MÚSICA
🎵 Connor and Hank - Connor Nima Fakhrara 🎵Aquella noche llovía, no una lluvia torrencial pero bastante como para dejar a uno empapado hasta los calcetines y así es como se encontraba Connor en aquel momento, empapado de pies a cabeza, pero no tenía otra elección, debía encontrarse con una persona con quien le habían otorgado el caso de los divergentes.
Y su ubicación en aquel momento era Jimmy's Bar. Un bar en casi medio de la cuidad aunque algo escondido entre los edificios que lo rodeaba, no era muy fácil de encontrar si no lo veías muy bien, pero Connor que no pasaba de alto ningún detalle, lo había ubicado en un abrir y cerrar de ojos.
Se frenó en la calle a ver el lugar por ultima vez, en su mano llevaba aquella moneda haciéndola saltar desde su palma hacia el aire con habilidad. Se detuvo y la guardó en su bolsillo trasero, era como para quitar el estrés como decían los humanos, pero él no tenía estrés, era un androide.
Acomodó su corbata como siempre y se dirigió a la puerta del bar. En ella se encontró con un cartel que dictaba en letras grandes: NO SE PERMITEN ANDROIDES. Abajo también había un cartel que prohibía el ingreso de mascotas, mas que nada perros.
Connor pasó por alto todas aquellas advertencias, no le importaba. Ingresó de igual manera y varios se voltearon a ver hacia él, la mayoría puso una mueca de disgusto al ver su traje que con un claro y bastante llamativo diseño lo destacaba como un androide. Nadie dijo nada, pero con aquellas miradas lo habían dicho todo.
El androide escaneo el lugar, tenía que encontrar al teniente Anderson.
—¡Yo creía que no los dejaban entrar! —se quejó uno al final de la barra.
El bar no era muy grande, pero tampoco era muy chico, cabían unas cuantas mesas y sillas pasando de la barra contra la pared de la derecha y a pesar de la hora habían unas cuantas personas dentro, por lo que a Connor se le haría un poco mas difícil encontrar a su objetivo.
De fondo se oía aquella música tranquila que después de unos cuantos tragos podía dormir a cualquiera.
Connor se dio un paseó por el pasillo que le quedaba para desplazarse en todo el bar. Con sus ojos escaneo a todos los que se encontraban dentro y jamás imagino que a quien buscaba sería a una mujer, solamente le habían dado su apellido por lo que asumió ser un hombre en un bar. Estaba bastante equivocado.
En uno de los bancos de la barra se encontraba una mujer de cabello rubio muy claro que le llevaba por los hombros, una chaqueta de cuero y unos jeans algo gastados. No llegaba a ver su rostro aún pero era la única persona que le quedaba por escanear y si tampoco era ella entonces le habían pasado muy mal la informacion de su paradero.
Connor se acercó a ella en la barra, la joven tenía sus manos a la altura de la cien de su cabeza y con su cabello cubriendo su rostro, no podía identificarla aun, pero cuando la escaneo supo que era a quien estaba buscando.
—Teniente Anderson, me llamo Connor —Connor vio que frente a ella había un trago de whisky casi vacío—. Soy el androide que envía CyberLife, fui a la comisaría y me dijeron que no sabían donde estaba, que quizá estuviera tomando algo por la zona. He tenido la suerte de encontrarla en el quinto bar.
Barbara llamándola la atención aquella gruesa voz, levantó la mirada de la mesa y se giró a ver a Connor, a causa del alcohol no lograba reconocerlo al primer intento.
—¿Tienes el software defectuoso? ¿Que no viste el cartel en la puerta? —le dijo ella no de muy buen humor, después de un día tan largo había preferido ir a beber un poco que volver a su casa.
—¿Me recuerda? —le preguntó Connor omitiendo aquellas ofensivas palabras—. Nos conocimos en el caso del divergente con la rehén.
Barbara frunció el ceño.
—¿Disculpa? —le preguntó algo confundida—. ¿Que quieres?
—Le han asignado un caso esta misma tarde, un homicidio relacionado con un androide de CyberLife. Según el protocolo de la empresa, un androide especializado debe colaborar en la investigación —le respondió Connor de la manera mas cordial posible.
Barbara tomó su vaso y lo miró de mala gana.
—Escucha niño bonito... —Connor observó con mas precisión su rostro, Barbara no pasaba los veinticuatro años, tenia unos hermosos ojos verdes con unas curvas y largas pestañas negras, una pequeña nariz respingada, unos labios naturalmente rojos y una hermosa piel casi blanca como porcelana, Connor no podía evitar pensar que aquella joven era bastante... demasiado bonita—... no necesito que me ayuden y mucho menos un pedazo de plástico como tu... sin ofender. Así que ¿por qué no vuelves a tu torre de CyberLife a chuparle las medias a tus creadores?
Le sonrío pero no amistosa para volver a darle un trago a su bebida.
Connor no iba a darse por vencido a la primera, ya la había encontrado y su misión todavía no había sido completada.
—Escúcheme, debería dejar de beber y venir conmigo —se acercó un poco mas—. Nos facilitaría las cosas a ambos.
—Espera, espera... ni siquiera me has invitado un trago y ya quieres irte —bromeó ella—. Se un poco mas educado, ¿que no tiene eso tu sistema operativo?
—Lo siento teniente, pero debo insistir —continuo Connor—. Mis instrucciones indican que tengo que acompañarla.
Barbara lo miró con una sonrisa nuevamente.
—¿Sabes donde puedes meterte tus instrucciones? —y no pudo evitar reírse de su propio chiste, y es que tan mal estaba que cualquier cosa empezaba a parecerle chistosa.
—No... —negó Connor sin comprender—. ¿Donde?
Barbara volvió a verlo como si fuese estúpido. Connor aguardaba viéndola con aquel ceño fruncido.
—Dios mío... —mordió su labio inferior observando cada centímetro de su rostro—. Da lo mismo.
Barbara revoleo sus ojos y volvió a jugar con el borde del vidrio de su vaso.
—¿Sabe que? Le voy a invitar otra copa —le dijo Connor intentando comprar su confianza—. ¿Que me dice?
Barbara no dijo nada, simplemente lo volvió a observar por unos segundos. Connor por otro lado dejó de mirarle y se dirigió al bertender.
—Camarero, ¡ponga otra de lo mismo! —le pidió Connor al dueño detrás de la barra mientras sacaba dinero del bolsillo.
Barbara sonrío.
—¿Ves, Jim? Milagros de la tecnología... Que sea doble —Barbara esperó a Jimmy en la barra que volvía a rellenar el vaso ya vacío en sus manos.
Barbara se lo bebió de un solo trago, no iba a desaprovechar una oportunidad como aquella, un androide que le regala un trago gratis y encima doble.
—Así que... —Barbara dejó el vaso sobre la barra y se giró sobre su banqueta hacia Connor quien la esperaba en el mismo lugar de antes—. ¿Has dicho homicidio?
Connor le sonrío.

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FanfictionBarbara Anderson, ?cómo describir a la teniente? Connor la definiría como una persona impredecible, irritable y orgullosa, y claro era la hija de su padre... Sin embargo, a Connor le habían asignado un importante caso, el de la divergencia. ?l tend...