yuanfen ─ julian a. ; enzo f

Holis! Aquí un nuevo capítulo.
No tan largo, no tan corto. Más bien es la continuación del anterior que no quise dejar todo en un mismo cap ja.

Ojalá les guste. Gracias por todo el apoyo que le dan a lo que escribo, me motivan siempre a seguir con esto. 🤍

"¿Y qué hacemos?" La voz de Enzo hace que Julián se estremezca por completo. Habían salido los tres juntos, pero no tardaron en darse cuenta que la excusa del alfa para acompañarlos, ya no era tan válida.

Cada uno había ido en su propio auto.

El omega se sonroja lentamente y hace una muequita. Sabía que ahora le tocaba dar ese pasito, sabía que también tenía que tomar las riendas del asunto si quería que pase algo entre ellos. "No sé...Vamos a casa, si queres."

"¿Te sigo?"  Pregunta y Julián asiente, derritiéndose ahí mismo por la sonrisa brillante del alfa. Enzo se inclina y deja otro pequeño beso en los labios ajenos antes de ir rapidito a su auto que estaba estacionado  al frente.

Mientras el auto blanco de Julián arranca, Enzo hace calentar su vento gris para seguirlo. No tardan demasiado en llegar, lo justo para calmar la ansiedad de ambos y prepararse para lo que sea que pueda pasar ahí adentro.

Enzo deseaba encontrarse con un Julián más suelto que la primera vez, aunque entendía si no pasaba nada y solo compartían un momento juntos. Sabía que con Izan cerca, las probabilidades de intimar eran muy bajas, y raramente, no tenía problema con ello.

Al llegar al edificio, Julián estacionó en su lugar habitual mientras que Enzo lo hacía unos metros más adelante. Izan seguía profundamente dormido en el asiento de seguridad: Juli lo observó por el retrovisor y marcó una pequeña sonrisa, se sentía un poco inquieto por querer iniciar su vida amorosa teniendo que priorizar a Izan en todo momento. Bajó primero del auto y desabrochó con cuidado el cinturón del nene para hacerle upa, dejándolo recostado sobre su pecho.

"¿Necesitas ayuda con algo?" Pregunta Enzo al acercarse, notando como Julián sostenía al nene con un brazo y sacaba las llaves de su bolsillo con la mano libre.

El omega niega con la cabeza, haciendo notar una sonrisa pequeña en sus labios."Tranqui, yo puedo."

Subieron juntos al ascensor. El silencio era cómodo, roto solo por el murmullo de la ciudad que se colaba por las rendijas y la respiración tranquila de Izan. En el pequeño espacio del ascensor, la cercanía entre ambos se sentía más intensa. Julián notó el aroma de Enzo, una mezcla de algo fresco y masculino que le resultaba embriagador. Enzo, por su parte, no podía apartar la mirada de Julián, se sentía completamente embelesado por ese omega bonito.

Al llegar a su piso, Julián abrió la puerta con sumo cuidado. El departamento estaba a oscuras y tranquilo. Entraron, y la primera prioridad de Julián fue llevar a Izan al cuarto que le había preparado, pero que el nene jamás había usado. Enzo, sin saber bien qué hacer, lo siguió en silencio, observando cómo Julián dejaba al cachorro con delicadeza sobre la cama, como lo tapaba con esas frazadas de superhéroes y le daba un beso tierno en la frente.

Cuando Julián finalmente salió de la habitación, Enzo ya lo esperaba en el pasillo. El omega carraspea al notar la tensión en el lugar y da un pequeño paso para acercarse a él. "¿Queres algo para tomar?"

"A vos te quiero." Cortita y al pie, Enzo se acercó un poco más y no tardó en juntar sus labios en un pequeño beso.

Con Izan dormido en su cuarto y con las luces necesarias encendidas en el departamento, ambos sabían que no estaban ahí para discutir de la vida; por eso mismo Julián decide dar el segundo paso y solo agarrarlo de la mano para llevarlo a su habitación.