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ㅡ¿Quiere que yo lo contacte?

Juro que estaba arrugando tanto la frente que temí que se fuera a quedar así para siempre. Estaba tan furioso, no. Estaba emputado.

Y nervioso, mucho.

Y es que yo no esperé que mi magnífico buen humor se fuera a arruinar tan rápido. Estaba contento por Jin, y aunque también me sentía un poco triste por su pronta partida, la sonrisa en mi rostro duró toda la mañana hasta que la mujer a quien vendí mi viejo departamento me llamó diciendo que...

ㅡ¿Recuerdas que te había dicho que el departamento era para mi hijo? Resulta que mi nuera quiere un jacuzzi, pero el lugar no tiene uno...

ㅡYa veo... pero tiene una bañera enorme, creo que eso es más que...

ㅡLo sé, lo sé, pero mi hijo está decidido a cumplir con el capricho de mi nuera, entonces hemos llamado a la administración y nos han dicho que el dueño original del departamento es quien debe dar el permiso.

ㅡAh, seguro, quiere que nos veamos en el edificio, no tengo ningún problema en firmar.

ㅡCariño, el problema es que no eres tú el dueño original. ㅡme dijo la mujer algo afligida, y yo me agarré el puente de la nariz al atar cabos.

El dueño era TaeHyung. 

Él pudo haberme cedido los derechos, yo se los cedí a esa mujer, pero quien hizo la compra original fue Kim TaeHyung.

Qué dolor de cabeza.

ㅡ¿Y quién lo es? ㅡme hice el tonto, creyendo que si fingía demencia, tal vez el dueño resultaría no ser él, tal vez su padre o alguien más.

ㅡEl nombre que aparece es Kim TaeHyung, hemos quedado algo sorprendidos, es uno de los chaebol, el que salió hace poco en la tele. ㅡme dijo la señora, y casi parecía que estuviera feliz.

Mientras yo me retorcía.

ㅡAh, sí... ㅡbalbuceé, sin saber qué hacer o decir ahora.

ㅡ¿Fue él a quien le compraste el departamento?

ㅡSí... ㅡfingí una risita.

ㅡ¡Cielo santo! ㅡse rio ella, expresando su gran gusto por oír hablar de TaeHyung, y yo le pinté el dedo medio al teléfono.

ㅡBueno, entonces se pueden poner en contacto con él, ¿cierto? ㅡespeté.

ㅡYa lo hemos intentado, es por eso que te llamé.

ㅡ¿Qué quiere decir?

ㅡLlamamos al número de teléfono que dejó en el contrato, pero no atendió, incluso llamamos desde nuestros teléfonos, pero nada, así que por eso recurrí a ti... ya que tú fuiste el siguiente propietario...

ㅡ¿Quiere que yo lo contacte? ㅡcasi chillé.

ㅡCreímos que tú tenías más chances de ponerte en contacto con él.

ㅡLo siento, pero ¿qué le hace creer que a mí sí me va a responder? ㅡinquirí frunciendo el ceño, tratando de no sonar grosero.

ㅡTeníamos que agotar todas las posibilidades... por favor, intenta llamarlo, puedo pagarte si quieres...

ㅡNo ㅡla interrumpí ㅡ. No es necesario que me pague, yo... ㅡsuspiré, no, Resoplé, bufé ㅡ... veré que puedo hacer. ㅡcedí.

ㅡ¿Deveras? ㅡexclamó la señora con emoción y yo puse los ojos en blanco ㅡTe lo agradezco de antemano, muchas gracias. 

ㅡSí, sí... no hay de qué. ㅡrespondí sin muchos ánimos y colgué la llamada.

Ahora tenía que llamar a la persona de la cual quería olvidar hasta su nombre ¿y saben qué me daba mas rabia? Además de no ser capaz de decirle que no a la señora... el hecho de que aún tenía su número.

Allí iba yo por la vida tratando de olvidarme de TaeHyung y ni siquiera había podido borrar su maldito número de mi maldito teléfono.

Suspiré pesadamente y procedí a presionar el botón de llamada.

Y contestó a los cuatro tonos.

ㅡ¿De verdad me está llamado? ㅡsu voz me hizo erizar la piel, pero también me provocó náuseas su tono engreído.

ㅡLa persona que compró el departamento necesita tu permiso para hacer una modificación. ㅡdije fríamente y sin más, no quería dejar ni un espacio libre para cualquier intento de tener una conversación.

ㅡ¿Por qué necesitarían mi permiso? ㅡpreguntó burlón.

ㅡNo lo sé, me han llamado justo ahora para pedirme que te lo diga ya que al parecer a ellos no les respondiste.

ㅡAhora que lo recuerdo, ignoré más llamadas de lo usual estos últimos dos días. ㅡdijo, y pude saber que estaba sonriendo.

ㅡTe enviaré el número de la propietaria, sólo debes firmar unos papeles. ㅡdije, conservando mi actitud.

ㅡOye, oye, no tan rápido, no he dicho que firmaré.

ㅡNo es problema mío, díselo a la mujer. ㅡdije, ya casi colgando el teléfono.

ㅡEspera, espera ㅡme detuvo de nuevo y yo volví a resoplar ㅡ. Era un chiste, no me importa darle el permiso.

ㅡYa te dije que eso lo debes discutir con ella, no conmigo.

ㅡPero sólo voy a firmarlos si vienes tú personalmente.

Casi me reí, y casi grité de rabia al mismo tiempo ¿De dónde se sacaba que iba a acceder a llevarle unos papeles personalmente? ¿De dónde se sacaba que me importaba siquiera si daba el permiso o no?

¿Y saben qué? Al final sí me reí.

ㅡ¿Y por qué iría yo? Si das el permiso o no, no me importa. ㅡcuando dije eso en mi modo más perra, la risa de TaeHyung me tumbó un poco el teatro, pero esperé a que dejase de reírse.

ㅡ¿Desde cuándo te volviste tan duro? Sólo estoy pidiendo que vengas, no es la gran cosa.

ㅡNo tengo el tiempo ni la necesidad de ir, ahora voy a enviarte el contacto de la señora y haz con él lo que quieras. ㅡdicho eso colgué sin darle oportunidad de responder.

Y juro que mi corazón estaba latiendo muy fuerte, y me insulté por eso.

Con las manos temblando, envié el número a TaeHyung y solté el teléfono en el sofá.

¿Por qué seguía afectándome? ¿Por qué parecía que todo estaba yendo bien cuando estaba solo pero al oír su voz todo retrocedía cien pasos?

Respiré hondo y me levanté, dispuesto a buscar lo que sea para distraerme.

Y todo por un jacuzzi de mierda.