"Equipo 10"
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Cinco días.
Eso es lo que ha pasado desde que me "mudé" con Naruto. A veces parecen más, a veces menos. Supongo que es porque no me detengo a pensarlo mucho... Hasta ahora, que estoy frente al espejo, viendo cómo todo cambió tan rápido.
Mientras me vestía, trataba de ignorar el símbolo Uzumaki bordado en mi nueva chaqueta. Fue idea de Naruto, por supuesto. Dijo que me vería genial con él. Que representaba fuerza, orgullo... y familia. No sé si me convenció o si simplemente no tenía ánimos para discutir, pero aquí estoy. Vistiéndolo.
Y sí, se siente raro. No incómodo, solo... Distinto.
Dejé el equipo 10 también. Lo pensé bastante antes de hacerlo, pero Naruto me empujó un poco a tomar la decisión. ANBU me ofrecía justo lo que necesitaba ahora mismo: algo nuevo. Algo mío.
Ino se enteró ayer. Me dijo que me odiaba y que me amaba al mismo tiempo. Que era una traidora por irme... Pero que igual me iban a hacer una fiesta de despedida. Porque claro, el drama siempre es necesario cuando se trata de Ino.
No estoy segura de querer una fiesta, pero tampoco tengo opción. Ya organizaron todo.
No he hablado con Shikamaru desde aquella discusión, pero sé que no está contento con mi decisión... O al menos, eso es lo que Ino me ha dicho. Y ella no es precisamente la más discreta con esos temas.
Me acerqué a mi nueva cama para tomar mi falda negra, un intento de Ino por hacerme ver "más femenina", según ella.
El departamento de Naruto no era tan grande como para meter otra cama, pero después de que su sensei Jiraiya nos encontrara durmiendo juntos en la misma... bueno, es algo que preferimos evitar.
No estamos dispuestos a volver a pasar por ese momento incómodo.
Naruto no estaba en casa cuando salí. Dijo que se iría temprano a entrenar, que no quería llegar tarde a su propia reunión. Aunque, sinceramente, creo que lo hizo para dejarme espacio. Últimamente ha sido así... Atento en silencio, y aunque a veces no le digo nada, se lo agradezco.
El sol no pegaba tan fuerte, pero el aire era más cálido de lo normal. Caminé sin prisa por las calles de Konoha, sintiendo las miradas de siempre. No eran agresivas ni molestas, solo... Curiosas. El símbolo de mi chaqueta captaba toda la atención. Antes bajaba la mirada. Hoy ya no.
Me acostumbré. Supongo.
Llegué al lugar de siempre: el BBQ de la esquina, ese al que Choji jamás podría decirle que no... Y yo tampoco. Al abrir la puerta, un aroma cálido me envolvió y por un segundo olvidé todo lo demás. Asuma-sensei ya estaba allí, con un cigarro a medio acabar entre los dedos y cara de "ya era hora". Choji alzó la mano para saludarme, con una sonrisa que siempre parecía genuina.
—Pensé que Ino vendría contigo —dijo Asuma, dándole una calada lenta al cigarro.
—No. Supongo que se está arreglando como si fuera una boda —respondí con una risa, sentándome frente a ellos.
Choji soltó una risa bajita. Asuma sonrió, de ese modo que no deja ver si se burla o simplemente te comprende.
—¿Y Shikamaru? —pregunté.
Estoy molesta, si. Pero eso no significa que deje de interesarme por él. Aunque me cueste admitirlo.
—Dijo que llegaba luego... Pero no dijo cuánto es "Luego" —contestó Choji, encogiéndose de hombros.
