Sing Me ?KOOKTAE!

Después de que la pareja saliera de la heladería con las manos entrelazadas, se fueron al supermercado a comprar algunos cosas que hacían falta en su departamento.

TaeHyung agarró un carrito mientras que JungKook lo tomó desprevenido poniéndose detrás de él, el menor apoyando su espalda en el pecho del mayor. Las manos de JungKook empezaron a empujar el carrito.

Cuando el rubio no se decidía entre cual marca elegir de ramen, el mayor solo se distraía escondiendo su nívea cara en el cuello de su pareja.

—¡Kookie!.—exclamó cuando sintió algo húmedo en su cuello, alejándose.

—Iré a buscar algunas cosas, mientras tu te decides. ¿Sí, bebé?.—sonrió JungKook mostrando sus dientes y TaeHyung solo pudo pensar que su novio era un tierno conejito, al final asintió.

Después de que el menor haya decidido que ramen llevar y aparte de eso; llevar unos bombones de chocolate fue en busca de JungKook.

Al pasar por un pasillo, escuchó la voz de su novio y una carcajada.

Una carcajada femenina.

TaeHyung solo se escondió para no ser descubierto espiando. Visualizo la espalda musculosa de JungKook, se hizo un poco al lado para ver a la persona con quien estaba hablando.

Cabello corto de color marrón oscuro, cara de ángel y piel pálida, Lee JiEun. También ex-novia de JungKook, por cierto.

Frunció el ceño y sus labios se abultaron un poco.

Pero sí se molesto cuando ella dejó un beso cerca de los labios de su novio como despedida.

—Hasta luego, Noona.

Justamente JungKook se había volteado rápidamente y TaeHyung en un intento bastante torpe se fue hacia el siguiente pasillo con su carrito, agarrando cualquier cosa para hacer como si estuviera viendo algo.

—Oh, TaeHyung aquí est..—el mayor se interrumpió así mismo al ver lo que su menor tenia en las manos y una sonrisa pícara se hizo presente. —Estos son de sabor a fresa, son buenos, pero ¿Me podrías decir qué haces con una caja de condones, cariño?.

—¿Q-qué?.—abrió los ojos como platos al ver lo que tenía, lo tiró hacía un lado, sonrojandose completamente.

TaeHyung solo empujó el carrito, se supone que esta molesto —celoso—.

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Llegaron a su departamento en total silencio y al dejar las bolsas en la encimera de la cocina. TaeHyung solo se encerró en la habitación.

JungKook prendió la calefacción porque sí, hacía bastante frío. Al ver que ya estaba el departamento cálido.
Se quito su camiseta, quedando con musculoso torso al descubierto y se dirigió a su estudio. Se quedó unos minutos pensando, hasta que se le ocurrió una idea en donde implicaría al principio a un TaeHyung difícil y al final un TaeHyung sonrojado.

—¡TaeTae!

—¡¿Qué quieres, Kookie?!.—el pequeño estaba debajo de las sábanas molesto.

—Necesito que vengas.

El menor salió de la habitación refunfuñando adorablemente hasta el estudio de su novio, que emitía una dulce melodía.
Vio que su lindo Hyung se acercaba con la intención de agarrarlo por la cintura, que después de varias objeciones, lo logró. No estaban pegados pero por lo menos lo tiene.

—Vamos, bebé. Deberás aprender a bailar vals, si no quieres que todos te vean como ridículo en nuestra futura boda.

Las piernas de TaeHyung fallaron por las palabras dichas. Haciendo que JungKook lo agarrara aún más firme de la cintura pegandolo a él, teniendo sus rostros muy cerca. Las manos de TaeHyung estaban en los hombros anchos del castaños, tocando su piel pálida.

—S-suelta, JungKook.

—Te quiero mucho.—beso los labios del menor por unos segundos, disfrutando su sabor. —No deberías ponerte celoso por JiEun.

—No estoy celoso.—lo miró a sus ojos oscuros.

—Si, lo estás.

—No.

—Si.

—No.

—Si.—y TaeHyung solo se rindió al final, escondiendo su carita en el pecho descubierto del mayor.