?Conociendo el amor? [NEWTINA]

Habían decidido ir a la Sala y conversar de temas sin importancia por un rato.  Aún no era tan tarde, pero Abigaíl mostró bandera blanca antes que la pareja.  La menor dio un gran bostezo y luego se dirigió a ellos. 

—Hermanito, cuñada...  Me iré a dormir, estoy muy cansada y quisiera soñar mucho esta noche.  –suspiro recordando a Aaron, sí, recordaba su nombre. 

—Descansa Abi.  –musitó tranquila Tina. 

—No sueñes tonterías.  –siseó bromeando Newt.

La pareja se quedó un rato más ahí, ella terminaba trabajo que le quedaba y el mandaba cartas a gente que tenía en espera ya por mucho tiempo, como el Profesor Dumbledore, Theseus, Bunty y su madre Alice. 

—Podrías pasarme ese pergamino por favor.  –pidió con educación la Auror.

Newt levantó la mirada de lo que hacía y volteó a ver el pergamino que le pedían, asintió. Notó que estaba escrito por Percival Graves y en la parte de abajo tenía un cumplido.  "Se veía bellísima hoy". 

—Ah, que observador.  –bufó el mago inglés mientras le pasaba el pergamino a Tina. 

—¿Que ocurre?  –la Auror tomó el papel y lo leyó.

—Nada.

Al terminar de leer Tina vio el mensaje del Sr Graves y se sonrojo automáticamente, casi sin poder evitarlo. 

—Oh, cariño...  Lo hace por molestar, además, no se porque esta hablando tanto conmigo ahora.  Él la mayoría del tiempo solo me saluda –bufó– Y por cortesía.

—¿Y por cortesía? 

—Sí.

—¿porque otra cosa quisieras, Tina?

—Ay cariño, solo fue una forma de decirlo.  –tomó su bolígrafo y siguió marcando cosas en su carpeta, evitando la mirada de su novio.

—No Tina, espera.  –se levantó del escritorio y se fue a sentar al lado de ella en el sofá.– Yo quería dejar el tema de lado, porque de verdad, sentí que estaba siendo muy celoso y por nada del mundo quiero incomodarte, menos aburrirte.  Pero no entiendo porque esas reacciones tuyas al escuchar el nombre de ese tipo.  –la tomó del mentón para que lo mirara.– Podrías decirme tus razones. 

—De verdad no es nada.  Solo que es una sensación rara. 

—Tina, se más clara.

—Me siento enserio halagada por él.  –soltó en un susurro.

—¿Como?...  Ah Tina por favor, no me digas esas cosas.  –se levantó del sofá abriendo un botón de su camisa. 

—No amor, espera.  No te apresures en sacar conclusiones erróneas.  –se levantó y se puso en frente de él.

—¿Entonces?, ¿me cruzó de brazos y me siento?  ¡Por Merlín Tina!. 

—Es que lo que pasa... no es nada de lo que piensas, te he dicho hasta el cansancio que te amo, todo de tí me gusta, amo y adoro todo de tí, no necesito a nadie más.   –le beso corto en los labios.

—¿Pero?...  ¿Necesitas una figura más varonil quizá?

—Scamander, me hieres.  Mejor escuchame y tranquilizate.  –la Auror lo hizo tomar asiento junto con ella.

—Vamos Tina ,querida..  Sácame esta presión del pecho, por favor.   –la tomó por las mejillas.

—Eres adorable mi amor, pero no hay razón para que estés preocupado.  Lo que pasa es que Percival fue mi Auror instructor cuando yo llegué a MACUSA, él me enseñó.  –corrigió.– bueno, a toda la generación, nos enseñó todo, todo lo necesario, nos dio la base para ser los buenos Aurores que somos hoy en día.