I like that Alpha

Después de un breve recorrido por las instalaciones, finalmente llegamos a la oficina del director visual.

—Esta es la oficina del señor Park. Sin más que hacer aquí, me retiro. Hasta luego, señor Jeon —dijo la asistente, haciendo una pequeña reverencia antes de perderse por los pasillos. Me agradaba su amabilidad.

Con un toque suave en la puerta, alguien respondió desde adentro.

—Adelante.

Tal y como me indicó, abrí la puerta y entré. La oficina no era tan grande como la del CEO, pero mantenía esa misma elegancia impecable.

—Buenos días, señor Park. El señor Kim—mi futuro esposo—me indicó que viniera con usted para discutir qué debo hacer.

—Oh, por supuesto, es un gusto tenerlo en la empresa —respondió el alfa, cuyo aroma a sandía me envolvía en el aire. Jimin me sonrió ampliamente. —Llevaremos esto con calma. La colección se lanzará dentro de dos meses, así que no hay necesidad de apresurarnos. Por ahora, solo le mostraré las instalaciones, incluida la cafetería que está dentro de la empresa. Sígame, por favor.

—Está bien, señor Park —respondí, con un asentimiento.

—Oye, dime Jimin. Me hacen sentir viejo cuando me llaman así —dijo con una sonrisa amable, la cual correspondí.

Mi mente divagó un instante. ¿Por qué no me habría dicho Taehyung lo mismo? O mejor aún, ¿por qué no me habría dicho "Oye Jungkook, no me llames señor Kim, llámame mi amor, de todas formas nos vamos a casar"? ¡Ok, me estoy volviendo loco! Apenas lo conozco.

—Está bien, Jimin —respondí, tratando de disipar esos pensamientos que comenzaban a enredarme.

Después de un largo y algo aburrido recorrido por las instalaciones que aún no conocía (algunos lugares ya me los había mostrado Yuri), finalmente regresé a casa. Tan pronto llegué, llamé a mis amigos, o como yo los llamo, mis "ratas". Ellos ya estaban allí esperándome.

—¿Me estás diciendo que te enamoraste de un alfa que viste aproximadamente 10 minutos? —preguntó YoonGi, con una sonrisa incrédula.

—¡Sí, YoonGi! Pero no me miró con los ojos enamorados, pero... ¡es taaaaan guapo! —dije, dejando que mi voz se llenara de emoción. Solo pensar en esos hermosos ojos me hacía sentir como si mi lobo estuviera llorando de amor. ¿Qué se sentiría que me abrazara con esos fuertes brazos? Y mejor cuando...

—¡JUNGKOOK! —exclamó Namjoon, interrumpiendo bruscamente mis fantasías. Me sentí molesto, ¿por qué tenían que interrumpir la mejor parte de mi imaginación? —Ya deja tus fantasías de lado, Jeon.

—¡Acabas de interrumpir la mejor parte, Namjoon! —protesté, sintiéndome frustrado.

—Uy Jeon, ¿te imaginas? Si lo llegas a enamorar, serás el novio de uno de los hombres más millonarios y sexis del país —dijo Hobi, levantando una ceja con una sonrisa pícaramente divertida.

—Créeme, Hobi, ya me lo imaginé como nueve veces —respondí, con un tono que reflejaba mi total confianza.

—Sí, y no es lo único que te has imaginado —bromeó YoonGi.

—No lo expongas, YoonGi, que se nos va a poner tímido —dijo Jin, aunque se reía a carcajadas. Sabía que todos se estaban burlando de mí, pero no podía evitarlo.

—¿Tímido? Tus nalgas. ¿Quieren que les diga "uwu" o qué? —respondí, con sarcasmo, sin querer ser el objetivo de más bromas. Solo un alfa puede ponerme tímido, y ese alfa es Kim Taehyung, mi futuro esposo.

—No gracias, nuestros oídos no soportarán el cringe —dijo YoonGi, irónicamente preocupado.

—Bueno chicos, ya es muy tarde y mañana tengo que trabajar —dije, señalando el final de la conversación.

—Creo que eres el único emocionado —dijo Namjoon, con una sonrisa traviesa.

—Sí, está emocionado porque va a ver a su futuro alfa —añadió YoonGi, con tono burlón pero con una pizca de seriedad.

—¿Cómo sabes? —pregunté, riendo nerviosamente.

—Es obvio, duh —respondió Hobi, rodando los ojos con exasperación.

—Bueno Jungkook, hasta mañana. Nosotros también tenemos trabajo —dijo Namjoon mientras se levantaba.

—Está bien, Namjoon, pero... ¿y mi besito de despedida? —bromeé, sabiendo que haría rodar los ojos de todos. Pero, ¿por qué no molestarlos un poco más?

—¡Uy, qué asco! —exclamó Hobi, levantando una mano, como si me rechazara.

—Come cola entonces —respondí, haciéndome el ofendido.

—Quisieras, pero ahora sí nos vamos. Suerte con tu alfa mañana —dijo YoonGi, guiñándome un ojo mientras se despedía.

Después de que mis amigos se fueran, me recosté en mi cama, y a pesar del cansancio, no pude evitar pensar en Taehyung.

Al verlo, sentí que había encontrado mi otra mitad. Algo dentro de mí, una sensación inexplicable, me decía que él era mi destino. Era como si, por fin, hubiera encontrado esa parte de mí que había estado buscando durante tanto tiempo. Pero, ¿él sintió lo mismo? Probablemente no, pero estaba dispuesto a intentarlo, a ganarme su corazón.

Con ese pensamiento en mente, el sueño me venció, y caí en un sueño plácido y profundo. Claro, hasta que la estúpida alarma me despertó.

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