Sing Me ?KOOKTAE!

2/5 ¡ MARATHON !

—¡JungKookie!, vamos, hay que hacer el arbolito de navidad.—sonrió el rubio sacando las cajas de decoraciones.

El castaño solo saco esa caja grande y pesada en donde se suponía que estaba adentro el árbol artificial. Después de sacar todo lo necesario de la bodega que estaba en el sótano del edificio, se metieron en el elevador con las cosas para ir a su departamento.

Al llegar a su departamento, empezaron por destapar todo de las cajas, sacando las bambalinas, las luces navideñas y la estrella que iría en la cima del árbol.

JungKook y TaeHyung entre risas decoraron todo el árbol, obviamente como cualquier pareja normal en cualquier momento se encontraban dándose mimos y besos castos en los labios para después volver y seguir decorando.

El árbol navideño era alto también, por lo que al rubio se le dificultaba llegar hasta arriba para poner la estrella, esa parte se encargaba prácticamente JungKook por la razón de que pasaba su altura por un par de centímetros.

—Hyung, ¿dónde está el banquito?.

—En mi estudio. ¿Por qué?.—preguntó JungKook mientras ponía una bambalina en el árbol.

—Es que no alcanzó hasta arriba.—puchereo.

JungKook sonrió levemente y se acercó a su novio para tomarlo con sus manos de la cintura por atrás y elevarlo, TaeHyung sonrió triunfante al lograr poner la estrella dorada en donde corresponde.

—¡Hicimos un buen trabajo!—dijo el rubio en voz alta para que JungKook lo escuchese ya que esté estaba en la cocina.

—TaeTae, bebé, puedes venir.

El mencionado caminó por el pasillo hasta visualizar a JungKook, que estaba con la espalda apoyada en el marco de la puerta que daba a la entrada de la cocina.
TaeHyung solo se puso frente a él esperando a que le dijera algo. El castaño le hizo una seña para que mirará hacia arriba.

En eso los ojos de TaeHyung ven esas ramas de color verde amarillento, hojas perennes, en forma de lengua del mismo color que las ramas y un fruto en forma de baya pequeña de color rojo.

Un muérdago.

El menor de los dos sintió sus mejillas calentar mientras mordía su labio inferior y ponía sus manos en sus cara, en un intento de esconderse.

—TaeTae, reglas son reglas.—sonrió el mayor con picardía. —Al estar debajo de un muérdago nos vemos obligados a...

—Besarnos.—murmuró el pequeño.

JungKook puso sus brazos alrededor de aquella pequeña cintura y acercarlos más a su cuerpo, sin que ningún espacio los separase.

El menor lo miró a los ojos fijamente, ojos profundamente negros e intensos que lograban intimidarte, pero si miras bien podrás encontrar ese brillo de amor y es que ese brillo solo lo puede ver TaeHyung.

Mientras que JungKook, estaba hipnotizado por esos ojitos color avellana con ese brillo infantil y amoroso mandandole una abrazadora sensación cálida a su cuerpo.

Lo amaba, lo amaba demasiado. Pero todavía no era momento de hacérselo saber al menor.

Pasó su mirada a esos labios finos y dulces, y los junto sin más. Sus belfos chocando y moviéndose sobre ellos mismos.
TaeHyung se sentía fallecer en cualquier momento al ver que  JungKook lo besaba con una intensidad increíble que lo dejaba jadeante y con ganas de más.

De la cocina, entre besos, pasaron hacía el sofá de la sala y TaeHyung estaba debajo de JungKook.

—Te quiero demasiado.

—Yo te quiero mucho más, JungKookie.