? Cobra kai one shot's
Te invito a dejar volar tu imaginación con estas historias. ?El dojo está abierto!
Cover by NovaWayne
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spokeswomen 2024
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DANIEL LARUSSO
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Una tarde de viernes, Monica estaba teminando de organizar algunos documentos en su escritorio. Trabajaba como asistente en la prestigiosa concesionaria de Daniel LaRusso, quien recientemente había atravesado un complicado divorcio. Aunque siempre había admirado su dedicación y ética laboral, en los últimos meses había empezado a notar algo más: la forma en que Daniel parecía más relajado cuando estaban solos, las miradas que a veces se prolongaban un segundo más de lo necesario.
Daniel entró a la oficina con una pila de carpetas en las manos y una sonrisa fatigada. -Monica, ¿tienes un momento para revisar esto conmigo?
-Daniel- la corrigió con una sonrisa amable. -Después de todo este tiempo, creo que podemos dejar las formalidades.
La pelinegra asintió, aunque su corazón se aceleró un poco. Se acercó a su escritorio, donde Daniel ya estaba extendiendo los papeles. Mientras él explicaba algo sobre las cifras de ventas, ella no pudo evitar fijarse en los pequeños detalles: cómo su camisa blanca estaba ligeramente remangada, mostrando sus muñecas fuertes; el mechón de cabello rebelde que caía sobre su frente; la intensidad con la que analizaba los números.
-¿Todo bien?-preguntó él de repente, atrapándola mirando.
-Sí, sí,- respondió rápidamente, sintiendo que el calor subía a sus mejillas. -Solo estaba... pensando.
Daniel le dedicó una sonrisa que parecía saber más de lo que ella hubiera querido. -Bueno, si necesitas un descanso, podríamos tomar un café. Creo que ambos lo necesitamos.
Ella asintió, siguiéndolo hacia la sala de descanso. Mientras servían sus tazas, Daniel la miró de nuevo, esta vez con una expresión más suave.
-Sabes, no habría podido manejar todo esto sin tu ayuda estos últimos meses. Eres increíblemente capaz... y también muy comprensiva.
Monica sintió que su pecho se apretaba. -Solo hago mi trabajo,-respondió con modestia.
-Es mucho más que eso,- insistió Daniel, dando un sorbo a su café. Por un momento, la tensión entre ellos fue palpable, pero antes de que las cosas pudieran ir más allá, el sonido del teléfono interrumpió la atmósfera.
