Hange tosió exageradamente en un intento de ocultar los gritos que provenían del comedor.
Se encontraba en el segundo piso, en la zona de los dormitorios. Aún así, podía escuchar de fondo el tono que estaba empleando Levi con el pobre Eren.
Afortunadamente, había sido lo bastante perspicaz para enviar a Mikasa al tejado a montar la primera guardia, donde no podría escuchar la discusión que mantenía el cabo con su mejor amigo. Hange esperaba que Levi se contuviera lo suficiente para evitar cualquier tipo de enfrentamiento con el resto de los reclutas, por ese motivo, había decidido quedarse al pie de la escalera de piedra. De ese modo, podría intervenir si escuchaba que Levi perdía los estribos, o si alguno de los amigos de Eren se precipitaba hacia el comedor.
Sin embargo, a pesar de los gritos, estaba segura de que los golpes que había escuchado no habían sido descargados sobre el muchacho...o eso, o Eren tenía la cabeza más sólida de lo que pensaba.
Hange suspiró, dándole vueltas a toda la información que le había aportado Levi durante la cena. Realmente el tiempo jugaba en su contra, más aún si los titanes contaban con un cabecilla que igualaba la inteligencia de un humano.
Bueno, un humano después de todo, pensó la castaña.
Necesitaba que Eren resolviera su conflicto amoroso para comenzar cuanto antes con nuevos experimentos. El muchacho tenía que concentrarse en desentrañar los misterios de su poder, antes de que fuera demasiado tarde.
Si tan solo fuera capaz de endurecer su piel...
La mente de la castaña trabajaba sin descanso, pensando en las múltiples posibilidades y beneficios que podría otorgarles esa capacidad. Podrían sellar los agujeros de los muros, construir nuevas armas, reforzar los carromatos...Un sin fin de ideas comenzaron a agolparse en su cabeza, lo que provocó que Hange abandonara su posición para dirigirse a su habitación, con el objetivo de escribir todo aquello en su cuaderno de notas. Seguramente Eren estaría bien y Levi no tardaría en retirarse a descansar.
Después de todo, nunca debía ignorar a la inspiración cuando ésta llamaba a la puerta.
Eren había vuelto a jugar con la llave que llevaba atada al cuello. Hacía unos minutos que el cabo le había indicado que aún tenía algo más que decirle, sin embargo, ninguna palabra había vuelto a salir de su boca.
El castaño se estaba poniendo muy nervioso de nuevo, ya que pensaba que lo peor había pasado.
Levi carraspeó, mientras con una de sus manos pellizcaba el puente de su nariz.
-Con respecto a... -el cabo hizo una pausa, retirando la mano de su rostro-, el otro asunto...
Eren observó como Levi desviaba la mirada hacia el otro extremo de la mesa, como si no estuviera dirigiéndose a él.
El joven interpretó aquella evasión como una señal de repulsa, sabiendo que el otro asunto no podía ser otro que lo que le había confesado hacía dos días.
Eren clavó su mirada en la superficie de madera de la mesa, intentando que su tristeza no fuera demasiado evidente. Sabía que no tenía ninguna posibilidad con el mayor, pero temía su desprecio, o que el cabo sintiera asco hacia él por tratarse de un chico. Estaba seguro de que la mayoría de hombres reaccionarían con violencia ante la confesión de un compañero.
Joder, él mismo lo haría con Jean, por ejemplo.
Claro, que no hacía falta que el otro le confesara ninguna cosa extraña para que a Eren le entraran ganas de golpearlo.

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Ya'aburnee
FanfictionFanfic de Shingeki No Kyojin. Eren se ha dado cuenta de que siente algo por Levi y está bastante distraído por ello. ?Deberá dejarse llevar por lo pasional que es y confesarlo? ?O será mejor ocultar sus sentimientos?. Muchos tendrán algo que decir a...