抖阴社区

Noha

783 33 4
                                        

New York, 7 mayo de 2016
GRAFE FOSTER

Mi cabeza dolía muchísimo, aún me sentía algo mareada y tenía asco. Abrí los ojos con lentitud y noté que no era mi cama y tampoco estaba en mi habitación, alarmada me levanté de ahí pero segundos después entendí qué fue un completo error.

Mi cabeza daba vueltas y tuve que recargarme de esa misma cama para no caerme.

—Veo qué ya estás despierta.— Una voz conocida me hace voltear.

¿Pero qué demonios? ¿Qué hace él aquí? ¿Éste es su departamento? Hace poco me dijo qué comenzaría a buscar uno, ¿él me trajo? Pero, ¿cómo me encontró si no traje conmigo mi teléfono? Mi cabeza duele demasiado.

—Morgan... — Susurro incrédula.— ¿Qué estás haciendo aquí? — Le pregunto sentándome en la cama y masajeándome la sien.

—Estás en la casa de Marco, él me llamó hace un rato para qué viniera por ti pues tenía unas cosas que hacer.— Su tono de voz hace qué me de cuenta qué está muy molesto. Lo veo buscar algo en la habitación y cuándo lo encuentra puedo saber qué buscaba mis tenis los cuáles comienza a ponerme aunque no tenga calcetas puestas. Claro qué está molesto.— Te traje tú teléfono, contéstale a tus hermanos que están preocupados por ti.— Me dió el susodicho teléfono y miré por un segundo mis mensajes, tenía muchísimos, pero los respondería después. Ahorita, me dolía demasiado la cabeza cómo para tener más dramas.

—¿Ya se fue? — ¡¿Estás loco, Marco?!

—Se fue junto con su compañera, regresan hasta mañana. Fue algo de emergencia según me dijo.— Cuándo ha terminado me puedo levantar de la cama y tomar mis cosas.

—Vamos a casa.— Pido. Trato de cruzar la puerta pero me detiene tomándome del brazo.

—Tenemos qué hablar.— Lo miro de reojo y retrocedo cuándo me suelta de su agarre.

—Morgan... — Susurro cansada.

—No, Grace. Cállate de una maldita vez y déjame hablar.— Lo miré unos segundos y asentí con lentitud.— Elegiste a Stephen y lo acepto aunque duela, aunque yo sepa qué muy en el fondo que aún me amas, qué todo lo que sientes por mí aún sigue ahí. Te amo, lo sabes, ¿no? Te amo... cómo nunca amé ni voy a amar a nadie, es tan cruel tener qué verle la cara al idiota ese qué ahora tiene tú amor...

Lo interrumpo.— Morgan, ese amor qué tú dices jurarme, ¿por qué no me lo demuestras? Hace unos meses nos encontrábamos bien, la idea de regresar pasaba por mi cabeza una y otra vez, hasta qué una, según tú, amiga, te aconsejó qué lo mejor era sólo ser amigos, ¡¿acaso no tienes criterio propio?! — Grito molesta, exhausta y triste.— Si me amabas en ese momento, ¿por qué dejaste que todo se fuera a la mierda? ¿por qué? Si me amabas, ¿por qué no ignoraste ese consejo? ¿por qué te acostaste con una cualquiera después de haberlo echo conmigo? No fuiste capaz tan siquiera de ocultarlo, ¿por qué, Morgan? ¡Contéstame!

—¡Porque soy idiota! — Grita.— ¡Porque tengo miedo de arruinar todo y por más qué me esfuerce por no hacerlo termino haciéndolo!

—Aún te amo, Morgan. Creo qué jamás dejaré de amarte, pero necesitas entender qué estoy con Stephen..

—Déjalo.— Me interrumpe acercándose a mí.— Déjalo y estemos juntos hasta la eternidad, nos mudamos de aquí, hacemos una vida juntos y...

—No puedo.— Lo interrumpí.— No puedo hacerle eso.

—Grace... — Susurró suplicante.

—No... — Se giró molesto dándome la espalda. Mis manos temblaban, las lagrimas amenazaban con salir sin permiso.— No me importa.— Susurro y se acercó a mi con determinación y me besó con desesperación.

Reaccioné tarde, pues, cuando me di cuenta, me encontraba respondiéndole el beso y atrayéndolo más a mí.

•••

No podía creer qué había caído nuevamente en sus brazos.

Era como una droga, mi droga personal.

Está vez no me importó, dejé marcas en su cuerpo, mordidas, chupetones, rasguños. Qué recordará todos los días qué él es mío en todos los sentidos. Y qué yo soy suya.

Se quedó dormido después del segundo round, ya era demasiado tarde y mis hermanos estarían preocupados. Me vestí, y tomé mi teléfono pero antes de irme sonó el suyo así qué para no despertarlo contesté sin ver quién era. Sólo no quería levantarlo.

Hola, Morgan. Te hablaba para decirte lo mucho qué me gustó lo de la otra noche, no tuve oportunidad de llamarte porque estuve ocupada en el trabajo.. — Guardé silencio.— ¿Morgan estás ahí?

Sólo conocía una voz con ese acento, con ese tono tan irritante qué odio tanto.

—Noha... — Susurré incrédula.

¿Grace? — Susurro ella.

Colgué el teléfono molesta, y lo aventé hasta su dueño, qué me asustó al verlo sentado en la cama. El teléfono le pegó justo en el pecho.

—¿De verdad, Morgan? ¿Es con Noha con quién te acostaste? ¡Mi amiga! Sabía perfectamente qué entre ustedes no sólo había sido una simple borrachera.— Le reclamé molesta.

—Grace, puedo explicarlo.

—¡No expliques nada! Esto fue un error, nosotros somos un error, así que por favor, no quiero que vuelvas a mencionar qué me amas, borra de tu cabeza qué alguna vez estuvimos juntos.— Y salí del departamento azotando las puertas.

Al estar afuera, marqué el primer número qué apareció y éste contestó al instante.— Grace, me tenías muy preocupado.— Stephen, siempre tan caballeroso.

—Lo siento muchísimo. Te explicaré todo pero iré a tu hotel, espérame ahí.

—Bien, te espero.— Colgué. Tomé un taxi y le di su dirección.

No volverás a lastimarme, Morgan.

•••••••••••••••••••

Viviendo con mi ex | ?? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora