抖阴社区

~ Una nueva yo~

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Siempre me preguntaba, cómo es que me cuidaba tanto y a la vez era tan distante. Para mi, Lady Mariett no era mas que un enigma. una dama coloquial, con inseguridades en el fondo. Pero solo alguien como ella podía vencerlas y después del enigma mostrar a todos que no tenía miedos.

Lady Mariett fue quien me definió en un principio, moldeo una base de la persona que yo era, pero las niñas crecen. Me hacía sentir vanidosa la imagen que todos tenían de mi, en el pasado no mostré nervios cuando hablar de belleza y modales se tratara, pero ahora eso debía ayudarme a encontrar la mujer que sería en unos años.

Una con inseguridades y fortalezas, una mujer estudiada y con vanidad. Debía caminar hacia lo seguro, quería ser de verdad esa dama en los brazos de Prosciutto. Pero él ya era un hombre, yo apenas y descubría lo que es ser mujer.

Tenía miedo de despertar un día en su cama y darme cuenta que no era eso para lo que estaba hecha, que había desperdiciado mi vida. Quizás y Prosciutto era el amor de mi vida, pero no iba a correr un riesgo averiguando eso a temprana edad.

En el pasado había creído que la pasión hacía algo que amas sería suficiente, pero a la mala entendía que el mundo es más complejo que eso.

No me entregaría a un hombre sin antes haberme entregado a mi misma. Eso es lo que Lady Mariett siempre fue, una mujer de nadie más que de ella misma...

"Prosciutto, si estábamos destinados a estar juntos el mismo tiempo nos volverá a unir..."

— Partiras mañana, debes descansar— pronunció mi tía ayudandome a acomodar las prendas de mi madre en su armario— mira este bello vestido de seda— dijo sosténiendo la prenda en su mano— no debes darme regalos tan excéntricos, la vida no me alcanzará para poder usarlos.

—No digas eso, madre— Polnareff también ayudaba— saldremos a fiestas donde podrás usar todos estos regalos.

—Para nada, hijo— decía ella— ya no tengo edad y belleza para salir con estos vestidos... Ya olvide a la última fiesta que asistí— dijo apenada.

—¿Qué dices?— Polnareff tomo su mano— sigues siendo esa chica de 20 años, ¿No lo crees tú?— Polnareff se me dirigió con una sonrisa.

Mi tía giro a verme, yo sonreí colocando una rosa de cristales para el cabello en ella— ante mis ojos, sigue siendo una joven hermosa.

Suspiró alegre y sonrojada— les creeré solo porque son mis niños, pero la verdad es que Mariett siempre fue la glamurosa, ella saco ese lado de mis padres. Yo siempre fui la académica... Mariett, mamá siempre dijo que ella vivía en las nubes— asomó su cabeza para ver el cielo desde la ventana— tenía razón— continuaba— ella siempre perteneció ahí.

Esa noche cene con ellos, mi familia. Polnareff nos describía todos los bellos paisajes que había visto, a los lugares que había ido. Su madre lo escuchaba tranquila bebiendo de su té.

Cada palabra que Jean decía parecía ser sacada de un libro de aventuras, Polnareff era alguien increíble con historias asombrosas. Lo veía como una niña viendo una película de fantasía, le gustaba la atención y con más entusiasmo relataba cada cosa que le pasó.

Fue una agradable noche.

—En verdad,¿ Te irás?— Polnareff llegó para despedirse antes de irme a dormir.

—Si, estuve mucho tiempo en una burbuja. No sabía nada de la vida, ahora quiero saber todo— respondí.

—¿Llamarás?— preguntó.

Nos dimos un abrazo.

—Por su puesto, son mi familia— respondí— regresaré a verlos antes de que acabe mi primer semestre en la escuela.

ProsciuttoXReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora