Primer amor ? Kookmin

  - ¡Jungkook!

El grito desequilibrado de la señora Jeon provocó un sobresalto en el cuerpo de la pareja, quienes rápidamente separaron sus labios.

Jungkook levantó la mirada, encontrándose inmediatamente con la imagen petrificada de su madre un metro más allá del umbral de la puerta.

Jimin por su parte giró su rostro para descubrir a la dueña del grito, deteniendo su mirada en el camino al caer en cuenta de la situación, avergonzado, encogió levemente sus hombros y mantuvo sus temblorosas pupilas sobre el monocromático revestimiento del piso, el cuál resultaba desesperante en estos momentos al no ayudar a su mente con alguna distracción.

Los ojos del pelinegro habían tomado la forma de un círculo mientras que la señora Jeon parecía haber visto a los ojos de medusa, y en ellos encontrar la visión de una realidad alterna a la que conocía.

De pie y con el cuerpo estático, le tomó unos segundos razonar algún movimiento, cuando lo hizo giró sobre sus propios talones y con pasos perdidos regresó a las escaleras para descender por ellas.

Jungkook botó el aliento que se había mantenido dentro de él durante su muda confrontación cuando vio la figura de su madre desparecer por el horizonte.

Con su privacidad de vuelta, llevó su mirada al pequeño rubio que se mantenía cabizbajo y tiritando entre sus brazos, el pelinegro notó entonces que nunca había quitado sus manos de la desnuda espalda de su novio.

  - Ya se fue Jimin – murmuró soltando lentamente su agarre.

Cuando el rubio levantó su mirada pudo descubrir en ella una mezcla de vergüenza y preocupación, cada línea en su rostro acompañaba perfectamente aquellas emociones.

  - Está bien cariño, no te preocupes, lo arreglaré – consoló escondiendo deficientemente su miedo propio.

  - Me voy a morir Jungkook – lamentó vistiéndose ágilmente con su bóxer por debajo de la bata de baño – qué vergüenza – se quitó la bata – cómo se supone que salga de aquí ahora, no puedo ver a tu madre a la cara – comenzó a tomar sus prendas y vestirse con ellas lo más rápido que sus temblorosas manos le permitieron.

  - No hay problema amor, ella no te dirá nada a ti, la conozco, además ella debe saber que estás avergonzado así que te evitará también para no empeorarlo.

  - Jungkook tu mamá debe estar fuera de sí con lo que acaba de ver – completamente vestido caminó hacia el velador para tomar su celular y guardarlo en su bolsillo – baja conmigo ¿sí? – pidió con las cejas dibujando tristeza.

El pelinegro asintió asertivamente y comenzó a caminar detrás del rubio, salieron de su habitación y bajaron las escaleras, a mitad del camino pudieron divisar a una señora Jeon que caminaba de un lado a otro en la sala, su vista baja y una mano acariciando incómodamente su frente.

Cuando pasaron el último peldaño la señora Jeon se detuvo y levantó la mirada, observó a Jimin inclinar su cabeza dos veces en señal de permiso (y quizás de disculpa); la señora Jeon respondió también con una inclinación de su cabeza en el poco tiempo que tuvo ya que alguien parecía haber puesto a Jimin en cámara rápida.

Jungkook se mantuvo de pie al lado de la escalera y mirando a su madre en todo momento, aún no había iniciado la conversación y él ya tenía cara de perrito castigado.

El azote de la puerta de la calle llegó a ellos indicándoles que el rubio ya no se encontraba en la casa.

  - Acércate – ordenó la señora Jeon sentándose en el sofá detrás de ella.