Sombría Embelesada

 Franya me tenía miedo. Tanto fue así que llamó a la policía para decirles que una chica estaba amenazándola y acosándola. Los hombres llegaron pero no encontraron nada de lo que ella decía, no podía probar nada y yo actuaba normal. Su madre no le creía más bien la había castigado y llamó a su padre para que se la llevara en navidad. Franya odiaba pasar días festivos con su padre porque el hombre era bastante estricto ¿Y cómo me entero de eso? Su madre me tiene ahora mucha confianza y está muy avergonzada por lo que le hizo a mi hermano. Me vengué muchas veces sin mover un dedo. Lo único que hice fue mirarla hasta que se pusiera incómoda. Cerraba su ventana todas las noches y podía escucharla gritar de frustración. A pesar de que me estaba divirtiendo con esto (porque ella se lo merecía) mi hermano estaba sufriendo. No salía del cuarto y cuando lo hacía era para ir a la universidad y al trabajo, llegaba y se encerraba en nuestra habitación y se arropaba, a veces lo escuchaba llorar y eso me hervía la sangre.

Días después del suceso con Franya, fui a visitar a Mandy pero cuando llego frente a su casa, me encuentro a Mandy sentada en las sillas de mimbre con Darren. Ambos sonreían.

—Holas —saludé, ellos me miraron sonriendo.

—Meeeel —saltó Mandy para abrazarme y le correspondí—. Te extrañé, loquita.

—Yo también, Mandy —le sonrío alejándome de ella, miro a Darren quien se acerca a mí sonriente.

—Hola, linda —besa mi mejilla como siempre lo hace, cuando se separa le sonrío. Sí, aún me dice linda y sí, aún me parece incómodo no sé porqué.

—Hola, Dan ¿Qué tal? —él asiente.

—Bien, aunque esperando que sea lunes —me dice y guiña un ojo, yo río y asiento.

—Sí, yo también. Voy a buscar una silla —les digo y entro. Ronny al parecer no está, tomo la silla y al darme vuelta estaba Mandy allí.

—Ronny no está. Fue a comprar algunas cosas con Diana —yo asiento. Intento salir pero ella está en medio de mi camino—. ¿Qué es eso del lunes? —yo ruedo los ojos.

—Bueno, todos los lunes ha estado yendo a mi casa a ver The Walking Dead.

Mandy abre los ojos.

—¿Por qué? —yo me encojo de hombros.

—No lo sé, es agradable. Me cae bien Darren, es divertido y bueno, ¿Por qué no? —le sonrío y ella me mira pensativa.

—¿Es como... Una cita?

—No lo sé. Tal vez —le digo solo para que me deje en paz. Por fin me dio paso y salgo con la silla.

Nos sentamos y comenzamos a charlar hasta que llegaron Diana y Ronny riendo a carcajadas, Sonreí alegre y volteé a mirar a Darren, él me miró con complicidad. Cuando volví mi mirada hacia a un lado, Mandy me estaba observando curiosa. Charlamos un rato con Diana ya que Ronny no le hablaba a Mandy y no quería estar cerca de ella. El rostro de Mandy no parecía que le afectara aquello como hace unas semanas... Tal vez lo superó. Darren se ofreció a llevarme a mi casa pero le dije que no era necesario.

—Me quedaré hoy con Mandy. Pero el lunes nos vamos juntos a mi casa, mi papá dijo que haría palomitas dulces para ver The Walking Dead.

Me sonrió alegre, se acercó y besó mi mejilla para luego susurrar a mi oído.

—Lo que más me gusta de ver esa serie, es que puedo pasar tiempo contigo.

Reí, parecía estar coqueteando pero sabía que solo bromeaba. Lo empujé amistosamente.

—Adiós, tonto.

Y así que entro a la casa con Mandy siguiendo mis pasos.

—¿Te gusta Darren? —me pregunta y yo río.