Devil Nest [Devil May Cry]

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La masa oscura todavía perseguía el rastro de Trish y Salem. No obstante, ellas encontraron el modo de hacer algo de tiempo para su plan, escondiéndose dentro de uno de los cuartos de aquel castillo.

—¿Está segura de esto?

—Si, ahora cortate.

La de trenzas tenía una de sus cuchillas demoníacas en una mano, a punto de cortar su dedo. Ella podía regenerarse pero no estaba tan segura de si funcionaría el préstamo.

Acto seguido, se cortó un poco su dedo, como consecuencia haciendo que un montón de sangre saliese. Ella puso su dedo encima de la boca de Trish para que ella bebiese la sangre derramándose.

—¿No sientes ningún cambio?

La contraria terminó de beber la sangre, y intentó activar el poder demoniaco de Salem en sus venas, volviéndose indetectable por 9 segundos.

—Oye, parece como si no estuvieras aquí. —comentó sorprendida la de ojos rojos.

—Entonces funciona.

Justo en ese momento, la masa oscura ingreso al cuarto al detectarlas. Sin embargo, al entrar no encontró a nadie. Bajando la guardia por unos momentos, una ráfaga de electricidad lo golpeó por arriba. Seguido de una lluvia de cuchillas demoníacas rojizas.

—Es un bonito clima, ¿verdad grandulón? —Trish viene por arriba, con la espada demoniaca Sparda, y lo atacó de un tajo. Para luego aterrizar frente a la masa y atacarlo a diestra y siniestra.

Por un momento, la masa demoniaca se desvaneció y apareció detrás para atacarla. Pero Salem ya estaba anticipando dicho movimiento.

—¡Lo tengo! —ella dice mientras volaba con sus alas de piedra que habían salido en su espalda. Ella invoca una piedra preciosa roja, la destruye en sus manos para detener el flujo del movimiento en el oponente por corto tiempo.

Al instante, ella invoca más cuchillas demoniacas, las cuales dirige todas hacia la masa oscura. Y una vez el efecto pasó, las cuchillas dieron con la masa oscura, finalmente venciendola.

Para rematar, Salem hizo un ataque hacia abajo de una patada, y sus alas de piedra lo terminaron aplastaron contra el suelo.

—Buen trabajo chica... —Trish comenta con una leve sonrisa.

Una vez esa cosa se desvaneció, Salem se sacudió un poco.

—Me hubiera gustado que ese fuese el Mundus verdadero... —ella dice, medio decepcionada de no poder acabar con el real.

Trish vio a su alrededor, esperando que habiendo superado la prueba podrían salir de ahí. Pero algo no cuadraba. Ya habían derrotado a esa copia mal hecha de Mundus, sin embargo, nada había cambiado.

—Lo sabia, era una trampa...

—¿No...no saldremos?

Salem empezaba a tener algo de pánico, no le gustaba estar en espacios por un largo tiempo.

—¡Tiene que haber una forma!

—Tranquila... —la contraria la calmó con solo decírselo. Si ella no mantenía la calma, sería mucho peor. —Estoy segura de que Dante hará algo al respecto.

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—¡Niño reacciona! —Dante le gritó mientras contrarrestaba cada ataque que daba aquel joven de ojos vacíos.

Nero no respondía a ninguna de sus súplicas, como si estuviera lavado del cerebro. Eso le trajo algunos recuerdos agrios a Dante, sobre su hermano gemelo.