抖阴社区

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Ella se había dedicado solamente a vagar por los pasillos toda la mañana, caminando lentamente de un aula a otra mientras los días pasaban y su último año terminaba.

Después de aquella sucia pelea con Rose, la rubia se había encargado de hacerle saber a todos que ella y Ella se habían acostado por más de dos meses y que al final Ella la había botado como basura.

Ella ni siquiera trato de desmentirlo, porque eso fue lo que pasó. Rose Noble era una basura.

Las cartas con Emma habían parado, desde la última que envió su mejor amiga no había respondido, y Ella no esperaba que lo hiciera.

Por las noches Ella se sentaba en la antigua cama de Emma y recordaba todos los años a su lado en esas cuatro paredes, todas las risas, todas las lágrimas, los problemas, las peleas. Recordaba a Emma dándose cuenta de que le gustaban las mujeres, la recordaba feliz, la recordaba a su lado.

Pero ahora Emma estaba del otro lado del país y seguramente en ese justo momento estaría hablando con su nueva mejor amiga-compañera de cuarto.

Ella se dio cuenta de que a pesar de haber tenido a tantas personas en su vida, siempre iba a estar sola.

Y había abrazado tanto la idea que no dejaba que nadie se sentara con ella a la hora del almuerzo, no dejaba que nadie le hablara ni que alguien se acercara a ella.

Había pasado días sin hablar con alguien.

Se había re-leído la mitad de sus libros en cinco días y había guardado en cajas los regalos que Emma le había dado a lo largo de seis años.

Había puesto al corriente sus materias, lista para sus exámenes finales, y había leído los papeles que estaban en aquella caja que meses atrás sacó del sótano con pertenencias de Él.

Papeles que lo aclamaban como responsable de un asesinato a sangre fría en medio de la noche con su arma de mano.

Después de los exámenes finales las estudiantes debían quedarse en el colegio una semana más para recibir sus resultados.

Ella no salió de su habitación en esa semana, Shauna se preocupó tanto por ella que le llevaba la comida a la puerta e intentaba hacerla hablar de nuevo, pero no lo lograba.

En ese exilio de la sociedad escolar, Ella estudió con afán cada línea de los papeles de Él.

Había leído y re-leído cada una de las hojas tratando de encontrar argumentos que probaran que Él era inocente.

Porque aún después de aquella carta, en Ella quedaba un pedazo minúsculo de esperanza, una migaja de optimismo, una gota de confianza en Él.

En lo más profundo, en lo más recóndito de su mente, Ella aún creía que Él era inocente.

Y la búsqueda dio sus frutos.

Había encontrado discordancias en esas supuestas evidencias, las cuales trató de marcar en una larga carta de tres páginas que escribió con esmero, investigó en las computadoras de la biblioteca la dirección de Scottland Yard, y aunque estaba segura de que no serviría de nada, envió su carta y aquella supuesta evidencia por correo hasta Inglaterra.

El día de la graduación había llegado.

Todas las chicas de último año estaban sentadas en la Iglesia frente al altar mientras el Padre decía su sermón.

Ella se sentía tan aburrida en ese lugar, que pensó más de una vez en levantarse y salir de ahí.

Al final de la misa, la Madre Travis dio un discurso aún más largo que el del Sacerdote que logró que Ella se durmiera por más de la mitad, recuperando así un poco de energías que había perdido durante la semana.

Clarissa estaba detrás de ella y Ella podía sentir su verde mirada en su espalda, sin darle importancia siguió tratando de ahora no dormir, puesto que la entrega de diplomas estaba por comenzar.

La Madre Superiora comenzó a nombrar a las primeras de sesenta y dos alumnas que se graduaban ese día, vestidas en togas azules con birretes del mismo color y una banda de color blanco, haciendo que el auditorio del colegio, que también fungía como iglesia, se viera del mismo color.

"Ella Samantha Clark" nombro la Madre Travis, Ella suspiró y trató con todas sus fuerzas no tropezar consigo misma, subió al altar y recibió de las manos de la misma monja que le había llamado pecadora, ramera y que le había casi expulsado, su diploma de preparatoria. "felicidades." le susurró la monja con una sonrisa medio falsa medio verdadera.

"Gracias Kelly" susurró Ella en respuesta, usando al fin la información que Shauna le había obsequiado como regalo en su decimocuarto cumpleaños. Kelly Travis, la Madre Superiora, le frunció el ceño. Ella le extendió un pequeño papel sonriendo y bajó del altar.

La Madre Travis lo leyó;

Kelly es nombre de ramera.

Ella deseó que Emma estuviera a su lado.

Al terminar la ceremonia Ella se dirigió lentamente a su habitación, recorriendo por lo que juraba era la última vez los pasillos de aquella escuela que le hizo como era, de cierta forma, con birrete y diploma en la mano, Ella abrió la puerta de su dormitorio, que se encontraba ya lleno de cajas que dentro llevaban todas sus cosas, que estaba segura tendría que desplazar ella sola en un mal auto rentado hasta California, a la casa que sus padres le habían dejado.

Sobre una de las cajas, cerca de su cama, encontró una tarjeta pequeña, negra, como de presentación, que en letras blancas de máquina decía;

Encuéntrame en el vestíbulo.

Ella sintió su corazón saltar, sintió su pecho llenarse de aire por primera vez en meses y estaba segura, de que lo que fuera a encontrar ahí, le cambiaría la vida para siempre.


?Cuál es tu nombre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora