Salimos de la ducha y él salió vestido.
Aproveché que se había ido para secarme el pelo y así hacer tiempo para que no sospecharan.
Cuando acabé, bajé al salón con todos y agarré un vaso de agua.
– Olivia cariño, tus padres y nosotros vamos a salir por la noche, ¿quieres venir?
– No gracias, voy a salir.
Gavi levantó la mirada del plato y me miró fijamente.
– ¿Con quién?– preguntó mi madre mientras cortaba tomates.
– Con Eric, el amigo de Gavi.
Le sentí toser a mi lado, lo miré de reojo y le vi beber de su vaso.
– ¿Eric?– preguntó Pablo sonriendo.– Es buen chico, seguro que os lo pasáis bien, ¿verdad hijo?
Gavi no dijo nada y sonreí dándome una palmadita mental en la espalda.
Eric me había escrito aquella mañana para quedar y pasear, así que acepté sin dudarlo. No me apetecía pasarme todo el verano metida en casa.
Cuando acabamos de cenar cada uno fue a prepararse.
Yo entré en mi habitación y cogí ropa de mi armario pensando en que demonios ponerme.
– ¿Vas a salir con uno de mis amigos y acabo de enterarme?
Me giré encontrándome a Gavi apoyado en la puerta.
– Sí, iremos al cine y después a la playa.
– No me interesa saberlo, Liv.
Me encogí de hombros y después agarré un pantalón corto y un top.
– No vas a ponerte eso.
– ¿Por qué? Es bonito.
– Porque no quiero que vea más de la cuenta.
– Gavi, es un top con algo de escote.
– ¿Algo de escote?– dijo acercándose y miró el top.– Se te va a ver todo.
– Bueno, tampoco te importa, es mi cuerpo y hago lo que me plazca.
Sus manos fueron a mi cintura y me pegó a él.
– Cariño... Reserva algo para mí.
Puse los ojos en blanco y lo empujé.
– Fuera. Tengo que cambiarme.
– No hay nada que no haya visto ya.
Me desnudé y me puse el pantalón y después me puse el sujetador y el top.
Gavi tenía razón, se escotaba demasiado.
Pero no iba a quitármelo, porque me gustaba como me quedaba.
Le vi a través del espejo y supe que estaba a punto de darle un ataque.
– Olivia, no pienso dejarte salir así.
Me puse pintalabios y me acerqué a él.
– No eres mi padre.
Cogí mi bolso y salí de casa encontrándome el coche de Eric esperándome en la puerta.
Con una sonrisa me monté en el coche y él me sonrió para después encender el motor.
Habíamos acabado yendo al cine y después cogimos una manta que tenía en el maletero y la extendimos en la arena de la playa.
– ¿Qué tal por Sevilla?
Sonreí mientras agarraba una cucharada de helado y me la metía en la boca.

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???? ??? ???? +18 | Pablo Gavi
Teen FictionOlivia y Gavi se conocen prácticamente desde que llevan pa?ales, pero ?qué puede cambiar en cuanto Gavi se va a Barcelona?