THE DEVIL'S COMEBACK ~ harry styles

Siento una sacudida suave pero persistente en el hombro y abro los ojos lentamente, aún aturdida. El rostro de Rose aparece borroso ante mí, cuando puedo enfocar la vista noto que su ceño está fruncido. Me toma unos segundos ubicarme y recordar dónde estamos. No sé en qué momento me quedé dormida pero el sol de la mañana entra por la ventana.

- Gina, despierta -insiste Rose, su voz es apremiante y me sacude con un poco más de fuerza- ¡Vamos, ya son las diez de la mañana! Nos estamos quedando sin tiempo, el desfile es en unas horas -insiste.

- ¿Qué? ¿Diez? -me incorporo de golpe con la mente nublada y mi cuerpo protesta al moverme tan rápido; he dormido en una posición incómoda. Miro a mi alrededor y veo mi ropa tirada por el suelo. 

- ¿Y Harry? -pregunta Rose, curiosa, mientras revisa su teléfono. La insistencia en su tono revela que sabe más de lo que deja entrever.

El desorden me trae un golpe de realidad. El recuerdo de la discusión que tuve con Harry anoche me golpea de lleno. Su pregunta me sorprende y a la vez no, debí suponer que ella estuvo involucrada con su aparición repentina.

Respiro hondo tratando de que mis emociones no me traicionen. Miro hacia la puerta de la habitación como si él pudiera aparecer en cualquier momento por el mismo lugar que se fue.

- Se ha ido -respondo con un nudo en la garganta.

- ¿Ido? ¿A dónde? -pregunta y su cara refleja pura confusión.

Me encojo de hombros, luchando por contener las lágrimas que amenazan con salir.

- No lo sé, Rose. No me ha dicho nada -la miro- Hemos discutido.

La castaña se sienta a mi lado.

- ¿Qué pasó, amiga? -pregunta en voz baja pero su mirada ahora es más seria.

Respiro hondo y, antes de que pudiera empezar a hablar, algunas lágrimas ya caían sueltas, sin permiso, por mis mejillas.

- Fui demasiado dura con él y no sé por qué reaccioné así -admito- No paré de reprocharle lo que pasó, como si él hubiera tenido toda la culpa -mi voz tiembla ligeramente- Lo alejé una vez más.

Ella se queda en silencio un momento, observándome con pesar. Sé que quiere preguntar más, pero en lugar de eso, me abraza dándome su apoyo incondicional. Dejo caer mi cabeza en su hombro, sintiendo un peso enorme en el pecho. 

- A veces el orgullo es más fuerte que el amor, Gina -dice de forma apacible- Pero aún estás a tiempo de arreglarlo.

¿Acaso no era más fácil culpar a Harry que enfrentar mis propios miedos?

El viaje en coche hacia el Grand Palais es un torbellino de pensamientos. Rose habla por teléfono con Dennis y se ríe de algo que él dijo; no se han extrañado ni un segundo porque se estaban comunicando todo el tiempo. Mientras tanto, yo miro por la ventana, tratando de no pensar en el boxeador. París se despliega a nuestro alrededor, con su imponente arquitectura y sus calles llenas de vida, pero siento que estoy viendo todo a través de un velo.

Sin embargo, cada vez que cierro los ojos, veo su mirada herida, esos hermosos ojos inundados de dolor, y escucho sus palabras cargadas de frustración, repitiéndose una y otra vez en mi cabeza como un latido constante.

Al llegar, la atmósfera es una locura. Las calles que rodeaban el lugar estaban abarrotadas de paparazzis, fans y reporteros nos rodean en cuanto bajamos del coche.

- ¡Gina! ¡Por aquí! -gritan los fotógrafos mientras intento abrirme paso. 

El bullicio de los reporteros intentando obtener declaraciones es ensordecedor, y los flashes de las cámaras me deslumbran al instante pero me mantengo firme, sonrío para las fotos y camino junto a mi amiga hacia la entrada.