-Voy para allá entonces, dame unos minutos.. no los pierdas de vista.- Tras terminar la llamada, se colocó la faja para intentar ocultar su "pechonalidad", la vestimenta masculina era algo holgada y la nueva peluca que había comprado le quedaba exactamente, se observó al espejo y sonrió satisfecha.-Te lo advertí, maldito hijo de perra...- Murmuró con odio.
Se aplicó un poco de perfume para hombres como retoque final y salió de su departamento de manera sigilosa, ya le habían comunicado que la estaban vigilando las 24/7, una vez fuera pudo caminar con tranquilidad, ahora si podía camuflarse entre la multitud.
-Jefe- Uno de los hombres que estaba encargado de vigilar a Ochako llamó por teléfono a Iida.- Acabo de ver a un hombre que no había visto antes salir del condominio de la señorita.
-No lo pierdas de vista, puede ser algún cómplice, comunícame su paradero.
-Si, se lo haré saber.- Cortó la llamada y se apresuró en seguir a aquel hombre desconocido.
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-Kacchan, necesito que imprimas el- -Lo que iba a decir fue quedado en el aire cuando presenció la magnífica escena frente a él, era algo simple, Katsuki abanicándose con la camisa abierta de par en par.-¿Esto es una invitación?- Sonrió inocente, Katsuki, contrario a gritarle como lo hubiera hecho, asintió con ojos tiernos que derritieron a Izuku.
Izuku empezó a caminar de manera lenta en dirección a Katsuki mientras aflojaba el nudo de su corbata, acarició la mejilla de su amado con ternura y antes de unir sus labios, el teléfono de Izuku sonó, sacándolos de su burbuja de amor.
-Lo siento, Kacchan, voy a contestar.-Hubiera mandado a volar su teléfono o cortado la llamada, pero el tono que estaba sonando era el de Iida, así que debía ser algo importante. Katsuki solo atinó a formar un puchero que fue besado por el peliverde antes de salir del lugar y dirigirse a su oficina.-¿Hola?
-¡Midoriya!, ¿Está todo bien por allí?- Eso le causó intriga.
-Si, ahora mismo todo esta en orden, ¿Sucedió algo?-Escuchó a su mejor amigo respirar agitado del otro lado, el sonido de balas acompañó su respiración agitada.
-Ochako...- Murmuró, aún casi sin aliento, Izuku sabría que esas noticias no serían nada buenas.-Ella esta dirigiendo un escuadrón que va hacia tu empresa, se ha camuflado con peluca de hombre de cabello negro y un traje, su escuadrón está vestido como civiles, iría para allá, pero.. aun tengo que detener al otro escuadrón que dejó conmigo, notó que la seguíamos o creo que tiene a alguien más como cómplice.- Izuku se frotó el entrecejo con estrés.
-Gracias por comunicarme, Iida, resiste, enviaré refuerzos a donde estas.- Sin esperar respuesta cortó la llamada y marcó otro número.
En lo que esperaba fue en dirección a su escritorio y en el último cajón pudo encontrar su arma, la cual siempre tenía allí escondida en caso de emergencia, tomó los cargadores y se los llenó en los bolsillos, la pistola la aseguró en su cintura.
