ㅡVendrás para el cumpleaños de tu padre, ¿verdad?
ㅡPor supuesto que iré mamá, sabes que no me pierdo ningún cumpleaños.
ㅡEste año faltaste al de tu hermana...
ㅡ¡Fue una excepción! No me guardes rencor. ㅡme quejé, alzando mi hombro izquierdo para sostener mi teléfono en mi cuello ya que necesitaba ambas manos para bajar una pila de sartenes que estaba en lo más alto de la alacena.
ㅡYo no te guardo rencor, es tu hermana quien lo hace.
Dejé las sartenes en la cubierta y tomé el teléfono en mi mano de nuevo, resoplando enojado y poniéndome una mano en la cintura como una adolescente molesta.
ㅡ¿Que me guarda rencor? ㅡrepetí indignado ㅡ¡Le compré un iPad para compensarlo! ¡Un iPad!
ㅡSupongo que ella quería a su hermano mayor en su fiesta de cumpleaños. ㅡme dijo mamá con su voz meliflua y calmante.
Y aunque escuchar hablar a mi preciosa madre era todo lo que necesitaba para estar contento, recordar la razón por la que falté al cumpleaños dieciocho de mi hermanita me hacía sentir miserable.
ㅡSólo es una berrinchuda. ㅡrefunfuñé sin más recursos, haciendo reír a mi mamá.
ㅡMe pregunto de quién lo aprendió. ㅡme respondió, evidentemente tratando de molestarme.
ㅡ¿Ahora es mi culpa? ㅡjadeé.
ㅡSí, es tu culpa por haberla mimado tanto antes de irte a Seoul. Parecías tú su padre, la llevabas a todos lados, la alimentabas, dormía contigo y la consolabas cuando uno de nosotros la regañaba.
ㅡPues no debiste tener a tus hijos con ocho años de diferencia si no querías que eso pasara. ㅡme quejé y ella volvió a reírse.
ㅡNo te preocupes, mi cielo. Tu hermana no te guarda rencor, sólo estaba jugando.
ㅡEres malvada, mamá. ㅡdije, haciéndola reír otra vez.
ㅡVoy a colgar, tengo que hacer la cena. Nos vemos en un mes.
ㅡAdiós. Te quiero. Diles a los demás que los quiero.
ㅡTambién te quiero.
Colgué la llamada con mi mamá y continué con lo que estaba haciendo: preparar mi propia cena.
No podía negar que estos últimos días habían sido un reto sin Jin cerca, sobre todo después del incidente con TaeHyung.
Cada vez que me acordaba, enfurecía.
¿Cómo se había atrevido a gritarme, jalonearme y besarme en la calle? Más que eso, ¿cómo se había atrevido a hablarme como si pudiera convencerme de volver a acostarme con él? Como si eso fuera posible... Dios, me enfurecía aún más pensar que él creía que era siquiera posible.
Me quejé cuando mi mano dolió por haber estado apretando la sartén que estaba agarrando sin darme cuenta.
Luego de cenar y limpiar, me tiré al sofá para ver mi novela. Justo entonces una llamada entró a mi teléfono.
Era Charlie.
ㅡHola Charlie, ¿qué pasa?
ㅡSólo quería preguntar como estabas. Te veías muy triste cuando me contaste que SeokJin se iba por un tiempo.
Reí un poco sin querer. Charlie era tan dulce y amable que me hacía sentir una mala persona sin razón alguna.
ㅡEstoy bien ㅡrespondí ㅡ, estoy sobreviviendo ¿Cómo estás tú?
ㅡNo te preocupes por mí, todo va bien. En realidad también quería invitarte a cenar mañana.
ㅡEso sería estupendo.
ㅡ¡Bien! Digo, bien... ah... ㅡme reí otra vez por su nerviosismo. Además su acento lo hacía sonar incluso más lindo ㅡ... ¿paso por ti a las ocho?
ㅡOcho. Perfecto.
ㅡSí, perfecto... uh...
ㅡQue descanses. ㅡdije, salvando a su pobre alma nerviosa de seguir tartamudeando.
ㅡTú también.

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FanfictionEn las historias de romance siempre está la pareja y un villano que quiere separarlos. Un desgraciado que les hace la vida imposible para quedarse con alguno de ellos o simplemente para destruirlos. Las historias así sólo te hablan de la pareja prin...