Savage ? TaeGi

Al salir Taehyung de su estudio, un aroma dulzón lo pone en guardia, sin saber exactamente a qué se debe ese olor a una hora tan temprana en el trabajo, porque tampoco parece que sea nada de comida.

Parece más bien que se trata de una persona.

Frunce el ceño cuando, sigiloso como el tigre que es, se deja arrastrar por ese delicioso aroma a algodón de azúcar y té de frutas, es jodidamente exquisito, necesita saber en ese momento quién desprende semejante olor que lo está desquiciando y haciendo que la bestia que lleva dentro, se despierte.

El aroma lo conduce hasta el vestuario de los maquilladores, entrecierra los ojos, rogando en cada parte de su mente que ese olor no venga de quién cree que es.

Abre la puerta, asustando al chico que hay dentro, quien se da la vuelta para mirarle confuso. A los ojos de Taehyung, Yoongi está verdaderamente adorable, un vaquero blanco apretado y un crop top en color rosa bebé, sus mejillas encendidas y su exquisita melena ondulada, solo terminan de enloquecerlo. Con mucha tranquilidad, cierra la puerta detrás de él y pone el seguro.

Yoongi abre los ojos casi con pánico al ver la amarillenta mirada de Taehyung, sus ojos son de un amarillo peligroso, que le indican peligro a gritos. Se echa hacia atrás mientras se siente devorado por el pelinegro, que se le acerca en silencio.

- No sé si recuerdas lo que te dije, gatito – Sisea, llegando a su altura – No quería olerte.

- ¿Me hu-hueles hyung? – Yoongi se tapa la mano con la boca, ha debido de olvidar hoy los supresores – Me tomaré ahora mismo u-uno.

Yoongi traga duro cuando el gran cuerpo de Taehyung lo tapa por completo, atrapándolo entre él y la pared, con una mano apoyada en ella y la otra, jugando con uno de sus rulitos. Siente que su corazón se detiene cuando el mayor baja su rostro hacia su cuello, olisqueándolo con sutileza y se le olvida respirar cuando siente una lengua áspera y húmeda lamerle la piel.

- Miau – Los colores acuden con más fuerza a su rostro, se acaba de morir de la vergüenza.

- ¿Acabas de maullar? – Pregunta contra su piel – Gatito travieso.

El leve mordisco en su cuello es suficiente para que a Yoongi se le desconecte el cerebro y de un momento a otro, colapse.

Taehyung pestañea sorprendido cuando el rubio desaparece de su campo de visión y baja la vista, encontrándose a un lindo gato persa de colores naranjas y blancos mirándole desde abajo.

- ¿Puedes cambiar de forma? – Pregunta cuando se agacha a cogerlo entre sus brazos – Eres interesante, gatito lindo.

- Miau – Repite.

- Oh, no puedes hablar en esta forma, ciertamente eres la cosa más adorable que he visto en mi vida – Dice divertido, acariciándole entre las orejitas.

Yoongi siente morir en ese momento entre los fuertes brazos del tigre, si antes se sentía pequeño y minúsculo, ahora todavía más.

Unos golpes se escuchan en la puerta y el gatito esconde su rostro en el pecho del azabache, muerto de vergüenza.

- Yoonie – Se escucha la voz de Hobi - ¿Estás ahí?

Taehyung sonríe de lado y con el gato en brazos, se dirige a la puerta y la abre, dejando a Hobi totalmente confundido por encontrarse a su felino amigo transformado entre los brazos del mayor. Ladea la cabeza, frunciendo el ceño.

- Hyung, no quiero ser maleducado, pero – Carraspea - ¿Qué le has hecho?

- Nada, sólo hablaba con él – Dice simple – y de repente se ha transformado.

- Dámelo, no volverá a su forma hasta que deje de pasar vergüenza y tú no eres de ayuda – Extiende los brazos, exigiendo que le dé al gato.

- ¿Por qué debería hacerlo? No hemos acabado de hablar – Lo aprieta más contra su pecho.

- Yoonie, por favor, ven conmigo – Ruega el castaño claro – Anda, cariño.

El gatito sale de su escondite, mirando con sus grandes ojos mieles a Hobi, que le mira con desesperación y luego mira al azabache que le está acariciando con parsimonia el pelaje. Ciertamente está a gusto entre sus brazos, pero se transformará desnudo si se sigue relajando de esa forma y eso no es nada bueno.

Con todo el dolor de su alma, se tira a los brazos de su amigo, que lo recoge y lo abraza con fuerza, disfrutando del ronroneo del menor.

Taehyung frunce el ceño y aprieta la mandíbula, no tiene intención de que esto se quede así. Con un gruñido bajo, sale del vestuario, furioso.

- Cariño ¿Qué te ha hecho? Ya puedes hablar – Susurra Hobi en su oído.

- Me ha olido y... y... la-lamido – Maúlla avergonzado.

- Ese tigre descarado – Gruñe, dejándolo en el suelo – Relájate y vayamos a trabajar.

El gatito asiente y se posiciona encima de su ropa, esperando a que su cuerpo se decida a cambiar de forma. Hobi se sienta a su lado, acariciando su esponjoso pelaje, mirándolo con ternura.

- Yoonie, yo también estoy más o menos así, Jiminie hyung es algo peculiar también, no para de intentar mordisquearme – Desvía la mirada – Me pone muy nervioso, a lo mejor no hicimos bien en meternos aquí.

- Es nuestro sueño Hobi, no podemos tirar la toalla por estos alfas desalmados, somos la novedad, se cansarán pronto de molestarnos, ya lo verás – Acaricia con su cola la mano del castaño.

Hobi sonríe y pronto aparta la mirada cuando el cuerpo de su amigo vuelve a la normalidad, completamente desnudo y corriendo, se viste.

- ¿Tienes un supresor? Hyung me ha olido porque esta mañana no lo he tomado – Le pregunta cuando ya está preparado.

- Claro, espera – Rebusca entre sus cosas y se lo da – Debes tener más cuidado, cariño, no deja de ser un tigre, te acechará y si no te cuidas, te devorará.

- Qué exagerado eres, Hobi – Ríe levemente, con el supresor ya tomado – Hyung tiene mejores cosas que hacer que querer aprovecharse de mí, y también gente más famosa, más guapa y más influyente.

- Yo solo te aviso, pequeño – Le dice, mirándole serio a través del espejo.

La sesión de maquillaje y peluquería transcurre con las normales regañinas a Jimin, la ternura de Jungkook, las quejas de Jin y, sin embargo, Taehyung casi no abre la boca, cosa que les extraña a todos.

Al acabar con todo, con la grabación y con la posterior retirada de maquillaje mientras Yoongi está recogiendo sus cosas en el estudio para marcharse a casa, siente que un gran brazo le rodea la cintura y lo alza, confundido mira hacia arriba y ve la mirada oscurecida de Taehyung, que le mira como si fuese a devorarlo.

- Vamos a seguir nuestra conversación, minino – Gruñe, saliendo del estudio.

Yoongi tiene el corazón desbocado y los nervios a flor de piel, mientras es llevado como su fuese un bolso de mano por el azabache, hasta a saber dónde.