que puedo hacerlo en esta pose? —me pregunta dudosa y asiento.

Disfruto de la vista de su culo en primer plano.

>> Ansió dejar mis marcas en esas preciosuras <<

>> Joder, que delicia es Sabrina Lewis <<

Ella se inclina y joder, siento que mi verga reacciona.

Me relamo mis labios.

Sabrina le atina y varias de las bolas caen en los agujeros.

Ella chilla feliz.

— Bien —le digo y me acerco a ella.

Le agarró de la cintura y la bajo, ella me mira expectante, me inclino hacia delante quedando a centímetros de sus labios aún con mis manos en sus caderas.

— Eres buena aprendiendo, ahora te enseñaré otra pose —murmuro con voz ronca y noto como ella se estremece, sonrio de lado— Voy a tener que tocarte ¿Puedo? —le pregunto y ella asiente.

— Está bien —murmura avergonzada.

Ejerzo un poco de fuerza en mi agarre y la doy vuelta.

— Agarra el palo de billar pero está ves no te inclines tanto—murmuro en su oído y ella asiente mientras acata mi orden.

Coloco mi mano en su vientre y la otra en su espalda acomodando su inclinación levemente hacia adelante.

Su trasero está a centímetros de mi verga, mis manos cosquillean queriendo chocar su apetitoso culo contra mi verga.

Me inclino detrás de ella estando a centímetros de ella.

— Perfecto, ahora intenta golpear alguna bola —murmuro en su oído y llevo mi mano a su cadera donde mi pulgar acaricia levemente provocando que ella se estremezca y sus mejillas se tornan rojas.

Sonrió de lado ante su nerviosismo.

— ¿Sabrina? Hazlo —le ordenó, ella avergonzada y con nervios golpea torpemente la bola 4.

Ninguna bola cae.

Sus nervios la traicionaron.

Ella está nerviosa por mi cercanía.

>> Mmm... Ella está nerviosa y sonrojada por mi <<

Sonrió de lado con malicia.

Golpeo con mi mano su gran culo provocando que ella de un pequeño salto.

— No, lo hiciste mal —la regaño— inténtalo de nuevo —le ordenó y ella asiente con nerviosismo.

Ella trata de concentrarse y está por golpear otra bola de billar pero justo en ese momento suelto un suspiro en su oído logrando que ella se desconcentre y vuelve a fallar.

Sonrió y le doy otro golpe pero está vez en su otra nalga, ella vuelve a dar un pequeño salto.

— Si sigues haciéndolo mal recibirás más nalgadas —le digo con voz ronca— vas a intentarlo devuelta —le ordenó.

Ella torpemente y con sus manos levemente temblando por los nervios apunta a otra bola de billar, coloco mis manos en sus caderas y las acaricio con mi pulgar logrando que ella se ponga más nerviosa.

— D-dom puedes solt- —murmura nerviosa pero la interrumpo.

— Concéntrate Sabrina, lo que pase a tu alrededor no debe afectarte —le digo serio.

Ella inhala y suelta un fuerte suspiro.

— E-está bien —murmura.

Vuelva a apuntar otra bola de billar mientras sigo acariciando sus caderas, está por empujar la bola de billar con el palo pero subo mi mano lentamente.

Ella tiembla y falla.

Sonrió de lado y me saboreo los labios.

La suelto y golpeo su nalga con más fuerza, ella chilla.

— L-lo siento —se disculpa ella.

— No te disculpes y acerta —le digo roncamente y ella asiente.

Vuelve a intentarlo y cuando está por golpear con el palo de billar rodeo su cintura con mis brazos, ante mi acción Sabrina vuelve a fallar.

— F-falle por tu cerc- —intenta hablar pero la interrumpo.

— No te excuses —gruño— que eso no te salva de tu castigo —le digo roncamente y ella se estremece.

— P-pero y-yo —habla torpemente y con nerviosismo.

La interrumpo con una fuerte nalgada en su apetitoso y redondo trasero.

Ella chilla.

— ¿Acaso quieres que deje tu trasero rojo? ¿Fallas a propósito? —le pregunto con malicia sabiendo que fallo por mis acciones había ella.

Ella niega con la cabeza.

— No, no, fallo por mis nervios —me dice rápido.

— ¿Estás nerviosa? —le pregunto y ella asiente.

Sonrió con descaro.

— ¿Por qué? —le pregunto con inocencia.

Se queda en silencio.

— Responde Sabrina —le ordenó firme.

— N-no estoy ac-acostumbrada a e-estar tan c-cerca de los h-hombres —dice torpemente.

— Mejor —digo sin pensar.

— ¿Q-qué? —me pregunta.

— Que mejor porque está cercanía nuestra va ayudarte con tus nervios, esto va a ayudarte con tu timidez —le digo.

— Oohh, tienes razón —murmura— pero creo que no funciona porque sigo nerviosa —dice avergonzada.

— Entonces seguire cerca tuyo hasta que te acostumbres, ahora seguimos con el pool —agarro su mano que agarra el palo de billar y lo empujó un poco para atrás— déjalo ahí y ...—la inclino levemente— ahora apunta y dispara —ella lo hace logrando que la bola de billar golpeé otras y varias caigan en los agujeros.

— ¡Si, si! ¡Lo logré! ¿Lo viste, Dom? ¿Viste como acerté? —se suelta de mi agarre y se da vuelta mientras salta feliz y me pregunta totalmente emocionada.

Asiento con una sonrisa.

— Lo ví —confirmo.

Ella salta a mis brazos.

— ¡Gracias, eres el mejor! —me dice con su brillante sonrisa.

Aprovecho y rodeo su cintura con mis brazos mientras tengo sus grandes senos contra mi pecho.

Después de unos deliciosos segundos nos separamos.

Ella sonríe radiante.

— Sigamos, enséñame más —me dice y asiento.

— Ahora aprenderás a ignorar tu entorno —ella frunce el ceño confundida mientras sonrió extasiado por dentro ante lo que voy decir— sin importar lo que pase a tu alrededor tú tienes que seguir acertando las bolas de billar, no debes parar hasta que no quedé ninguna —le digo firme y ella asindyd dudosa.

— Lo haré, no voy a defraudarte Dom —me dice firme.

Sonrió de lado.

>> Oh Sabrina que ingenua eres <<

>> Casi me da lastima aprovecharme de tu inocencia, casi... <<

— Eso espero —le digo duramente— Comienza —le ordenó y ella se inclina dispuesta a empujar la bola de billar.

Me lamo los labios ante la vista y llevo mis manos a sus caderas, siento su nerviosismo pero se mantiene firme para golpear la bolla de billar.

Choco mi pelvis con su trasero y ella falla en el tiro.

Ella se acomoda dispuesta a disparar contra una bola de billar y acaricio sus caderas con la yema de mis pulgares.

Se estremece.

Ella con torpeza vuelve a acomodarse dispuesta a empujar una bola de billar.

Empiezo a frotar mi verga con su delicioso trasero, ella se congela.

El palo de billar resbala de sus manos y cae al suelo.

Suelto un gruñido y agarro fuerte sus caderas mientras sigo frotandome contra ella.

— Levanta el palo y continúa —le digo en un gruñido.

Ella intenta agacharse pero no puede, retrocedo y ella se agacha por completo dejando su culo arriba que disfruto al frotarlo con mi verga.

Ella agarra el palo de billar y finjo darle una embestida provocando que ella lo suelte.

Agarro sus caderas con fuerza y la alejo para volver a tirar con fuerza de el provocando que choque con mi notable erección.

Sabrina suelta un jadeo.

— ¿Qué esperas? Continúa y no te distraigas —le digo firme.

Veo como sus manos tiemblan e intenta agarrar el palo de billar mientras finjo embestidas sacándole jadeos.

Luego de unos segundos ella agarra el palo de billar con fuerza como si su cordura dependiera de ello.

Ella se levanta y avanza conmigo detrás de ella pegado a su cuerpo.

Se inclina mientras apunta una bola de billar y sus manos tiemblan, acerco mis manos hacia su vientre y suben hasta sus tetas que agarro con fuerza sacándole un chillido.

— ¡Dom! —chilla y suelta el palo que cae en la mesa.

— Sabrina —la regaño y ella con sus temblorosas manos agarra el palo de billar.

Amaso sus tetas mientras ella trata de concentrarse soltando leves suspiros.

Apunta temblando y dispara acertando algunas bolas de billar.

Ella se mueve hacia la izquierda y me muevo con ella sin soltarla y sin dejar de amasar sus grandes tetas.

Ella tiembla y jadea mientras avanzamos y se detiene cuando llega a dónde quiere.

Se inclina, apunta temblorosa y dispara acertando.

— Muy bien, preciosa —le digo con voz ronca.

Ella se mueve levemente hacia la derecha conmigo detrás.

Suelto sus tetas y agarro con fuerza su escote tirando de el rompiendo sus tiras, libero sus tetas.

— ¡Dom! —grita sorprendida.

Agarro sus tetas con mis manos y disfruto de el piel a piel.

>> Mierda, son tan suaves y enormes <<

>> No entran en mis manos <<

Trago grueso y amaso con fuerza sus tetas mientras empiezo a frotar mi verga en medio de sus nalgas sacándole jadeos.

— ¡Aah! ¡No! —gime cuando empiezo a jugar con sus pezones.

Veo como agarra con fuerza el palo de billar.

Suelto jadeo roncos en su oído mientras froto mi erección contra su trasero.

Apretó con fuerza una teta y con mi otra mano tiró de su pezón.

— ¡Aaaahh! ¡Dios mío! —gime alto.

Sonrió y me acerco a su cuello, dejo besos húmedos mientras la manoseo.

Ella gime y jadea sin parar mientras sostiene con fuerza el palo de billar.

Su falda empieza a subir, me muerdo los labios y suelto una teta para levantar su falda por completo.

Gruño cuando su trasero queda al aire con una braga que no cubre nada, casi ni se ve.

Paso mi lengua por mis labios.

>> Se ven muy apetecibles <<

Corro su braga a un lado y llevo mi mano a su vientre lo bajo hasta su coño y adentro dos dedos.

— ¡Dom! ¡Aah! —gime fuerte.

Mi mano libre tira de su pezón mientras me froto mi dura verga contra su trasero, piel contra piel.

Muevo mis dedos dentro de ella logrando que sus piernas flaqueen.

— Estás muy apretada —gruño en su oído.

>> Joder, sus paredes aprietan con fuerza mis dedos, no me quiero imaginar como apretará mi verga cuando lo tenga dentro de su coño <<

— Sigue acertando —le ordenó y ella temblando apunta levemente una bola de billar pero falla al disparar.

Mis dedos entran y salen con fuerza, mi mano juega con su teta y mi verga disfruta frotarse en medio de su trasero.

Ella apunta y dispara entre jadeos y gemidos, no sé cómo logra acertar algunas bolas de billar.

Introduzco dos dedos más logrando que Sabrina suelta el palo de billar.

— ¡Aah! ¡Aiiighhh! —chilla ante el aumento de mis dedos.

— Continúa —le ordeno jadeando en su oído.

Ella niega entre lágrimas.

— N-no p-puedo —me dice jadeando.

Sonrió.

Sus paredes aprietan con fuerza mis dedos sacándome un gruñido.

— Sueltalo —le ordenó y ella suelta su orgasmo en el mismo momento que suelto mi corrida en sus nalgas.

— ¡Aaah! —gime y cae en la mesa con su respiración acelerada.

Veo mi semen esparcido en su enorme culo que ahora forma un corazón.

>> Oh mierda, que hermosa vista... <<

>> Es una obra de arte <<

Sus piernas tiemblan y la agarra de la cadera sosteniendola, agarro mi verga y lo froto contra su entrada.

Suelto un gruñido y ella chilla mientras agarra con fuerza la mesa.

Introduzco la glande de mi verga para adentrarme lentamente pero la puerta es golpeada.

— Maldición, ¡¿Quién es?! —grito enojado.

>> ¿Quién mierda me interrumpe? <<

>> ¿Acaso quiere morir? <<

>> Por este coño mató y muero, y todavía no lo he probado <<

— Soy Simón, vengo a susplantarte porque Gauna me mandó a llamarte —me grita Simón.

Gruño molesto.

— ¡Dile que estoy ocupado en algo importante! —le grito.

— Dijo que es urgente y no te hagas problema, yo te reemplazo, cuídare bien de Sabrina —dice y gruño con molestia.

>> Yo quiero cuidarla <<

>> No quiero que nadie ponga sus manos sobre ella <<

>> No quiero que nadie toque a mi musa <<

Veo a Sabrina que tiene las mejillas rojas y los labios rojos mientras respira acelerada, llevo mi vista hacia su cuerpo y en la pose en que la tengo.

>> Esta para hacerle un maldito monumento <<

>> Deliciosa, jodidamente deliciosa <<

Gruño molesto y me separó de ella, junto con mi mano el semen entre sus glúteos y lo llevo a su boca.

— Abre —ella abre sus labios confundida y meto todo mi semen— traga todo —le ordenó y ella se traga todo— Buena chica —le digo y acaricio su trasero.

Le doy una nalgada y bajo su falda, lo acomodo, la giro y agarro las tiras de su escote, lo ato mientras ella regula su respiración.

— Continuaremos cuando regrese, debo ayudarte con tu timidez y concentración —le digo acariciando su mejilla y ella asiente.

— G-gracias por ayudarme —me dice y sonrió.

— Es un placer para mí —literalmente.

— ¿Qué era eso blanc- —me pregunta pero es interumpds por otro golpe de la puerta.

— Parker, es importante debes ir —me dice detrás de la puerta.

Gruño molesto y dejo un beso en la frente de Sabrina.

— Volveré —le digo y me marcho así la puerta.

Cruzo y me encuentro a Simón.

— ¿Por qué tardabas tanto? —me pregunta curioso y lo fulminó con la mirada.

>> Me quería follar a la mujer del coronel ¿Algún problema? <<

>> Si tan solo hubieras llegado un poco más tarde en estos momentos estaría dentro de ella <<

>> Si no fuera por ti la hubiera probado, maldición <<

— Estaba ocupado —le digo y me marcho sin más.

— ¡Oye, espera! ¿Dónde esta Sabrina? La estoy buscando pero no la encontré —me dice y sonrio.

— Está en su habitación, creo que se iba a bañar —le digo y avanzo hacia la salida.

Sabrina Lewis de Morgan

Escucho como Dom y Simón se alejan, suelto un suspiro aliviada y toco mis mejillas acolaradas.

>> ¿Qué fue eso? <<

>> ¿Por qué me sentí tan bien cuando tocó lugares que solo debería tocar mi esposo? <<

>> ¿Porque quería más? <<

>> ¿Y que era ese líquido blanquecino que me dió de tomar? <<

>> ¿Será leche? Pero ¿De dónde lo saco? <<

>> No hay heladeras en esta sala <<

Muchas dudas me carcomen pero sacudo mi cabeza.

Todo se sintió tan raro pero tan bien... Es extraño.

Pero niego al saber que solo fue una ayuda ante mi timidez y me enseñó sobre el pool.

Él solo me ayudaba.

Nada más.

No tengo porque sentirme rara.

Debe ser normal.

Supongo que eso es normal entre los hombres y mujeres, debe ser eso.

No sabría decirlo con veracidad debido a que mi madre nunca me dejó acercarme a un hombre que no sea Bratt o mi padre.

Cómo nunca tuve contacto con el sexo opuesto no sabía cómo comportarme con ellos, me ponía nerviosa y me alejaba de los hombres que se me acercaban.

Me querian decir algo pero yo salía corriendo.

Hasta que conocí a Christopher, al principio solo me parecía lindo como los demás chicos pero nada más.

No me atraía.

Tampoco me daba curiosidad.

Pero... Mi madre empezó a decirme que él estaba enamorado de mi, que lo notaba cuando él me veía cuando yo pasaba por su lado.

También que Christopher venía seguido a casa para verme aunque no me hablara.

Ella dijo que él era tímido.

Le creí.

Pero él seguía sin gustarme o atraerme.

Nunca había tenido un enamoramiento hacia nadie porque nunca estuve cerca de ningún hombre.

Mi madre me alentó a que me acercara a Christopher pero no le hice caso... Hasta que llegaron las cartas...

Las cartas que me enviaba Christopher.

En ellas era tan romántico que no pude evitar quedar maravillada, era como los príncipes de mi cuento.

Mi primer pensamiento fue "¿Será el mi príncipe azul?".

Me intente acerca a él pero en persona era todo lo contrario a las cartas, me miraba con morbosidad y nunca me miraba el rostro, sus ojos estaban puesto en mis tetas.

Me incomodaba.

Quedé desilusionada con él y se lo conté a mi madre pero ella lo justificó diciendo que esta en la etapa de la pubertad y es normal en los hombres.

Intenté volver a acercarme pero cada vez me iba desilucionado más.

No era lo que esperaba.

Pero no me rendí.

No podía, mi madre me alentaba y quería que esté con él, no podía decepcionarla.

Hasta que en una fiesta mi madre me dió una bebida que me iba a hacer muy feliz según ella, lo tome sin dudar y en esa noche me entregue a Christopher, le di lo más preciado que tengo y es mi virginidad.

Creí que apartir de ahí el iba a ser diferente pero no.

Solo me buscaba para tener intimidad con él.

Quería parar, no quería estar con él solo para eso pero mi madre me regañaba diciéndome que debo darle el gusto y que debería quedar embarazada.

Me negué y ella se enojo, me dejó de hablar por una semana y me sentí muy mal.

Le hice caso y seguí con Christopher pero no quería un hijo, no todavía y no de esa forma.

Después de un tiempo mi madre me encontró con Christopher y fue a la mansión Morgan a pedir que su hijo se haga cargo de mi.

Quise ir y decirle que no lo haga.

Quise detenerla.

En verdad que quise.

Pero no pude.

Si lo hacia mi madre se enojaría conmigo y no quería que me deje de hablar, no quería que me ignore.

Me quedé en mi habitación llorando.

Llore por mi.

Por Christopher.

Y porque ahora lo amaba, me había enamorado de él.

Quería casarme con él pero no quería que se vea obligado en hacerlo.

Niego con la cabeza y vuelvo a la realidad,me apresuró en salir de la sala de juegos.

Simón Miller

Parker se va y me doy vuelta yendo hacia el jardín sabiendo que seguramente vendrá luego de bañarse.

Es su lugar favorito.

Me siento en una silla esperándola.

40 minutos después

Escucho los pasos de unos tacones y me giro hacia el ruido, mi mandíbula cae ante la imagen que tengo enfrente.

Sabrina tiene puesta una maya blanca junto a unos jodidos tacones del mismo color, tiene un sofisticado peinado junto a unos delicados aros, no pierde su elegancia y delicadeza.

La maya se acopla a su cuerpo remarcando todas sus deliciosas curvas y dejando a la vista sus tetas.

Me muerdo el labio.

>> No puede ser, me es imposible no mirarla <<

>> No puedo despegar mi vista de ella, parezco un tonto <<

— Simón —me saluda con una sonrisa y le correspondo el saludo devolviéndole la sonrisa.

— Sabrina —le digo.

— Voy a meterme a la piscina ¿Quieres unirte? —me dice mientras se recuesta contra la pared y pasa sus manos por el costado de su trasero hasta su cadera.

Trago grueso.

>> Por dios, que cuerpo tan tentador <<

Niego con la cabeza sabiendo que está mal mirarla de otra forma que no sea la esposa de mi amigo.

Se acerca hacia mi y me agarra del mentón.

— ¿No quieres unirte? ¿No quieres unirte a mi cuerpo? ¿Acaso no lo deseas? —dice a centímetros de mi boca.

Mi respiración se acelera.

>> Joder, no puedo resistirme más <<

>> La deseo <<

Llevo mi mano a su nuca y estampó mis labios con los de ella.

Saboreo sus labios mientras mis manos van a sus caderas y bajan hacia su trasero lentamente...

— ¡Simón! ¿Me escuchas? —me pregunta Sabrina sacándome de mi ilusión.

Joder.

— Lo lamento ¿Qué decias? —le digo ido y con dolor en la verga ante la erección.

— Voy a nadar en la piscina no hace falta que me cuides, puedes descansar e ir a comer algo en el comedor —me dice y niego.

— Estoy bien, vé a nadar tranquila —le digo y ella suelta un bufido.

— Eres terco —murmura y se camina hacia la piscina con su distinguida elegancia balanceando sus caderas, se saca los tacones y se mete al agua.

Disfruto de verla.

Trato de negarme y no caer pero no puedo quitar mi vista de ella.

Una hora después

Veo cada movimiento de Sabrina mientras mi verga se encuentra totalmente dura ante la vista.

Ella sale del agua y gira su rostro hasta que da conmigo.

>> Maldición, es tan tentadora <<

>> Es malditamente sensual <<

Mi mirada cae en sus tetas apretadas ante esa apretada maya, mis manos cosquillean queriendo tomarla de la cintura y que sus esbeltas piernas me rodeen las piernas.

Suelto un suspiro.

— ¿No te aburres? —me pregunta mientras apoya sus brazos al borde de la piscina.

Niego con una sonrisa.

— Yo si ¿Quieres ver una película? —me pregunta y sus ojos brillan en emoción.

Como puedo negarle algo al verla así.

Asiento y ella chilla feliz mientras se levanta para salir de la piscina.

Joder.

Veo como el gotas de agua caen por su cuerpo y trago grueso.

Es malditamente hermosa.

Su cuerpo está tallado por los dioses.

— Me cambio y vemos una pelicula —me dice sonriendo y asiento, pasa por mi lado.

Mi vista cae en él rebotar de sus nalgas.

Me quedo embobado mirándo como se aleja.

Horas después

— Estuvo bien la peli pero hay que dormir —le digo y ella asiente.

Me estoy por levantar pero ella me agarra del brazo deteniendome, la miro.

— ¿Puedes quedarte hasta que me quedé dormida? —me pregunta tímida y con sus mejillas rojas.

Sonrió de lado divertido.

— Te dije que no deberíamos ver esa película de terror —le digo y ella baja la mirada avergonzada.

— Lo sé pero creí que está pelicula no me daría tanto miedo —murmura tímida.

— ¿Quieres que hagamos el mismo ritual de la otra vez? Así ahuyentamos todos los posibles fantasmas y podrás dormir tranquila —le digo y ella me suelta dudosa.

— Funcionó la otra vez ¿No? —le pregunto y ella asiente.

— ¿P-pero vas a soltar tu s-semen en mi c-cuerpo? —me pregunta nerviosa y con sus mejillas rojas.

Niego y ella suelta un suspiro.

>> No voy a soltarlo en tu cuerpo está vez lo dejaré en tu interior <<

— Está bien —me dice.

— Está ves usarás una ropa especial para que sea más efectivo —le digo y ella asiente.

— Está bien —me dice.

— Ahora vuelvo —me doy vuelta y salgo para agarrar la prenda que ví en una tienda e inmediatamente pensé en ella.

No pude evitar comprarlo y fantasear con Sabrina con eso puesto y ahora voy a cumplirlo.

Sonrió con malicia.

Joder.

20 minutos después

Espero con ansias a qué Sabrina salga.

>> ¿Cómo le quedará? <<

>> ¿Se verá más hermosa que en mis fantasias? <<

Escucho un ruido y giro en su dirección, me quedo sin aire al ver a Sabrina salir con ese sensual conjunto negro.

Maldición, lo sabía.

Sabía que se iba a ver más hermosa que en mis fantasias.

Sonrió de lado.

— ¿Estás seguro que debo usar esto? —me pregunta dudosa mientras agarra el collar negro que le di junto al conjunto.

— Muy seguro —le digo.

— Bien —dice ella.

— Ahora ven y siéntate —le digo firme y ella camina hacia mi y se sienta.

Se abraza con timidez.

— ¿El ritual no era de otra manera? —me pregunta y asiento.

— Para que sea más efectivo lo haremos de otra forma —le digo y la agarró delicadamente del mentón.

— Vas a saltar sin parar ¿Me escuchaste? sin parar, solo te vas a detener cuando te lo diga —le hablo con voz ronca y ella asiente.

La suelto y me siento a su lado.

Palmeo mis piernas y ella me mira confundida.

— Súbete —le ordenó.

— N-no puedo h-hacer es-eso —me dice y suelto un suspiro.

La agarro de las caderas y ella chilla, la siento en mis piernas.

— Es solo por el ritual Sabrina, esto ahuyentará a todos los fantasmas y podrás dormir tranquila —le digo y ella me mira dudosa.

— ¿Acaso la otra vez no dormiste bien? —le pregunto y ella asiente.

— Si, p-pero yo n-no p-pue- —me dice y la interrumpo.

— Tranquila —le agarro de las mejillas y las acaricio lentamente con las yemas de mis pulgares— es solo para ahuyentar a los posibles fantasmas y no te asustes como la otra vez, vas a poder dormir tranquila sin miedo —le digo y ella suelta un suspiro y asiente.

— ¿T-tengo que saltar arriba tuyo? —me pregunta y asiento.

Ella asiente y empieza a dar pequeños saltos mientras evita mirarme.

Sonrió y llevo mis manos a sus caderas inteficando su salto.

Sus mejillas se vuelven más rojas.

Mi erección crece y ella empieza a sentirlo provocando que todo su rostro se vuelva rojo.

Que tierna.

Muevo mi cadera chocando mi pelvis contra su coño sacándole jadeos.

— Lo haces bien —le digo jadeando.

Subo mis manos hasta sus tetas y las pego con fuerza, ella chilla.

Acerco mis rostros a sus enormes tetas y ella se estremece, bajo la parte delantera dejando que sus tetas queden al aire.

Me lamo el labio con lujuria.

>> Jodida mierda <<

>> Son hermosas, muy hermosas <<

— ¿Simón? ¿Qué hac- ¡Kyaa! —grita cuando llevo mis labios a su teta y amaso la otra.

Su cuerpo tiemblay frena sus saltos.

Gruño molesto y me separó de su teta.

— Continúa —la regaño y vuelvo mi boca hacia su teta jugando con ella.

Sabrina empieza con sus pequeños saltos mientras uela jadeos.

Mi lengua gira alrededor de su pezón y después lo muerdo tirando de el.

— ¡Simón! —gime fuerte con lágrimas en sus ojos.

No aguanto más.

>> Mi verga va a reventar <<

Muevo su braga a un lado y veo su mojado coño.

— ¡No! ¡No mires! —me grita e intenta taparlo con sus manos pero las agarro con una mano mientras con la otra agarro mi verga y lo acomodo en su entrada.

— ¡Simón! —grita mi nombre.

Que bien se escucha mi nombre saliendo de sus apetitosos labios.

>> Que grite toda su vida mi nombre que nunca me cansaré de escucharlo <<

Entro de una estocada y siento como sus paredes se abren recibiendome y después se cierran alrededor de mi verga.

— ¡Aaah! —gime ella.

Suelto un gruñido ante el placer de estar dentro de Sabrina.

>> Que coño tan apretado, joder <<

Me quedo quieto esperando a que se acostumbre al tamaño, siento como mi verga palpita en su interior.

Sabrina jadea y sonrió de lado ante la vista de su respiración acelerada, bajo la vista y veo la unión de nuestros cuerpos.

Se ve jodidamente bien.

>> Su coño se traga bien mi verga <<

— Continúa —le digo y ella se acomoda para empezar a dar saltos sobre mi verga.

Suelto gemidos ronca ante sus saltos.

— Maldición, Sabrina —gruño y la agarro de las caderas profundizando sus saltos.

Mi verga toca cada centímetro de su coño.

— ¡Aah! —gime ella mientras sus piernas tiemblan.

Ella sube y baja sobre mi verga, su coño succiona muy bien mi verga y lo aprieta con fuerza.

Me inclino hacia delante y veo como sus tetas rebotan en mi cara.

Me lamo los labios.

>> No puedo no atender estás delicias <<

Agarro sus tetas y las amaso mientras mi boca juega con su pezón.

— ¡Aah! ¡No! —gime ella.

Mi mano juega con su otro pezón y con mi otra mano la bajo hacia su coño.

Masajeo su centro mientras ella me monta.

— ¡Ah! —gime Sabrina.

Sonrió de lado y suelto roncos gemidos.

— Sigue así, lo haces muy bien —le digo con voz ronca.

Ella ausente entre lágrimas mientras aumenta la fuerza de sus sentones.

Su coño gotea a grandes chorros cuando o masajeo con mis dedos mientras mi verga entra y sale de el.

— No pares —le advierto y adentro tres dedos en su coño.

— ¡Aaaahh! —gime alto y cae en mi verga ante mi acción, tiembla y me clava sus uñas en mis hombros.

— Sabrina, te dije que no pares —le digo con voz sería y dura.

Ella se estremece y se toma varios segundos en continuar con sus movimientos.

Su coño toma con fuerza mi verga mientras mis dedos entran y sale de ella sin parar.

Ella suelta leves lágrimas mientras sube y baja de mi verga.

— ¡Oh! ¡Santo cielo! ¡Esto es demasiado! —chilla y aumenta la rapidez de sus sentones.

Sus paredes arden y mi verga palpita con fuerza en su interior.

Llevo mis manos a sus caderas y la ayudo a moverse más rápido y profundo.

— ¡Aah! ¡Simón! —gime con fuerza.

— M-maldción, Sabrina, vas a matarme —gruño.

Nuestros cuerpos chocan con fuerza.

— Ahora vas a recibir todo mi semen en tu interior ya que no te gusta que lo suelte en tu cuerpo lo soltaré en tu jodido coño y vas a recibirlo todo ¿Me entiendes? —le digo roncamente.

— ¿Q-qué? No, no puedes h-hacer e-eso... —dice mientras sigue con sus movimientos de arriba abajo.

Muevo mi pelvis ayudándola y en segundos suelto toda mi corrida en su interior.

Suelto un gruñido.

— ¡Aaaaaahh! —gime alto ella y suelta su orgasmo apretando con fuerza mi verga.

— Tómalo todo —le gruño en su oído cuando cae contra mi pecho.

Su respiración se encuentra acelerada y levanta la vista dejándome ver sus ojos verdes brillosos y dilatados.

Me inclino y dejo un pequeño beso en sus labios.

— Eres muy buena Sabrina, ahora ningún fantasma va a molestarte —le digo y ella asiente mientras cierra sus ojos cansada.

— Que bien —murmura ella y cierra sus ojos.

>> Maldición, se sintió demasiado bien estar dentro de ella <<

>> Ninguna mujer me hizo tener tanto placer como lo hizo Sabrina en una sola follada <<

>> Joder, ella me tiene mal <<

Agarro de las caderas a Sabrina y la levanto, mi verga sale de ella y veo como mi semen cae de su apretado coño.

>> Mmmmm... Que bien se ve llena de mi semen <<

Sacudo mi cabeza.

>> Mierda, ¿Que digo? <<

Me levanto con Sabrina en brazos y la llevo al baño para limpiar su cuerpo.

Ella se encuentra dormida entre mis brazos y suelto un suspiro.

Llevo mi mano a su vientre.

— Eres muy cómoda y apretada, lastima que estés casada —y encima con tu amigo, cállate— deberías divorciarte —murmuro y acaricio su rostro.

>> Eres muy inocente para estar casada con la bestia de Christopher<<

— Christopher nunca va a tratarte como lo mereces —le digo a una dormida Sabrina— talvez yo s- —me callo y niego.

Tengo que hablar con Luisa y terminar lo que sea que teníamos.

No siento nada por ella.

Lo que creí sentir por ella ya no existe.

Ahora no puedo dejar de pensar en Sabrina Lewis, ella acapara todos mis pensamientos en el día, tarde y noche.

Alucinó por su culpa y tengo sueños húmedos con ella, cometí locuras por ella y inventarme rituales para poder tocarla es uno de ellos.

La cordura desaparece cuando estoy a su lado.

Dejó de pensar que está casada.

Dejó de pensar que es la esposa de Christopher.

Dejó de pensar de que él es mi mejor amigo.

Dejó de pensar de que es la hermana de mi otro mejor amigo.

Dejó de ser leal.

Dejó de ser cuerdo.

Y paso a ser un obsesionado por querer tenerla sin importarme nada, hago lo que sea por verla sonreír.

Le cumplo sus caprichos y la acompaño a ver películas.

Disfruto pasar tiempo con ella.

Suelto un suspiro.

Caí ante los encantos e ingenuidad de Sabrina Lewis.

Y lo peor es que me gusta y no quiero parar.

Quiero tenerla.

Voy a tenerla.

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6472 palabras

¿Qué les pareció?

¿Quién le envío las cartas a Sabrina?

¿Parker va a poder tener a Sabrina?

¿O siempre será interrumpido?

¿Esta empezando a querer a Sabrina?

¿Y Simón?

¿Dejará a Luisa por Sabrina?

¿Está empezando a tener algo más que deseo hacia Sabrina?

¿Qué piensan de las alucinaciones de los chicos con Sabrina?

¿Martha es una buena madre? Aunque la respuesta es obvia.

¿Sabrina dejará de hacer lo que quiere su madre?

¿Su amor por Christopher se extinguirá?

¿O jamás podrá dejar de amarlo?

¿Cómo reaccionara Christopher ante todo lo que sucedió con Sabrina y sus amigos?

¿Qué pasará cuando se entere que ella nunca lo quiso atar y fue Martha?

¿Qué hará cuando se de cuenta de todo?

¿Quién se ganará el corazón de Sabrina?

O

¿Quienes?

Habrá una guerra por la mano de esa bella mujer y ella no estará enterada jaja.

Eso es todo, cuidense.

Bye 💫.

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