El Sekai Taikai no era solo una prueba de habilidades, sino también una prueba de paciencia. Isanelly LaRusso y Johnny Lawrence, a pesar de compartir una relación apasionada y profunda, tenían una dinámica explosiva.
Ambos eran senseis, ambos tenían fuertes personalidades y, para colmo, compartían habitación durante el torneo.
Era la tercera noche en España, Barcelona. El ambiente estaba tenso.
—¿Vas a seguir con esa actitud de mierda? —soltó Isanelly, cruzándose de brazos mientras miraba a Johnny con furia contenida.
Johnny, que estaba quitándose la chaqueta después de un largo día de entrenamiento, la miró con fastidio.
—¿De qué diablos hablas ahora? —espetó, pasando una mano por su cabello.
Isanelly rodó los ojos y dejó escapar una risa sarcástica.
—¡De lo mismo de siempre! De tu maldita obsesión con hacer todo a tu manera, sin escucharme. Sin considerar que tal vez, solo tal vez, yo también tengo algo que aportar.
Johnny bufó.
—¡Oh, por favor! ¿Escucharte? Isanelly, llevas todo el día dándome órdenes como si fueras mi maldita jefa.
—¡Soy tu pareja, Johnny! No una de tus malditas alumnas. No tengo que pedir permiso para hablar, y mucho menos para decirte cuando te equivocas.
La discusión fue escalando. Las palabras se volvieron más hirientes, más filosas.
—Eres igual a tu hermano. —soltó Johnny, sin pensar.
El silencio cayó como un balde de agua fría.
Los ojos de Isanelly se entrecerraron con una mezcla de incredulidad y enojo. Daniel LaRusso siempre había sido un punto de fricción entre ellos, pero Johnny sabía exactamente dónde herirla.
—Eres un imbécil. —murmuró ella con la voz temblorosa de rabia.
Johnny se arrepintió en el instante en que lo dijo. Pero no podía retractarse ahora. Su orgullo se lo impedía.
—¿Sí? Bueno, al menos yo no necesito tener siempre la razón para sentirme bien conmigo mismo.
—Y yo al menos no soy un maldito cobarde que siempre está huyendo de sus propios sentimientos.
Silencio.
El aire entre ellos estaba cargado. Las respiraciones agitadas. La tensión no era solo enojo. Era algo más. Algo más profundo. Más intenso.
Y entonces, de la nada, Johnny la besó.
Brusco, desesperado, como si necesitara callarla con su propia boca.
Isanelly no lo empujó. No podía.
En cambio, lo agarró del cuello de la camisa y lo jaló más cerca, correspondiendo con igual fiereza. El enojo seguía ahí, ardiendo en cada roce de labios, en cada mordida ligera.
Las manos de Johnny se aferraron a su cintura, apretándola contra él como si quisiera absorber toda su furia. Isanelly pasó sus dedos por su cabello, tirando ligeramente. Era un beso lleno de rabia, pero también de necesidad.
La habitación estaba en completo silencio, excepto por sus respiraciones entrecortadas y el roce de sus cuerpos mientras la discusión se transformaba en algo más primitivo.
Cuando se separaron, apenas unos centímetros, ambos estaban jadeando.
Johnny apoyó la frente contra la de ella, con una sonrisa cansada pero arrogante.

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??????????, Cobra Kai
Short Story? Cobra kai one shot's Te invito a dejar volar tu imaginación con estas historias. ?El dojo está abierto! Cover by NovaWayne cobra kai shot's s1-s6 spokeswomen 2024