抖阴社区

04 ??

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No debían ser más de las nueve de la mañana en el momento en que YoonGi entreabrió los ojos, fue un movimiento sutil que amenazó con despertarlo. Gruñó, apretó más el cobertor contra su cuerpo,  iba a volver a dormiste hasta que un pensamiento veloz le quitó todo cansancio.

¡JiMin! Gritó mentalmente mientras se sentaba sobre el colchón colchón, girando la cabeza hacia los lados.

Nada. Ni una sola señal de su ídolo en su habitación iluminada por el sol mañanero, el colchón inflable había desaparecido y la ropa que había dejado a un lado de él.

¿Lo imaginé todo? Volvió a gruñir tallándose sus cienes con dureza. Pero el tacto de JiMin era demasiado real... Su calidez. Su estómago se removió ferozmente ante el recuerdo de sensaciones y decidió apartar los pensamientos.

Se arrancó los cobertores de encima dispuesta a iniciar un rutinario y ciertamente deprimente día y bajó los pies del colchón. Tanteó la cómoda torpemente y se colocó los lentes sin interés.

—¡Ah! —Gritó asustado cuando Holly enterró sus colmillos sobre su pie desnudo—¡¿Holly?! ¡Basta! —El poodle detuvo sus "cariñitos" y se acercó hasta atrapar el pantalón de su pijama y morderlo entre gruñidos juguetones. El dolor del mordisco le confirmaba que no se trataba de una fantasía y JiMin seguía en el hotel—. U-uh, hola...

Le acarició detrás de la oreja y el perro feliz se apartó de un brinco, acomodándose con el pecho y la cabeza en el piso, subiendo su colita de bolita hacia arriba y sacudiéndola, ladrando con efusividad. 

YoonGi dudó si estirar su estirar su mano para seguirle acariciando o lanzarle algún objeto, algo así como el juego de "¡Atrápalo y tráelo!". No lo supo con certeza, perdió práctica al no tener más contacto que con Mickey, el perro sofisticado de Hobi que poco le gustaban las caricias y más las cepilladas de pelo. Tampoco podía decir que Chimmy tenía esas actitudes.

Chimmy no era tan alegre, ni tan enérgico, solía ser huraño y apartado con las personas que no convivía. Incluso a NamJoon y a HyeJin los desconocía o se negaba a que le tocaran todo el tiempo. YoonGi pensó repentinamente que estaba viendo un ligero espejismo de sí mismo y se preguntó si su adorable mascota habría absorbido parte de su personalidad.

Holly rodó mostrándole la pancita, sacudiéndose en una invitación a acariciarlo. El patinador sonrió encantado y complacido con la actitud del perro terminó por hacerle cariños. Ya más animado, se puso de pie completamente y sacó un par de prendas. Se vistió rápido para evitar congelarse, caminó hacia el baño, cepillo sus dientes y se echó un vistazo rápido en el espejo que ni si quiera hizo consciente.

Abrió la puerta y se dirigió hacia el comedor, con Holly siguiéndolo de cerca. No encontró más que un hombre en bata y su padre esparcido en el piso seguramente crudo después de haber bebido toda la noche, lo ignoró.

—Mamá —llamó a la mujer, entrando a la cocina, ella debería saber dónde se encontraba JiMin. Sin embargo la encontró con el mandil atado a la cintura redonda y un paño negro en la cabeza, agitando una pala contra el sartén con furia—. ¿Has...? No, nada.

Se arrepintió, girándose sobre sus talones para no molestarla.

—JiMin está en su habitación. ¿Quieres desayunar?

YoonGi sonrió de lado, sin sorprenderse.

—Te lo agradezco —observó las ollas sin lavar en el fregador y la forma en que se movía condimentado y preparando varios platillos a la vez—. Me haré algo más tarde... ¿Necesitas ayuda con esas ollas?

—No, no, no. Ve con JiMin-ah.

—Gracias, mamá.

Le dijo, dirigiéndose hacia el cuarto de JiMin. Dobló hacia la derecha y la puerta del salón de banquetes le anunció su llegada, tocó un par de veces y luego abrió.

YoonGi on Ice! [JimSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora