抖阴社区

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La canción que sonaba en sus auriculares en ese instante debía ser de Chopin, aunque parecía ser de un compositor que mezclaba sus manías dentro de las notas alterando desagradablemente una buena pieza, al oído YoonGi.

YoonGi mordisqueó la punta de su lápiz tachando esa propuesta de la lista y suspiró profundamente deprimido cuando notó que sus opciones se redujeron, hasta quedarse sin ellas. Pausó la canción en su laptop, presionando largamente el botón con pocos ánimos.

Frustrado dejó caer su cabeza contra el mesón haciendo volar un par de páginas con garabatos que pretendían ser apuntes. Arrancándose de un tirón los audífonos de sus oídos buscó su teléfono para distraerse un segundo, abriendo una aplicación al azar mientras imaginaba que podría usar una creación de Saint-Saëns.

SungDeuk ya había escogido dos canciones undergound que sabía que le gustaban a YoonGi en tiempos pasados, contrastante con su personalidad tranquila, así que creyó que sería una buena idea y podría obtener un resultado valioso. Evidentemente no resultó de esa manera y lo único que podía resumir esas experiencias era que eran complicadas, no fue bueno siguiendo un siguiendo un ritmo tan agresivo y rápido. Debió decirle que sería una mala idea desde el inicio o que no se sentía del todo cómodo con ello.

Nuevamente exhaló exasperado, ¿Realmente nunca se interpuso entre las creaciones de su entrenador? ¿Sólo una sola vez? Sí, YoonGi dejaba todo en manos de SungDeuk porque le tenía más fe que a sí mismo y ahora que era expuesto de esa manera, se sentía avergonzado de esa -gran- parte de sí mismo.

JiMin era valiente, por sus relatos era obvio que enfrentaba a SiHyuk sin temor alguno, aún sin conocimientos de música componía y hacía las mejores coreografías por su propia cuenta. YoonGi soñaba con hacerlo, por eso se preparó tres años en la universidad de artes.

Pero...

—Ah, Hobi —enfocó con interés la selfie de su único y gran amigo extranjero reventando la burbuja de pensamientos negativos que comenzaba formarse. Detrás de él, se podían enfocar una gran pista y aglomeración de gente. Sonrió ante la descripción bajo la fotografía, reconocía el lenguaje textual que empleaba su amigo y casi era capaz de oír sus ruiditos extraños de felicidad—. Regresó a Tailandia a entrenar.

Buscó entre su lista de contactos y presionó el ícono de video llamada, esperando pacientemente mientras acomodaba sus piernas agarrotadas sobre la silla de su mesa de trabajo. Apenas vislumbró el rostro de su amigo en la pantalla se le iluminó el rostro aunque no podía oírlo.

Era el efecto Hobi, únicamente necesitaba de su presencia alegre con su facilidad de reírse de cualquier cosa, cerca de él y rápidamente la energía regresaba a su cuerpo, su propia batería portátil.

—¿Ah, hobi? ¿Qué tal?

Por lo que veía dentro de la pantalla el chico no había terminado de entrenar y pese a eso cogió su llamada, siempre priorizando a sus amigos. Claro, el chico dejaba de lado todo ello al entrar a las competencias y eso al pálido le divertía y agradaba bastante.

—¡YoonGi! —HoSeok sonrió ampliamente mostrándole su perfecta dentadura. YoonGi estaba seguro que si tuviera que clasificar las sonrisas que le parecían más bonitas Hobi evidentemente sería el segundo lugar, ¿Qué? Para él JiMin siempre sería el primero. —¡Cuánto tiempo! ¿Cómo estás?

En realidad no había pasado tanto tiempo como mencionaba el tailandés, YoonGi a pesar de aislarse solía mandarle mensajes diarios para charla hasta tarde. Dejó de hacerlo en cuanto tuvo el enfrentamiento con JungKook centrándose por completo en ello.

Pero, el mensaje no tan oculto era que HoSeok quería darle a entender que lo extrañaba. Estaban tan acostumbrados el uno al otro que la partida de YoonGi fue difícilmente extraño para ambos.

YoonGi on Ice! [JimSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora