抖阴社区

28. Nuevos conocidos

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Jace y Vlad se marcharon y nosotras pudimos celebrar la navidad sin muchos percances. Aunque mi madre tuvo la ocurrente idea de invitarlos a pasar unos días en su casa en cuanto pudieran, a lo que los chicos accedieron sin pensárselo.

Yo solo rezaba para que se les olvidara la invitación.

Los niños se pusieron a dar saltos de alegría cuando supieron que Vlad se iba y ninguno de nosotros pudo impedir que estamparan sus morros contra el cristal e hicieran burlas mientras los dos hombres se iban en coche.

Pasaron los días y la verdad es que me divertí mucho, quitando un par de broncas que tuve con esos horribles enanos. Pero por fin llegó la paz.

-¿Has comprado esas entradas para librarte de ellos verdad? - sonreí a Lola sacando la bollería del armario. Ella se encogió de hombros.

-Sabía que a estas alturas estaríais tirándoos de los pelos - sacó las palomitas del microondas -¡Ay!

Soltó el bol con fuerza y este casi cae al suelo. Gracias a dios que la encimera decidió detenerle.

>>Como quema... - cogió un trapo para no quemarse las manos y fuimos hasta el sofá.

Nos pusimos la película que habíamos decidido ver: Parque Jurásico. Como estábamos solas íbamos a tragarnos todas las películas seguidas y para ello necesitábamos provisiones; yo con mi chocolate y Lola con sus palomitas.

Íbamos por la mitad de la segunda película cuando sonó el timbre de casa. Fue Lola quien se levantó y fue a abrir mientras yo ponía pausa. Escuché voces pero ni siquiera me giré para ver quien era, la probabilidad de que fuera alguien interesante era del uno por ciento.

-¡Ey! ¿Qué coño haces? - al escuchar a Lola gritar me giré sorprendida.

-¿Qué pasa? - me levanté del sofá y vi dos chicos mirándome sonrientes. Y no tenía ni idea de quienes eran.

>>¿Quien sois? ¿Qué hacéis en mi casa? - levanté el mando de la tele para usarlo para golpearles aunque rápidamente lo bajé, al ver lo absurdo de la situación.

-Estos dos gilipollas dicen que son tus nuevos vecinos y han entrado sin permiso - se quejó Lola cruzándose de brazos y caminando hacia la cocina.

-¿Qué? - observé sus caras, sonrientes. Los dos chicos eran los típicos "bab boys", tenían incluso peor pinta que Jace cuando vestía de negro. Iban con cazadoras de cuero, el pelo lleno de gomina peinado a lo "Edward cullen" y botas de aviador, también negras.

-Hola linda - me dijo el chico más alto. La verdad es que eran muy parecidos y vestían igual, seguramente serían hermanos. Los dos tenían el cabello castaño, uno más oscuro que el otro; y los ojos marrones.

-¿De dónde os habéis escapado vosotros? - pregunté molesta - ¿de una novela para quinceañeros sobre vampiros? - los dos rieron. No habían captado el insulto.

-Tranquila guapa, venimos a presentarnos - dijo el otro - y no te hagas la dura. Hemos decidido conquistaros, vosotras seréis las próximas novias de los hermanos Martín.

-Bien, siempre quise ser la novia asesina - dijo Lola con voz siniestra apareciendo de la cocina con un cuchillo en la mano.  Los chicos dieron un respingo al verla y nosotras comenzamos a reír.

-Mira, no sé de dónde sois pero aquí la gente tiene que esperar a que le den permiso para entrar en una propiedad privada - ellos se miraron y sin quitar la sonrisa, salieron por la puerta - que seguía abierta - quedándose frente a nosotras, pero fuera de la casa.

Uno de ellos tocó la puerta con los nudillos.

-¿Podemos pasar? - Lola rió.

-Claro, adelante - la miré con los ojos abiertos.

Algo más que un compa?ero capulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora