Dear diary, - ?byler? [terminada]

— Mike, ey... —susurro acariciándole con delicadeza su suave rostro— buenos días.

— Ay... —se queja hundiendo la cabeza en la almohada— cinco minutos más, amor.

Ayer sin duda fue un día agotador. Fue nochebuena y estuvimos en la calle casi todo el día haciendo las algunas compras para nuestros amigos. Por suerte mis padres me han enviado algo de dinero extra y pudimos permitirnos algunos caprichos.

De momento mi chico y yo llevamos bien la convivencia, a pesar de todo el estrés que conlleva tener de una casa. Pero nos organizamos bastante bien y además me encanta estar tanto tiempo a su lado. Cuando tenemos tiempo libre vemos series abrazados en la cama, cocinamos algún postre, jugamos con Chester... Está siendo muy divertido y eso que sólo llevamos dos semanas.

— Veeenga que es navidad. —le insisto. Siempre me despierto antes que él y me cuesta mucho hacer que se levante de la cama.

Mike abre sus brillantes ojos castaños y tras esbozar una pequeña sonrisa me planta un dulce besos sobre los labios. Sin duda los amaneceres a su lado son los mejores.

— Es la primera navidad que pasaremos a solas, es importante. Aunque para la próxima podemos invitar a más gente.

— Cómo quieras. Pero creo que nos merecíamos una Navidad los dos juntos, ¿no crees?

— Si si, después de todo lo que hemos pasado nos lo hemos ganado. —le devuelvo el beso— y feliz navidad a ti también, ranita.

—Voy a hacer el desayuno. —dice levantándose de la cama— Tostadas, por supuesto.

Sabe que me encantan las tostadas.

— Si porfavoor, me muero de hambre.

Ambos salimos de la habitación y enseguida Chester se acerca a nosotros moviendo eufóricamente su cola. A veces duerme con nosotros en la cama pero normalmente prefiere dormir en el sofá. Siempre ha sido un perro bastante independiente aunque cariñoso también.

— Feliz Navidad a ti también Chester. —le saluda Mike arrodillándose para acariciarle.

— Jo sois adorables.

— Como tú.

— Que va. —río— Por cierto ya dejé los regalos debajo del árbol.

Entre las compras que hicimos ayer también decidimos comprar un arbolito de navidad en una tienda de objetos para el hogar que hay por aquí cerca. No es demasiado grande, es más o menos de un metro de altura. Pero para ser nuestro primer árbol no está mal.

Lo hemos decorado con los típicos adornos de navidad y una gran estrella arriba. Le da un toque más alegre a la casa.

— Ay, vamos a abrirlos ahora. —me pide— Por favooor.

Finjo que me lo pienso y finalmente accedo. Yo también me muero de ganas de saber que me ha regalado.

— Venga va. Tú primero. —le doy uno de los regalos envuelto en un papel rojo con pequeños dibujos de arbolitos de navidad.

— Ayy ¿que será?

Abre el envoltorio con cuidado y en su interior hay una caja con unos cuantos funkos. En cuanto los ve una gran sonrisa aparece en su rostro, parece un niño pequeño. Se me llena el corazón de ternura al verle así.

— Son los funkos que te faltaban de la colección. —sonrío— Algunos fueron casi imposibles de conseguir peero tengo contactos.

— Awww, ¡me encantan! —exclama mirándolos sin sacarlos de su respectiva caja.