Reacciones ? ALL ;BTS ?

❝Cómo actuarían cada integrantes cuando son marginados, delincuentes.❞

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Kim Namjoon 

Namjoon no era de esos tipos que hablaban de más. La gente lo veía en la esquina con la capucha puesta, el cigarro a medio terminar y los ojos fijos en nada. Tenía fama de líder entre los que no encajaban. Sabía cómo moverse. Cómo pensar. Cómo no dejarse atrapar.

Nadie sabía realmente de dónde venía. Solo que había estado en la correccional juvenil. Que tenía cicatrices en los nudillos y tinta vieja en los brazos que no se molestaba en ocultar. Caminaba con los hombros tensos, con la mirada fija, como si siempre esperara una traición.

Tú lo conociste cuando tu bicicleta se descompuso en medio de una calle donde nadie se detenía. Él estaba ahí. Apoyado en su moto. Te observó en silencio. Parecía que no iba a hacer nada... hasta que caminó hacia ti y te ofreció una herramienta sin decir una palabra.

No hablaba mucho, pero sus ojos hablaban por él. Te seguía encontrando, en la estación, en la tienda, en la calle. Y aunque no decía que lo hacía a propósito, tú sabías que sí.

Era brusco. A veces agresivo. No porque quisiera hacer daño, sino porque la vida lo había golpeado tanto que no sabía suavizarse. Pero contigo... algo se descomponía en él. Algo lo obligaba a frenar.

—No me mires como si pudiera salvarte —te dijo una vez, cuando lo defendiste en público.

"¿Y si yo no quiero que me salves? Solo quiero entenderte."

Namjoon apretó la mandíbula. Dio media vuelta. Pero esa noche te dejó una libreta vieja con sus poemas en tu mochila sin que lo vieras.

Y tú leíste cada palabra rota como si fuera una súplica de un chico que había aprendido a sobrevivir, pero no a amar.

Kim Seokjin

Seokjin era el tipo de chico que aparecía en los callejones con la camisa abierta, el cabello despeinado y una risa que dolía. Nadie se metía con él. No porque fuera el más fuerte, sino porque no tenía nada que perder.

Era guapo. Increíblemente guapo. Y lo sabía. Se burlaba de eso. Lo usaba. Se metía con quien quería. Dormía donde lo agarraba la noche. Apostaba en peleas ilegales. Manejaba autos robados. Y aún así, había algo en sus ojos que gritaba que todo eso era una pantalla.

Tú lo conociste cuando él escapaba de algo. Entró corriendo en el café donde tú trabajabas. Pidió un vaso de agua y se sentó como si no pasara nada. Y cuando la policía pasó afuera, tú no lo delataste. Él nunca te lo agradeció con palabras, pero desde ese día aparecía siempre, a la misma hora, en la misma mesa.

—¿Qué buscas en un tipo como yo? —te preguntó una noche, con la voz ronca y una risa amarga.

"Quizás no busco nada. Solo quiero conocerte."

Seokjin se quedó callado. No lo esperabas. Y cuando levantó la vista, ya no estaba sonriendo.

—Si te quedas cerca... te vas a quemar, linda.

Pero aún así lo hiciste. Lo viste golpear a tipos por deudas. Lo viste sangrar. Lo viste llorar solo en la parte de atrás de tu local cuando pensaba que nadie lo veía.

Porque Jin no era malo. Solo estaba herido. Solo estaba lleno de orgullo, de miedo, de esa necesidad desesperada de que alguien lo viera sin querer cambiarlo.

Min Yoongi

Yoongi nunca hablaba. Tenía una mirada muerta, como si hubiera vivido demasiado. Caminaba solo, con una mochila negra colgada del hombro y una pistola escondida bajo la chaqueta. Decían que trabajaba para gente peligrosa. Que era el tipo que limpiaba los errores de otros.