YoonGi on Ice! [JimSu]

Los dos pupilos de JiMin jadearon agotados.

JungKook tenía ganas de ahogarse contra el agua de los baños termales. JiMin era más molesto como entrenador de lo que imaginaba, ¿Por qué no solo le decía que estaba haciendo mal? No, no, JiMin en cambio dijo "Vamos a un templo" y su espalda sufrió los métodos de relajación de un monje. Aseguraba que todavía podía escuchar los platillos del templo resonar contra su cabeza.

YoonGi a su lado, se había carcomido la cabeza hasta que terminó en blanco. Su agotamiento era más mental y era igual de válido que el de JungKook. Peinó su hacia atrás despejando su frente descolorida dejando que las gotas de agua tibia corrieran por ella libremente. Dejó sus dedos ahí y comenzó a sobajear su piel con estrés.

Maldición. Tengo veintitrés años, soy un adulto. Si quiera podría mostrar mi atractivo. Movió sus cejas hasta casi unirlas, frustrado.

Luego se preguntó como punto inicial si realmente lo tenía, movió los labios en una mueca como respuesta. No lo sabía, hace mucho tiempo que a YoonGi le gustaba pasar desapercibido y seducir a alguien parecía algo ajeno a sí y borroso. Intentó escarbar en sus recuerdos y sólo terminó viéndose siendo él mismo, siendo como lo era normalmente. Ni si quieras en su primera y última relación del pasado recordaba que existiera alguna clase de pasión desbordante.

Aunque eso, era complicado de explicar. En conclusión, YoonGi no consideraba tener atractivo.

Hubo un sonido de la puerta abriéndose en seco y pasos húmedos sobre el piso, rápidamente alzó la mirada.

—Oye —Se trataba de JiMin, dirigiéndose a él en un tono amable, sosteniendo su teléfono y, completamente desnudo. La tuya la tomaba en una de sus manos, dejando al descubierto su piel trabajada, tersa y firme. Tenía unas costillas anchas en las que YoonGi nunca había prestado tanta atención para darse cuenta del tatuaje en tinta negra en una de ellas. Sus ojos bajaron lentamente y luego se sintió avergonzado por mirarle tanto tiempo—. Tómame una foto para subirla a internet.

Lo admirable o sorprendente era que JiMin se mantenía de pie y lo parecía apenada por la larga mirada de sus Donsanegs.

YoonGi pensó que su cuerpo comparado con el de JiMin era mucho más pequeño y blanquecino, no existían los músculos fuertes. Por un segundo la imagen del cuerpo de su entrenador en carnes vivas junto al suyo le golpeó fuertemente, agitó la cabeza intentando olvidar ese dibujo extraño.

—Lo siento, la gente no puede tomarse fotos en el baño.

YoonGi extendiendo su mano al hablar.

—¿En serio?— Emitió con asombro abriendo los brazos, dejando caer el manto azul de algodón que debería cubrirle la cintura—. Ah, ¿por qué?

—Es parte de la privacidad...

—Ah, ¿entonces en los vestidores?

—Creo, que eso estaría bien.

JiMin asintió feliz y dejó su teléfono en la orilla para hacerse en un espacio entre JungKook y YoonGi y entrar al agua. Soltó un gemido de placer al instante en que la temperatura tibia le abrazó la piel sudada por el entrenamiento. Cerró los ojos y dejó su boca levantarse tenuemente.

El rubio dejó de prestarle atención y de mal humor tomó su toalla para dejar al par de raros, tenía hambre y le pediría a la señora Min secretamente amable y paciente con su falta de práctica en el lengua inglés que le prepare un par brochetas de cordero.

Mientras tanto, YoonGi permaneció ignorando a JiMin hasta que su mano chocó contra si cabello húmedo, no pudo evitar alarmarse.

—Te miras bastante apuesto con el cabello peinado así —comentó casual, deslizando el índice y pulgar sobre sus hebras completamente negras, vagando por los ríos de cada cabello y trazando un camino invisible, era un cariño suave donde parecía que JiMin le acariciaba con gentiliza, casi con admiración. YoonGi se dejó hacer dejando que el calor le golpeara el rostro, manteniendo su vista fija en el reflejo de JiMin en el líquido azulejo clara incapaz de posarla en otro lado—. También eres muy adorable cuando te sonrojas.