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Había pasado casi una semana, y JeongGuk se estaba adaptando a su nuevo auto. Se sentía extraño no tener que ir a esperar el bus, incluso un día olvidó que ahora tenía un auto y caminó a la parada. No fue hasta que iba a medio camino que un pequeño jadeo se le escapó al recordar repentinamente que no se suponía que debiera estar allí.

Ese día JeongGuk rio tanto de sí mismo como nunca lo había hecho, incluso tuvo que contarle a SeungWan y a DaAh, quienes también rieron mucho. Además, gracias a su descuido, TaeHyung pasó por él en la noche, lo cual JeongGuk disfrutó en secreto.

Como sea, nunca volvió a olvidarlo, y justo ahora se estaba bajando del coche luego de estacionarlo frente a su casa. Había terminado de trabajar temprano, así que aprovechó para ir al supermercado y comprar ingredientes para preparar la cena; y justo cuando estaba bajándolos del maletero, la voz de la señora Lee lo hizo voltear.

ㅡHola cariño.

ㅡAbuela ㅡsonrió JeongGuk, mirando a la anciana hacia abajo debido a lo bajita que era ㅡ, ¿está dando su paseo más tarde hoy? 

ㅡNada de eso, salí a pasear a Gol y a Maru a la misma hora ㅡrespondió enérgicamente ㅡ. Salí porque oí el ruido del motor y tenía que decirte algo. ㅡal escuchar eso, JeongGuk abrió un poco más sus ojos con curiosidad y sorpresa.

ㅡ¿Qué cosa?

ㅡ¿Por qué no vamos adentro? Es una charla larga, además... ㅡhizo una pausa, mirando hacia todos lados ㅡ... no quiero que nadie se entere. ㅡsusurró, haciendo reír al castaño, quien no pasó por alto el cambio de actitud de la abuela con respecto a la privacidad.

Supuso que había aprendido su lección.

ㅡEstá bien. Si quiere puede entrar primero y esperar en la sala, debo bajar todo eso. ㅡdijo, señalando el interior del maletero.

ㅡDeja que te ayude. ㅡrespondió la señora, intentando agarrar una bolsa, pero siendo detenida por JeongGuk, quien tomó sus manos gentil pero firmemente.

ㅡNi hablar. Vaya adentro, no me tardaré.

La anciana resopló antes de darle una palmadita en el brazo a manera de regaño, pero obedeciendo finalmente y caminando hacia la casa de Guk.

Una vez con todas las compras dentro de la casa, JeongGuk se sentó en el sofá junto a la anciana, dejando sobre la mesa una bandeja con dos tazas de té de jazmín.

ㅡNo quise irrumpir así como así, pero no quiero volver a perjudicarte hablando de cosas privadas en la calle. ㅡaclaró la señora Lee.

ㅡNo se preocupe, así estamos más cómodos, Pero por favor no me siga matando de la curiosidad y dígame. 

La anciana miró a JeongGuk por unos instantes antes de tomar una taza y beber un poco.

ㅡEspero no incomodarte, cielo... ㅡcomenzó diciendo, volviendo a mirar al joven ㅡ... pero creo que mereces saber sobre una oportunidad así ㅡsuspiró ㅡ. Como bien sabes, mi hija es médica. Hace un buen tiempo me habló de una nueva clínica que estaban construyendo en las afueras de la ciudad... creo que la primera vez que lo mencionó fue hace casi dos años, de hecho ya me había olvidado hasta ayer... ㅡla anciana se calló por un momento antes de continuar. ㅡ... resulta que la clínica no es una clínica común, cariño. 

ㅡ¿No es una clínica común?  ㅡrepitió JeongGuk, más intrigado que antes. ㅡ¿A qué se refiere con eso?

ㅡEsto es algo nuevo, cariño. Mi hija tuvo el privilegio de enterarse antes. La clínica está enfocada en fertilidad y embarazo.

El corazón de JeongGuk dio un vuelco al escuchar aquello.

Una clínica especializada en fertilidad y embarazo...

ㅡ¿Por qué me cuenta esto, abuela? ㅡpreguntó el joven, temeroso de sus propios pensamientos.

Aterrado de tener esperanza.

ㅡCariño... ㅡla anciana tomó las manos de JeongGuk entre las suyas y buscó su mirada ㅡ... allí pueden ayudarte a tener un bebé.