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El desierto del País del Viento se extendía ante ellos, inmenso y abrasador, con un sol implacable que parecía querer consumir todo a su paso. Sasuke, Akari y Tetsuya avanzaban con paso firme, aunque el calor hacía que cada paso se sintiera más pesado.

Tetsuya, siempre animado, rompía el silencio con sus comentarios. —¿Sabían que este desierto es famoso por tener serpientes que se camuflan en la arena? Espero que no tengamos que luchar contra una. Aunque... —hizo una pausa, sonriendo de lado—, sería divertido ver a Sasuke pelear con una.

Sasuke lanzó una mirada de advertencia al chico, pero no respondió. Akari, por su parte, dejó escapar una risa que no trato de ocultar, aunque pronto su risa ceso al ver la mirada de Sasuke quien tenia un seño fruncido.

—Deberíamos buscar un lugar para acampar antes de que caiga la noche —sugirió Akari, sintiendo cómo el sudor perlaba su frente.

—Allí, cerca de esas rocas —indicó Sasuke, señalando un pequeño montículo que ofrecía algo de sombra.

Al llegar al lugar, Tetsuya se ofreció a buscar leña mientras Akari y Sasuke montaban el campamento. La tensión entre ellos, que había estado creciendo en los últimos días, parecía intensificarse con la cercanía.

Akari se inclinó para extender una manta sobre la arena, y el movimiento dejó al descubierto su cuello, donde brillaban los dos collares que llevaba. Sasuke no pudo evitar fijarse en cómo la luz del sol resaltaba los detalles de su piel y en cómo las pequeñas gotas de sudor se deslizaban por su cuello.

—¿Vas a quedarte ahí parado o me vas a ayudar? —preguntó Akari, volteando a mirarlo con una ceja alzada.

Sasuke reaccionó rápidamente, aunque su rostro mantenía esa expresión indiferente que tanto lo caracterizaba. Se acercó y comenzó a ayudarla, pero el roce de sus manos al ajustar la manta hizo que ambos se detuvieran un instante.

Parecían unos malditos adolescentes en su primer enamoramiento.

—Lo siento —murmuró Sasuke, apartando la mirada.

Akari sonrió, una sonrisa apenas perceptible, mientras volvía a concentrarse en lo que hacía. Sin embargo, su mente estaba lejos de estar tranquila. No podía ignorar cómo la presencia de Sasuke parecía llenar todo el espacio a su alrededor. Su mirada intensa, sus movimientos calculados, incluso su silencio, todo en él la hacía sentir una mezcla de emociones que no sabía cómo manejar.

Cuando Tetsuya regresó con la leña, notó la atmósfera entre ellos y levantó una ceja, pero decidió no decir nada. En lugar de eso, encendió una pequeña fogata y comenzó a hablar sobre lo que esperaba encontrar en el País del Viento.

La noche cayó rápidamente, y con ella llegó un frío inesperado. Sasuke, sentado junto a la fogata, mantenía su mirada fija en las llamas. Akari, sintiendo el frío, se envolvió en una manta, pero no pudo evitar mirar de reojo a Sasuke. Había algo en su forma de estar, en cómo parecía completamente ajeno al mundo y al mismo tiempo tan presente, que la atraía más de lo que estaba dispuesta a admitir.

—¿En qué piensas? —preguntó, rompiendo el silencio.

Sasuke la miró por un momento antes de responder. —En lo que nos espera más adelante.

La respuesta fue directa, pero su tono era más suave de lo habitual. Akari sintió cómo su corazón latía un poco más rápido al sostener su mirada, y decidió acercarse un poco más a él, dejando que el calor de la fogata fuera su excusa.

—Supongo que todos estamos pensando en eso —dijo, intentando sonar casual.

Sasuke no respondió de inmediato, pero notó la cercanía de Akari. Aunque su expresión permanecía impasible, dentro de él se libraba una batalla. No entendía por qué su presencia lo afectaba tanto, pero tampoco podía negarlo.

Tetsuya, que había estado escuchando en silencio, decidió interrumpir. —Deberían relajarse un poco. Con tanta tensión, parece que estamos en medio de una misión de vida o muerte.

Akari se rió suavemente, y Sasuke simplemente rodó los ojos, pero su mirada regresó rápidamente a Akari. Había algo en esa risa, en la forma en que sus ojos brillaban a la luz de la fogata, que lo dejaba sin palabras.

Capitulo corto, lo sientooo