Después de esa maravillosa noche de sueño, Katsuki se levantó lo más tarde que su cuerpo le pudo permitir.
...Una y media de la tarde...
...Vaya, sí que me hacía falta dormir...
...Lo bueno es que hoy es sábado...
Sin más el rubio se levantó para prepararse algo para comer, puesto que el saltarse el desayuno ya le estaba haciendo efecto, y su estómago no dejaba de gruñir.
Decidió prepararse unos huevos estrellados y un café estilo americano.
Todo iba bien, se terminó el desayuno, se dió un baño rápido, hasta le devolvió la llamada a sus preocupados padres, quienes terminaron más tranquilos al ser respondidos por su hijo.
Ese día no podía estar mejor para el rubio cenizo, hasta que alguien llamó a la puerta de su dormitorio, aunque no le enfadó el hecho que alguien lo buscara, sino la persona que habían mandado a buscarlo ya que era... Todoroki Shouto
En efectivo tenía una rivalidad con ese heterocromático, no podía estar ni cinco minutos cerca de él.
—Qué quieres hielo caliente?
Exclamó el de ojos carmín, perdiendo la tranquilidad que hace unos segundos rebosaba dentro de sí
—Hay una junta sobre nuestra misión, es obligatorio que todos asistamos.
Dijo el joven Todoroki tan inexpresivo como siempre
—Tsk
Fué la única respuesta que el heterocromático recibió por parte del rubio cenizo, antes de que este le cerrara la puerta en su nariz.
Unos minutos después, el joven Bakugo salió de su dormitorio con una ropa más adecuada que su pijama.
Siguió al de cabellos de distinto color hasta las Instalaciones de la UA, para dirigirse a la sala de los profesores, aunque en esta sólo se encontraban Kirishima e Iida.
Tomó asiento lo más alejado posible del heterocromático, y se dispuso a escuchar lo que dirían, pues la curiosidad le carcomía.
—Bueno, como ustedes saben estamos aquí por la misión que nos encargó el profesor Aizawa, pues Todoroki-kun y yo al ir a la joyería pudimos obtener una pista...
Comentó el presidente de la clase, Iida Tenya, mientras Bakugo sentía que la felicidad volvía a su cuerpo, pero trataba de mantenerse lo más serio posible, cosa que le resulta muy bien
—Esta se trata de que el collar con esmeraldas y rubís tenía un rastreador, del cuál ni siquiera el dueño tenía idea, pero nosotros lo pudimos rastrear a un lugar, es como una pequeña casa, pero el problema es que no sabemos a que dueño pertenece, ya que no tiene registro alguno, sin embargo... el profesor Aizawa nos dió permiso para preguntar a los alrrededores, así que nos veremos ahí a las siete en punto... yo personalmemte les mandaré la ubicación a sus celulares, recuerden que la puntualidad es una gran virtud, no lleguen tarde.
Avisó el de anteojos, mientras tomaba su celular y mandaba la ubicacion a su equipo, así que tres distintos tonos sonaron en aquel salón y por consiguiente todos abandoran dicho lugar.
—Ey! Baku-bro!
Llamó el joven Kirishima con entusiasmo a su aburrido amigo de ojos carmín
—Qué quieres cabello de mierda?
Preguntó un poco más amistoso que de costumbre el rubio cenizo
—Denki y yo iremos al cine, ¿Quieres acompañarnos?
Preguntó el de cabellos puntiagudos a su amigo, esperando una respuesta afirmativa
—¿Y hacer del mal tercio? Ni de coña
Contestó despreocupadamente el joven Bakugo
—Bueno, entonces te veo al rato
Comentó el pelirrojo mientras corría hacia su novio, quien lo esperaba a unos cuantos metros de distancia.
Sin nada mejor que hacer, Katsuki decidió visitar a sus padres, sin embargo luego de llamarlos le dijeron que habían salido a comprar la despensa, por lo que era imposible que terminaran para antes de las siete.
Al ya no tener muchas posibilidades sobre que hacer, el joven Bakugo decidió regresar a los dormitorios, era una buena decisión ya que nadie se debía encontrar ahí, todos salían de compras o visitaban a su familia en fines de semana. Por lo que el edificio entero sería sólo para el de ojos rubí. O al menos eso pensaba.
Apenas entró observó que había una persona sentada en el sofá viendo televisión, al acercarse un poco más distinguió que era la castaña llamada Uraraka Ochaco.
Trató de pasar desapercibido pero no lo logró.
—Bakugo-kun! Que bueno que te veo
Exclamó la de mejillas rosadas mientras caminaba hacia el antes mencionado
—Qué?
Preguntó muy cortante el rubio cenizo
—Encontré esta fotografía tirada en la puerta de tu habitación, por el niño rubio asumo que es tuya, pensé que quizás la querrías de vuelta.
Dijo la castaña mientras entregaba la fotografía a su dueño, quien estaba sumamente desconcertado, pues no sabía en que momento se le cayó, sólo la tomó sin decir ninguna palabra
Se dirigió a su cuarto, no tenía nada mejor que hacer, así que se tiró en su cama.
No mucho tiempo después su celular sonó, alguien le estaba enviando mensajes... así que decidió checarlo... era un número desconocido... estaba a punto de bloquearlo hasta que se fijó en el perfil que tenía...
...Pero si es el idiota de la secundaria, que mierda quiere...
Y efectivamente era su compañero de clases en su antigua escuela, hablaron un rato hasta que cierto mensaje hizo que la sangre del rubio cenizo hirbiera.
"¿Que pasó con el pendejo de Izuku? ¿Logró entrar a UA? Seguro que no, es tan inútil que ahora mismo debería estar trabajando como criado en alguna casa"
A Katsuki casi le dan ganas de ir a agarrar a golpes al responsable del mensaje, sin embargo sólo lo bloqueó para luego sumergirse en sus pensamientos, aún molesto
...Si tan sólo supieras...
...Mi Deku no merece eso, quizá yo lo traté mal desde un inicio, pero ahora no dejaré que nadie toque ni un pelo de su hermoso cabello verde...
...Espero que esa pista del hielo caliente y el cuatro ojos sirva para encontrarte, quiero volver a verte...
Sin más Katsuki sintió como sus ojos se volvían pesados, el suelo quería a poderarse de él así que checó su celular para ver la hora...
...Cuatro quince, todavía tengo tiempo...
Sin embargo no se arriesgaría a llegar tarde así que puso una alarma para las seis, así dormiría un poco y se levantaría a tiempo para llegar al lugar de su encuentro con los otros encargados de aquella "misión especial".
Mientras dormía tuvo un sueño de su infancia, exáctamente un recuerdo de unas semanas antes de tener su quirk, donde él e Izuku estaban en un acuario.
Observaban los peces, las ballenas, todo tipo de animales acuáticos, Katsuki podía ver el brillo en la mirada emocionada de su compañero, ambos iban de la mano hasta que Mitsuki le llamó y le dijo que dejara un momento a Izuku, cosa que no le hizo gracias, pero obedeció...
—Katsuki, mira...
Decía la señora Bakugo mientras le mostraba a su hijo un pequeño llavero de un delfín, a Katsuki le gustó mucho... pero no para él, sino para su compañero que se encontraba a unos pasos detrás de él, maravillado por los peces payaso que en ese momemto observaba.
—Te gusta?
Preguntó la mayor a su pequeño hijo, quién asintió enérgicamente
—Se lo daré a Izuku!
Añadió emocionado el pequeño rubio cenizo
—Pues que esperas?
Animó la rubia cenizo mientras le daba el llavero a su hijo y le daba un pequeño empujón para que se lo diera a Izuku...
De inmediato llegó a lado del peli-verde quien no se había movido del lugar donde estaba.
—Oye Izuku!
Llamó el de ojos rubí al dueño que aquellas grandes esmeraldas que tenía como ojos.
—Ten!
Dijo emocionado el rubio al instante en que mostraba aquel llavero a su compañero
—Es para tí
Comentó el de ojos carmín al ver la cara de Izuku, quien después de esas palabras lo tomó en sus manos
—Gracias! Muchas gracias!
Exclamó muy emocionado el peli-verde mientras se lanzaba a abrazar a su compañero, quien por un segundo no correspondió, debido a lo repentino que fue, pero terminó aceptándolo
—Te quiero...
Y en ese instante la alarma de las seis sonó, despertándo al joven Bakugo de un susto, por consiguiente lo apagó y se levantó mientras aquellas palabras seguían sonando en cada rincón de su mente
...Te quiero...
El rubio sonrió para sí mismo, estaba feliz, con esperanzas...
Terminó de prepararse y salió de su dormitorio encontrándose con Eijiro y Denki en una escena que habría deseado no ver, pues el pelirrojo tenía acorralado al rubio en una pared mientras le mordía su cuello...
Al darse cuenta, la pareja se separó y el joven Kaminari, con el rostro del mismo color que el cabello de su novio, entró los más rápido que pudo a su habitación.
Katsuki siguió su camino al ver que su amigo pelirrojo estaba inmovil con sus mejillas coloradas
—E-espera!
Dijo el joven Kirishima al ver la hora de su celular, se le había olvidado por completo la pista que debían ir a investigar.
Y así el pelirrojo alcanzó a su amigo en el elevador.
—D-deberías ir a ver la película, estuvo buena
Comentó aún nervioso Eijiro
—Sí... seguro, si me la pasara besuqueándome con mi novio durante toda la función también me gustaría...
Comentó el rubio cenizo provocando que el rostro de su amigo cambiara de color.
Al principio del camino, ninguno podía decir nada, uno por la verguenza de que lo encontraran en esa posición y el otro porque seguía repidiendo en su cabeza las palabras que le dedicó Izuku en su sueño.
—Es aquí... ¿verdad Baku-bro?
Dijo el joven Kirishima, sacándo a su compañero de sus pensamientos
—Si nos bajámos en la siguiente cuadra, sólo caminaríamos un poco más
Comentó el rubio cenizo al analizar el GPS de su teléfono.
Minutos más tarde el bus los dejó en aquel lugar y se dedicaron a caminar, hasta que divisaron a los jóvenes de apellidos Todoroki e Iida respectivamente
—Me alegro que todos estemos aquí de forma puntal
Dijo el de anteojos mientras observaba la hora.
—Pues empezémos ¿no creen?
Comentó el pelirrojo mientras veía las casas, las cuales eran bastantes
—Efectivamente, cada uno vaya por una sección, yo iré con los del norte, Todoroki-kun los del sur, Bakugo-kun los del este y Kirishima-kun con los del oeste, nos reuniremos aquí a las ocho, y si antes de esa hora tienen una pista, envien mensaje
Explicó el presidente de la clase para que después cada quien fuera a su sección de investigación.
La hora pasó lento para Katsuki, pues en cada casa que iba no recibía ninguna respuesta util, al parecer ellos no sabían de la existencia de aquella casa.
El joven Bakugo esperaba que los otros obtuvieran mejores resultados, pues ya se estaba desilucionando.
Así pasó el tiempo, hasta que llegó la hora acordada y se reunieron todos.
—Alguien obtuvo algo?
Preguntó el joven Kirishima, mientras casi al instante recibía como respuesta tres cabezas negando.
Katsuki sentía que iba a explotar.
...Sólo es una puta casa, entramos y ya, que carajos importa de quien sea...
—Hay que esperar, para ver si alguien entra o sale...
Comentó el heterocromático, haciendo que por primera vez en la vida Katsuki estuviera de acuerdo con lo que decía
Y así esperaron y esperaron...
No ocurría nada...
Y justo cuando se estaban dando por vencidos...
—Miren! Alguien va a entrar...
Susurró el pelirrojo al ver una figura con sueter negro entrar a la casa...
—Hay que entrar, coño!
Gritó el joven Bakugo que sentía que la esperanza volvía de a pocos
—No, no tenemos permiso de invadir propiedad privada, a menos de tener pruebas o un permiso
Comentó el de cabellos azules mientras se reajustaba sus anteojos
—Pues busquemos esas malditas pruebas, hay una puta ventana en el techo, vámos a ver
Exclamó el rubio cenizo al ver un destello salir del techo, suponía que era luz de una vela, ya que era muy tenue
—Bien, pero sólo buscaremos pruebas
Dijo el presidente de la clase después de pensarlo unos minutos, que para Bakugo parecieron horas.
De inmediato los chicos se subieron silenciosamente al techo usando unas cosas amontonadas que estaban en la parte de atrás, y así como había dicho el rubio había un hueco en la parte de arriba. Así que los cuatro se asomaron para ver lo que ocurría dentro...
Estaba muy oscuro, lo único que pudieron divisar era la figura que tenía en la mano una vela, que no se veía muy bien, ya que estaba de espaldas y con un sueter negro.
Sin embargo tiempo después se lo quitó mostrando un cabello rubio y Katsuki por obvias razones lo reconoció
...Esa hija de puta, All Might tenía razón, ella es la culpable...
Todos observaban lo siguiente que haría la rubia y eso fue encender unas cuatro velas por toda la habitación, y así todos pudieron ver mejor la figura que se encontraba encadena en la pared, tenía la cabeza para abajo, sus muñecas sangraban por las cadenas, sin embargo tenía un cuerpo ancho y fornido.
Nadie lo había reconocido hasta que la rubia se acercó y levantó su rostro por la barbilla. Al instante los cuatro abrieron sus ojos como platos, era el chico peli-verde que suponían era el villano, tenía unas ojeras increibles y parecía cansado...
Katsuki sintió como su alma se iba a sus pies, nunca había visto a Izuku de aquella forma. Quería ir y abrazarlo, sin embargo Iida leyó sus pensamientos y evitó que se lanzara hacia abajo.
Kirishima mientras tanto comprendió lo que Katsuki quería hacer, debido a que reconoció al chico y por lo que la otra vez le había dicho Katsuki el chico que estaba encadenado era idéntico al amor del rubio cenizo... pecas, peli-verde, ojos esmeraldas... todo encajaba, sin embargo se apegaría al plan, así que se le unió a Iida para sujetar a su amigo
—Izuku-kun... ¿sigues sin poder dormir?... llevas un mes así... ¿tanto te afectó nuestro último incidente?
Comentó la rubia aun sujetando al encadenado de la barbilla. Sin embargo no obtuvo respuesta alguna.
—Mmmm... tendré que ver de donde puedo sacar un sedante... mientras tanto, ¡mira que traje!
Comentó la rubia mientras sacaba una jeringa y frasquito
De inmediato el pecoso intentó alejarla pero no pudo
—Sé que no te gusta, pero no estás comiendo y necesito que tu cuerpo esté bien, después de todo es como mi medio de transporte jej...
Sin perder tiempo Emma inyecto la vitamina en el brazo del peli-verde, quien hizo una mueca de dolor, debido a que el líquido era sumamente ardiente.
Katsuki quería lanzarse contra la rubia, ya no podía soportar el ver como sufría su pecoso, pero ahora hasta el heterocromático se había unido a sujertalo, agregando que congeló sus manos para que no soltaran las chispas de sus explosiones.
—Emma... por... favor... dejame ir... ya hiciste... mucho... esto no esta bien...
Decía a duras penas el de ojos esmeraldas, mientras que al dueño de los ojos carmín se le partía cada vez más su corazón, que latía sólo por la persona ahora encadenada y demacrada...
—Lo siento Izuku-kun, pero eres indespensable para mi plan, recuerda que mi quirk de poseción no funciona sin un cuerpo... y con todo el entrenamiento que te hago hacer, seria muy injusto que te deje ir así nada más ¿no crees?
Comentó Emma mientras acariciaba la frondosa cabellera verde.
—Ahg, no llores Izuku-kun...
Dijo la rubia mientras intentaba secar las lágrimas que salían a chorros de los hermosos orbes esmeraldas que el joven poseía
...Ahora sí la mataré...
...¿Cómo se atreve a tocar su rostro?, maldita hija de puta...
Y así Katsuki se libró de su agarre, dispuesto a saltar y salvar a su angel, pero una cinta lo envolvió de pies a su boca.
Era el profesor Aizawa quien no parecía feliz de que los cuatro estuvieran espiando, puesto que tambien sus compañeros estaban envueltos el las cintas.
Y antes de que se los llevaran, Katsuki dió un último vistazo a su Izuku... quien seguía llorando espesas lágrimas.
Y así con el corazón estrujado, el profezor Aizawa se los llevó hasta el salón de los profesores, para variar, los desemvolvió y se dispuso a regañarlos.
—Qué rayos hacían ahí? Creí haberles dado permiso para preguntar sobre la propiedad, no para espiarla.
Regañó el azabache a sus pupilos quienes sólo bajanban la cabeza a escepción de Bakugo
—Tenemos información muy valiosa, gracias a que estuvimos ahí! Eso ya es un puto avance!
Exclamó Katsuki hacia su maestro
—Bakugo! Tú eres el que menos debería opinar, casi te lanzas sobre ellos, ni siquiera piensas en las consecuencias, contrólate.
Comentó el profesor Aizawa para después masajear sus sienes, ya le empezaba a dar un fuerte dolor de cabeza
—Vayan a sus dormitorios, en la mañana lo arreglaremos.
Dijo el azabache mientras abría la puerta del lugar, sacándo así a sus pupilos.
Nadie dijo nada durante el camino, ni siquiera cuando subieron al elevador, hasta que Iida y Todoroki entraron a su dormitorio, el pelirrojo decidió hablar con su amigo, quería saber como se encontraba.
—¿Baku-bro? ¿Ese era el chico del que me hablabas?
Preguntó Kirishima sin darle más vueltas al asunto.
—Es él
Afirmó el rubio sin voltear a ver a su compañero
—Cómo lo siento Katsuki, él se veía realmente mal, no se que decir al respecto...
Comentó empático el pelirrojo, haciendo que su rubio compañero sólo negara con su cabeza y entrara a su dormitorio cabizbajo.
Se sentó en el borde de su cama y no pudo alejar aquellas imagenes de Izuku...
Sus muñecas, sus ojeras, su cuerpo... y sus espesas lágrimas que salían a chorros
...Demonios, tengo que hacer algo...
Y así se le ocurrió una idea, quizá el profesor Aizawa no le haga caso, pero tenía que contárselo a All Might
Tomó su teléfono y le envió miles de mensajes donde el explicaba todo lo que vió. Pero no recibió respuesta, debería estar salvando a alguien en alguna parte del mundo...
Al ya no saber que hacer, el joven Bakugo decidió acostarse y conciliar el sueño, aunque tuviera el corazón hecho pedazitos, aún pensando en la salud de su pobre Izuku...
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Holaaaaa
Uff que les pareció el capítulo?
En mi opinión no estuvo mal ni bien jajaja, pero todavía le falta bastante a la historia, espero la disfruten...
Creo que dejaré de escribir capítulos o me terminaré la historia jajaja, quizá lo deje hasta el capítulo X o XI.
Pero no se preocupen la seguiré escribiendo. También tendrán un capítulo en navidad y fin de año yuhuuuuu. Okey ya me estoy llendo mucho por las nubes jej
-Kuro_AbJaneLew0- se emociona cada vez que lo lee ha quiere que lo avanze jajaja
"Después de venir aquí y ver la muerte de cerca lo entendí... no son geniales por ser héroes... son héroes por ser geniales"
-Mineta Minoru
Sus escritoras Yuna y Kuro