Primer amor ? Kookmin

6:30 pm

Jimin acababa de bajar del taxi en medio de la noche y de la concurrida zona del centro de la ciudad, levantó la mirada para asegurarse de estar en el centro de juegos correcto, y al comprobarlo, atravesó la amplia entrada para ingresar al lugar.

Se movió por el primer espacio del lugar donde había algunos grupos de chicos conversando y otros haciendo fila para recargar sus tarjetas, se dirigió hacia una próxima entrada que daba lugar a un segundo ambiente mucho más amplio, lleno de una infinidad de luces que proporcionaban los juegos activos y de chicos que claramente eran escolares, de preparatoria y quizás algunos universitarios.

Un zumbido en el celular de su bolsillo interrumpió la búsqueda con la mirada que estaba dando por todo el lugar, sacó el artefacto y abrió el mensaje de Jungkook que acababa de recibir.

"Jiminie estamos en las mesas, por el básquetbol"

El rubio levantó la mirada y sin mucha dificultad ubicó el juego en una esquina al final del salón, movió su vista hacia una zona junto al juego y pudo ver a sus amigos ocupando una de las cinco mesas diseminadas por aquel espacio; retomó su caminar mientras regresaba su celular a uno de los bolsillos de su estéticamente ceñido pantalón.

Rodeando algunos juegos y esquivando sin prisa a las personas que se cruzaban de un lado a otro por aquel espacio, Jimin admiraba la figura de su novio, la cual se acercaba cada vez más a cada paso que daba, creyó que se veía desmesuradamente bello esta noche.

Su novio estaba vestido solo con prendas de color negro, creando un agradable contraste con su piel blanquecina y un bonito acompañamiento a la oscuridad de sus cabellos y de sus profundos ojos; lo cierto es que aquel era un look habitual en el pelinegro, sin embargo, el amor con el que Jimin mirada a Jungkook se había multiplicado desde el día en que se habían entregado el uno al otro, hace aproximadamente un mes para ser exactos.

Desde entonces habían aprovechado los días en que la soledad de la casa de Jungkook les permitía volver a encontrarse en aquel placentero e íntimo juego que sus cuerpos llevaban a cabo, entrelazando sus almas sin cuidado ni medida. Uno de esos días era hoy, los padres de Jungkook tendrían turno durante la noche en el hospital y Jisoo se encontraba de paseo por Busan con su nana.

  - Jimin – saludó Hoseok en voz alta y levantando la mano cuando el rubio estuvo a unos metros de ellos.

Jimin le devolvió una sonrisa sin detener su paso hacia a la mesa.

  - Hola chicos – saludó animadamente cuando llegó junto a ellos.

  - Hola Jimin – saludó Namjoon con su habitual sonrisa amistosa. A la vez recibió una sonrisa de parte de Yoongi como saludo y un asentimiento de cabeza de parte de Jin, quien estaba ocupado con la pajilla de su bebida.

  - Te compré una bebida – dijo Jungkook mientras retiraba levemente la silla a su izquierda, invitando al rubio a sentarse en ella.

  - Gracias – respondió Jimin dedicándole una mirada dulce al igual que su sonrisa.

  - Es de pera, sé que te gusta – comentó con tono suave y con una sonrisita igual de dulce que la de su novio.

El rubio tomó el vaso de la bebida entre sus manos y le dio un sorbo antes de devolver su mirada, la cual instantáneamente captaba un brillo al encontrarse con la imagen del pelinegro.

  - Está deliciosa – comentó con una voz más aguda y melodiosa que era dedicada únicamente al pelinegro.

Jungkook amplió un poco su sonrisita logrando que sus ojos se entrecerraran levemente mientras llevaba su mano izquierda a la espalda de Jimin, acariciando suavemente en esa zona, moviendo su mano en círculos sobre la tela del suéter amplio y de color vino que llevaba el rubio.