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ㅡHaeWon, ven aquí, papá está por acá ㅡpronto la madre de la niña apareció y se apresuró en tomar a su hija ㅡ. Lo siento, creo que te ha confundido con su papá. ㅡse disculpó la joven mujer, inclinándose hacia JeongGuk y sonriendo amistosamente

JeongGuk le devolvió la reverencia y trató de hacer lo mismo con la sonrisa a pesar de su corazón que se había contraído dolorosamente.

La vocecita de la niña hacía eco en su cabeza y las ganas de llorar lo invadieron velozmente, obligándolo a apretar los dientes y respirar hondo. 

Él nunca podría ser llamado así. Nunca tendría un bebé para amar y proteger como esa madre hacía con la pequeña, como todos hacían con sus pequeños.

Las imágenes del piso lleno de sangre volvían a su memoria, las palabras del médico sentenciando su cruel destino y las críticas de la gente... todo volvía y le impedía respirar, haciéndole doler las entrañas.

Se las arregló para continuar y se dio la vuelta, evitando mirar a su esposo que definitivamente no pasó por alto lo que acababa de suceder.

Todo a continuación fue silencioso, incómodo y gris. Pagaron, subieron las cosas al auto y volvieron a casa, JeongGuk no pronunció palabra alguna y TaeHyung sólo podía pensar en qué hacer para hacerlo sentir mejor, insultándose a sí mismo al recordar que muy probablemente él no tenía esa capacidad ya que, de nuevo y jodidamente de nuevo, él y su esposo no eran tan cercanos. 

Llegaron a casa y el silencio permanecía, JeongGuk estaba en un trance y en automático se dispuso a preparar las galletas, después de todo no quería decepcionar a TaeHyung, él había dicho que quería hacer galletas y debía hacerlas.

Sin embargo, mientras vertía los ingredientes en el tazón, su corazón no pudo más y terminó por quebrarse en un llanto silencioso y profundo. Lloró bajito, tragando sus sollozos y su propio aire para que su esposo no pudiera escucharlo, luchó por seguir preparando las galletas a través de sus espesas lágrima que lo dejaban ciego y apretó en su puño la pequeña pala de plástico con la que mezclaba la masa. 

Pero sus esfuerzos para pasar desapercibido no resultaron y lo supo cuando repentinamente, la mano grande de TaeHyung tomó su muñeca, impidiéndole seguir mezclando los ingredientes. 

JeongGuk se quedó quieto en su lugar luego de soltar un diminuto jadeo por la impresión, su llanto había cesado debido a la sorpresa pero su cuerpo seguía teniendo pequeños espasmos.

Por su parte, TaeHyung se mantuvo detrás de él, sosteniendo firme pero gentilmente su muñeca y mirándolo hacia abajo con preocupación y pesar, escuchando sus pequeños hipidos con el ceño fruncido en una expresión de dolor.

ㅡ¿Por qué te escondes? ㅡinquirió con esa voz profunda y calmada, respirando hondo y haciendo chocar su aliento cálido contra el cabello de su esposo, oliendo su esencia intensificada gracias al calor que su cuerpo emanaba por el llanto.

JeongGuk no respondió inmediatamente, tuvo que tomar su tiempo para tragar el nudo en su garganta y lidiar con el dolor creciente en su ser. Sollozó un par de veces más hasta que pudo articular palabras.

ㅡLo siento... ㅡmurmuró con la voz craquelada, manteniéndose inmóvil y sintiendo la mano dura y cálida de TaeHyung alrededor de su muñeca.

TaeHyung suspiró de nuevo. No sabía cómo exactamente, pero no dejaría que JeongGuk siguiera llorando a solas, de eso sí estaba seguro.

ㅡ¿Por qué lloras? ㅡpreguntó a pesar de saber la respuesta; aún así quería escucharlo de la boca de su esposo, quería ser él en donde JeongGuk pudiera soltar todo su dolor, debía ser él.

Debía, quería ser su apoyo por primera vez.

Ya no quería más distancia, quería abrazar a JeongGuk con todo y sus pesares, quería ser él su refugio luego de haberlo dejado tanto tiempo solo.

Al ver que el castaño no le respondía, lo hizo girarse hacia él, tomándolo por la cintura y soltando su muñeca. El joven agachó la cabeza, no quería dar la cara, no ahora. Pero TaeHyung agarró su mentón y lo obligó a mirarlo, y le dolió profundamente verlo así de triste. Los ojos de JeongGuk brillantes por las lágrimas se sintieron como una flecha en su pecho.

ㅡSé que debo superarlo ya pero... no puedo... es muy difícil. ㅡlloró JeongGuk, mirando a los ojos a su marido.

TaeHyung negó con la cabeza antes de responder.

ㅡEstá bien si no lo has superado ㅡaseguró, limpiando con su pulgar las lágrimas que resbalaban por las mejillas de Guk ㅡ. No te castigues por sentir dolor, mereces todo el tiempo para sanar. ㅡTaeHyung comenzaba a sonar como su antiguo yo, como el TaeHyung amable y comprensivo. Le costaba hacerlo, se sentía seguro siendo rígido y estoico como aprendió a serlo en el ejército, pero eso no era lo que JeongGuk necesitaba.

JeongGuk necesitaba paciencia y amor... al igual que él.

ㅡYo... yo lo lamento... lamento todos los días no haber podido traer al mundo a nuestro bebé. ㅡconfesó con tanto dolor que las últimas sílabas habían sonado descompuestas y arrastradas por un río de lágrimas. TaeHyung soltó su mentón y lo estrelló contra su pecho, rodeándolo con ambos brazos y queriendo protegerlo hasta del mismo aire. Con su mano sostuvo la cabeza de JeongGuk y enterró sus dedos entre su cabello lacio mientras escuchaba el llanto que se perdía en su pecho y sentía las lágrimas mojar su ropa y su piel.

ㅡNo es tu culpa ㅡaseveró, frunciendo el ceño, recargando su barbilla sobre la cabeza de su esposo sin dejar de acariciar su cabello ㅡ. Deja de creer que lo es. 

ㅡ¿Entonces a quién más puedo culpar? ¿A quién culpas tú? ¿Acaso no lamentas todo esto? ㅡJeongGuk se separó un poco para verlo, ahora sus manos empuñaban la camisa del moreno mientras sus ojos brillantes lo miraban expectantes.

TaeHyung lo miró de vuelta y volvió a limpiar unas cuantas lágrimas de su rostro antes de suspirar.

ㅡClaro que lo lamento, más de lo que crees, más de lo que demuestro... ㅡdeclaró con la mirada tormentosa ㅡ... pero no hay nadie a quien culpar, esto sucedió así, no hay responsables... ni siquiera nosotros.

JeongGuk lloró un poco más, queriendo asumir la explicación de su esposo, deseando dejar de culparse antes de esconderse de nuevo en el pecho de él.