amo que ya amén esto. Gracias por los votos y comentarios de el primer capítulo. Saber que les gusta me motiva a estar más!
El lunes llegó casi tan rápido como un parpadeo. El sol estaba radiante, digno de una mañana primaveral, donde los pajaritos cantaban apoyados en el barandal del balcón y las flores aromatizaban las calles de la ciudad.
Julián despertó cinco minutos antes de que la alarma sonara, y deslizando por la pantalla para sacarla antes, miró a su hijo descansando entre las frazadas que casi lo tapaban por completo. Rulos largos y bien definidos, con una tez blanquesina idéntica a la de su madre, pero con una naricita bien perfilada como la de su padre, ceño ligeramente fruncido, mientras mamaba del chupete como si en sueños estuviera aferrado al pecho de su madre.
"Buen día..." saludó por lo bajo, quitando ese rulito rebelde que caía en su frentecita antes de inclinarse para dejarle besitos suaves en la mejilla. Izan se remueve apenas en la cama, buscando el calorcito del omega y ese aroma maternal que apaciguaba todo malestar. "Hola, amor. Ya es de día, hay que despertarse..." sigue en ese mismo tono cargado de dulzura, sin parar de dejarle besitos tiernos en la carita.
E Izan abre los ojitos con lentitud, haciendo relucir esas bonitas pestañas que, sin dudas, había sacado de Lautaro. Julián sonríe y lo apega a su cuerpo para envolverlo en un cálido abrazo matutino.
"Buen día, ¿te acordás qué día es hoy, hijo?" Acaricia la espalda del cachorro y sonríe suave al sentir ese peculiar aromita a bebé que soltaba su nene al estar cerca suyo.
"Jardín." Responde al quitarse el chupete para hablar, frotándose los ojitos, a la vez que un gran bostezo perezoso escapaba de su boquita. "Jarim, mami." Vuelve a decir, con algunas letras faltantes y una pronunciación llena de dulzura que hace latir el corazón del omega con fuerza.
"Sí, pero hoy es tu cumple... tu cumple feliz, amor." Trata de hablar con emoción, pero la reacción de Izan es igual a la de todas las mañanas. Un ceño fruncido más notorio, el chupete en la boca y los ojitos cerrados para seguir durmiendo.
Las mañanas eran un tema complicado a tratar con el cachorro. Generalmente, Izan era súper simpático y dulce, salvo por las mañanas, que era donde más vulnerable y sensible se encontraba.
Esta vez el omega opta por dejarlo descansar un poco más para tener tiempo. Se prepara rápido antes de ir a la cocina para acomodar el desayuno que había encargado para su hijo con las cositas que Izi más disfrutaba comer. Tiene tiempo para organizar las cosas de la facu, así como también tiene el tiempo de pensar en el regalo de Joaquín, la pareja de su ex y padre de su hijo.
Tiene la taza de café recién servida cuando Izan entra a la cocina con los bracitos alzados y los ojitos llorosos, probablemente por despertar solo. Eran las ocho y media de la mañana y había un solcito que pegaba de lleno en el departamento, a pesar de que las cortinas y las persianas estaban bajas todavía.
"Hola, amor... Feliz cumpleaños, hijo." Dice por lo bajo una vez tiene al nene en brazos y bien acurrucado contra su pecho. Lo mece suavecito, marcándolo con su aroma dulzón para calmar cualquier tipo de angustia en él y suspira. "¿Querés que mami te muestre tu regalo?" pregunta con esa misma emoción. No podía evitarlo. Izan era su más grande orgullo.
"¿Degalo para Izi?" pregunta apoyando una manito en su pecho para autoseñalarse. Julián asiente y ríe bajito cuando los bracitos del nene lo abrazan con fuerza. "Izi no tiene degalos para mami." dice al segundo, ahora haciendo notar un adorable puchero en sus labios.
"No importa, amor. Es tu cumple, yo tengo que hacerte regalitos." Lo abraza un poco más fuerte para dejarlo bien contra su pecho, como si el nene fuera un osito de contención. Amaba que Izan sea tan suyo.

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yuanfen ─ julian a. ; enzo f
Random'^?, ???????. es la fuerza entre dos amores que están destinados a estar juntos.