Tras entregarse a su esposo en la noche de bodas, JeongGuk es abandonado por éste durante dos a?os debido a que su esposo debía ir a servir al ejército.
Cuando lo ve regresar y entrar por esa puerta, se da cuenta que de aquel hombre que vio por últ...
ㅡ¿De verdad no quieres que te dé un aventón a casa?
ㅡMuchas gracias, pero tengo que llegar a comprar algunas cosas, así que mejor voy a pie.
ㅡPero ya está oscuro ㅡseñaló SeungWan con preocupación ㅡ. Puede ser peligroso para una jovencita andar sola en la calle de noche. ㅡinsistió la recepcionista, pero DaAh soltó una risita y se mostró completamente despreocupada.
ㅡLe aseguro que estaré bien, no se preocupe. Tomo este camino todos los días. ㅡdijo con total convicción, caminando hacia la calle y agitando su mano para despedirse de SeungWan, quien sólo pudo suspirar con resignación mientras veía a la linda chica alejarse.
Tal como lo había dicho, DaAh se detuvo en una pequeña tienda en la esquina de la calle a comprar los ingredientes para preparar la cena de esa noche. Le había prometido a su abuelo cocinar la cena ese día, así que no podía olvidarse. Puso todo lo que compró en una bolsa reciclable que siempre cargaba en su mochila y continuó con su caminata a casa.
ㅡVas a cocinar sundubu jjigae, ¿o me equivoco? ㅡde pronto, una voz la hizo voltear confundida. Se trataba de un hombre que montaba una motocicleta y venía detrás de ella innecesariamente despacio.
DaAh lo miró confundida, frunciendo el ceño y todo. Debido a que era un completo extraño acercándose a ella de noche, decidió ignorarlo y caminar más deprisa, y ante su reacción, el hombre soltó una risilla divertida.
ㅡEs mi culpa por haberme acercado así nada más ㅡdijo luego de acelerar un poco para alcanzar a DaAh, quien ya estaba comenzando a inquietarse. Si bien la calle no estaba completamente vacía, un desconocido en una moto queriendo entablar una conversación con ella de la nada no era precisamente tranquilizador ㅡ. Haces bien en ignorarme, hoy en día es peligroso... tú sabes... en fin. Me llamo DongHyeok. ㅡdijo, manteniendo la marcha al ritmo de los pasos de DaAh.
ㅡDeje de seguirme y váyase. ㅡordenó la chica, mirando de nuevo al sujeto con enfado.
ㅡEs decir, sé que es peligroso hablar con desconocidos, pero justo por eso decidí seguirte. No me gusta la idea de una chica tan bonita caminando sola de noche.
A ese punto DaAh ya estaba tan enfadada como asustada. Había comenzado a regañarse por no haber aceptado el aventón de SeungWan, así que aceleró su paso todavía más.
ㅡEstá bien, no tienes por qué hablar conmigo ㅡvolvió a hablar el hombre ㅡ. Sólo deja que me asegure de que llegues bien a tu casa.
ㅡ¡Si no me deja en paz voy a armar un escándalo! ㅡchilló la chica, advirtiéndole al hombre, quien no pudo hacer más que sonreír coquetamente, ciertamente divertido por la encantadora y gruñona chica.
ㅡEres muy bonita como para enojarte tanto ㅡle dijo, recibiendo una mirada aún más mordaz ㅡ, pero está bien, no quiero hacerte enojar. Ve con cuidado, nos vemos. ㅡy sin más, aceleró y se marchó, dejando a DaAh confundida, molesta y asustada en partes iguales.
¿Qué había sido eso?
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ㅡDeberías ir a la cama ahora... es tarde. Creo que fui muy desconsiderado al llevarte a caminar de noche. ㅡdijo TaeHyung, encendiendo la lámpara junto a la puerta y cerrando ésta detrás de él.
Desde el día en que se casaron, TaeHyung nunca volvió a cerrar la puerta mientras la casa estuviese a oscuras.
ㅡEstá bien, no es tan tarde ㅡrespondió JeongGuk, mirando a su esposo hacia arriba efímeramente y sosteniendo su suéter terciado en sus manos ㅡ. Iré a darme un baño ¿Tienes hambre? ¿quieres que prepare algo para cenar? ㅡinquirió, señalando la cocina a penas con su dedo índice.
ㅡNo, no... ㅡdeclinó el azabache con su suave y profunda voz ㅡ... estoy bien, ve a bañarte y vete a la cama de inmediato. No quiero que mañana estés cansado.
El castaño asintió suavemente y caminó a la habitación para preparar sus cosas, dirigiéndose al baño segundos después. TaeHyung debía tener hambre, estaba seguro. Un hombre tan grande no podía estar satisfecho con un desayuno y un almuerzo, pero tampoco quería insistir e inquietar a su marido. De todas formas sabía que TaeHyung no lo dejaría mover un dedo ahora que pasaba de la media noche, mucho menos si era para cocinar.
Ahora que lo recordaba, TaeHyung nunca le pidió que cocinara o que limpiara. Y bien, que JeongGuk siempre lo había hecho porque fue así como su madre se lo enseñó, pero TaeHyung nunca demostró mucho interés en la obligatoriedad de la cocina y el aseo de la casa. Incluso cuando estaban comprometidos, nunca le preguntó si sabía cocinar y tampoco le advirtió que limpiara, lavara y planchara bien...
Al volver de la ducha, el castaño entró a la habitación secando su cabello con la toalla, encontrándose con su marido quien sacaba del clóset algo de su propia ropa y una manta.
ㅡQue descanses. ㅡle dijo a JeongGuk antes de caminar hacia la puerta del cuarto.
Y sin pensarlo dos veces, JeongGuk lo llamó para detenerlo.
ㅡ¿No vas a dormir aquí? ㅡpreguntó confundido, frunciendo el ceño y sintiendo la vergüenza calentar un poco su rostro.
TaeHyung se giró para mirarlo fugazmente.
ㅡNo. ㅡy dicho eso, se marchó a la sala, dejando a su esposo tan desilusionado como avergonzado.
JeongGuk se preguntaba hasta cuándo TaeHyung dejaría de dormir en el sofá.