抖阴社区

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El tiempo pasaba volando, en un parpadeo era Setiembre y YoonGi estaba seguro que en otro pasaría todo el Gran Prix. Eso hubiese sido un pensamientos aterrador de no ser porqué estaba lo suficiente somnoliento para no prestarle atención. 

Pestañeaba con vista en la ventana fija intentando despertarse, aunque para su gusto era muy, muy temprano. El río Han era su vista. 

Se frotó lo ojos esperando a que su visión se aclarara sin recordar dónde dejó sus lentes, debían estar en alguna parte de su equipaje. 

Suspiró un poco más atento, recordó sus sueños de adolescente de comprar un departamento cerca del río Han y la pista del centro de la ciudad, tendría un estudio para componer y viviría con Chimmy. No podía comprender en ese instante porque en el pasado lo imaginó de esa manera, pero supuso que debió ser el estrés de las competencias junior mezclado con el problema de su padre ilusamente seguro de que abandonar Taebong le devolvería el aire fresco. 

Inhaló hondo, quizás la idea del apartamento en la capital no le parecía mala sino que le faltaba atractivo. 

Estaba lo suficiente despierto ya. Se estiró ente las sábanas y rodó por el enorme colchón preguntándose qué estaría haciendo JiMin en el cuarto del hotel continuo. 

Al final fue asignado al distrito de Seúl para la competencia y fue un viaje casi improvisado, porque JiMin sentenció con fe ciega que sería en Busán. Sin embargo el hotel no parecía sacado de última momento, lo que le hizo preguntarse cuánto estaba pagando su entrenador por el hospedaje. No le dejó saberlo sin motivos, de igual manera podía sospecharlos.

Solo agradecía que si calificaba y podía participar en el Gran Prix, la ISU se encargaba de esos detalles, no dejaría gastar a JiMin en él ni un solo won más. 

En los últimos meses, lo consentía demasiado. Pero también podía ser brutalmente cruel con sus castigos. 

Bostezó una última vez, viendo el traje negro de Eros colgando sobre un gancho en un perchero dorado del hotel. 

—Ah, competiré después de un tiempo —habló con la voz pastosa, tallándose los brazos por el repentino escalofrío que le dejó la piel erizada—, qué nervios. 

—YoonGi —escuchó los llamados de JiMin al otro lado de la puerta—, ¿aún no te has levantado? 

—Ya estoy despierto. —Le contestó antes de escuchar sus protestas por no haber iniciado el día en su correcta hora. Escuchó el sonido de la puerta desbloqueándose e inmediatamente pasó su mano por sus cabellos intentando peinarlos— Buenos días. 

Saludó sonriendo, un poco apenado por verse tan desañalieado. 

—Buenos días. —JiMin entró tirando de una de sus varias maletas de rueditas— Pedí servicio a cuarto, hablé en coreano. 

—¿Hablaste en coreano? —Preguntó sorprendido, abriendo su boquita. JiMin asintió con una enorme mueca de alegría y YoonGi sonrió por inercia— Podías hacerlo en inglés. 

El ruso le miró como si hubiese revelado algo innecesario. 

—Quiero hablar coreano con todos. —El azabache se abstuvo a ladear la boca en desacuerdo, le parecía tonto que esa frase le inquietara pero lo hizo. JiMin caminó hasta su lado, tirando de su maleta, recordando algo importante—Ah, sí, hoy debutaré como entrenador—anunció seguro, tomando asiento en la orilla de la cama—. YoonGi, ¿qué quieres que me ponga?

YoonGi on Ice! [JimSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora