Dear diary, - ?byler? [terminada]

— Ugg... mi cabeza. —me quejo.

Nada más abrir los ojos me doy cuenta de que he amanecido en casa de Will. La habitación esta muy iluminada. Hace demasiado sol.

Reviso la hora en mi reloj de pulsera, para asegurarme de que no era tan tarde como creía.

Vale, son las doce y cuarto. Habré dormido unas siete hora. No está mal.

Me levanto del saco y lo vuelvo a colocar dentro del armario. "Ugg, mi cabeza otra vez"

Ayer llevaba un pedo tan grande que ni me puse un pijama ni nada y he tenido que dormir con el disfraz puesto...

Espera. ¿Y mi chico? Supongo que se habrá despertado antes que yo y estará abajo en el salón. Salgo de su cuarto y no oigo ni una mosca. Creo que la familia Byers no está en casa.

Bajo rápidamente las escaleras para comprobar que no me he quedado solo del todo y observo que Will está sentado en el sofá mirando el móvil. Quiero acercame a saludarle pero...

— Dios, como me duele la cabeza. —digo llevandome la mano a la frente. No debí bajar las escaleras tan rápido.— ¿Tenéis algo para la resaca?

— Eh... creo que tenemos pastillas en el baño. —contesta algo seco.

— Vale... —me giro para subir las escaleras de nuevo pero enseguida reacciono y me dirijo hacia mi chico para darle un beso.— Bueno días bich–

— Si, hola. —responde haciéndome la cobra y sin mirarme a la cara.

— ¿Qué pasa?

Ya decía yo que Will estaba muy borde hoy. Al principio no caí. Pero ahora estoy seguro de que está así por lo de anoche.

Joder, la cagué pero bien.

— Nada, ¿Tienes hambre? Te puedo hacer el desayuno. —se levanta en dirección a la cocina.

— No, no hace falta. No os quiero robar comida. —contesto.— Oye, ¿anoche pasó algo o algo?

— Pasaron demasiadas cosas creo yo. —dice deteniéndose delante de mí.

— ¿Ah sí?

Sé que está mal y no debería hacerlo pero... Creo que la mejor opción que tengo ahora es mentir. Anoche se me escaparon muchas gilipolleces, y si le digo que me acuerdo se va a pensar que las dije enserio...

— Que te lo cuente Connor. O perdón, tu teacher. —me aclara, esta vez mirándome a la cara. Parece que la pelea acaba de comenzar.

Vale, hora de mentir como un bellaco.

— Eeeh... ¿Qué hice con él? —pregunto confuso.— ¿No abr echo el ridículo delante del profe no? Joder ya verás en clase...

— Te ha faltado poco para hacer algo con él la verdad... —dice molesto.

— ¿Hacer el qué?

— Por donde empezar... Se te acercó sin camiseta y te quedaste mirándole la tableta como un imbecil mientras yo estaba delante. Ah claro, pero según tú eso es normal, perdón. Seré yo que soy un aburrimiento de novio.

Mierda. Si es que dije una estupidez detrás de otra.

— ¿Qué? Espera. ¿Te dije eso?

— Es imposible que no te acuerdes, solo te tomaste tres copas.

— E-eh... No me acuerdo Will. —tartamudeo nervioso.— ¿Tú crees que si fuera cuerdo te diría eso?

— Ibas más cuerdo que nunca, dijiste todo lo que antes no te atrevías a decir. —responde, y puede que tenga razón. Pero mi intención nunca fue hacerle daño.— Ah, y te quedaste mirando a todos los chicos que iban sin camiseta y dijiste que te ponían mucho.