Sing Me ?KOOKTAE!

JungKook besaba tranquilamente el cuello de su novio para después pasearse por las clavículas y así un recorrido lento pero placentero, haciendo que el de cabellos rubios jadeara por más contacto.
La camisa que llevaba puesta TaeHyung estaba perdida en algún lugar del suelo mientras sentía más a gusto los besos que le proporcionaba JungKook.

TaeHyung puso sus manos en el torso de su novio para separarlo de su cuello y con timidez sus dedos agarraron el borde de la camiseta de su Hyung para tirarla hacia arriba y sacarla, dejándola en cualquier parte.

Sus labios chocaron una vez más.

—TaeTae...—sus palabras quedaron en el aire cuando las manos temblorosas de su menor se pasearon por sus musculosos brazos.

Cada tacto quemaba en la piel de JungKook.

—K-Kookie.—tartamudeo mientras sus dedos acariciaban aquellos cuadros que se marcaban muy bien en el abdomen del mayor. —¿Esto siempre estuvo aquí?.—ladeo un poco la cabeza mostrándose inocente.

—Joder, bebé. Sí, los estuve trabajando diariamente.—mordió sus labios, TaeHyung podía verse jodidamente sexy cuando actuaba tierno.

Los labios del menor besaron tímidamente el hombro pálido de su novio, pasó por el cuello, mandíbula y barbilla. JungKook cerró los ojos apretando con sus manos los muslos de quien le daba besos por su torso.

Cuando se despojaron de sus pantalones, JungKook inclinó a su dongsaeng para acostarlo encima de las sábanas.

—Eres hermoso, TaeHyung.

JungKook solo observó como su chico estaba acostado con las piernas abiertas —el castaño estaba entre ellas—, sus mejillas bañadas en un rojo claro y su cabello rubio desordenado, labios extremadamente hinchados y rojos.

JungKook empezó a besar todo el cuerpo de su novio. Amándole lentamente.

La boca de JungKook se paseó por todo el torso de su menor, para después pasear hacia el abdomen plano. El rubio sentía sus ojos arder por toda la delicadeza que tenía JungKook con él.

Besó los muslos sobre la tela del bóxer y siguió su recorrido por esas largas piernas; JungKook recargo una de esas piernas en su hombro dejando la otra flexionada.

El castaño se acercó al rostro de su dongsaeng y se apoyó en uno de sus brazos mientras que con su otra mano agarraba la mano de su pareja poniéndola en su pecho.

Justo donde estaba su corazón.

—Tú, tú eres el único que puede hacer que mi corazón se acelere de está forma.

—¿Por-por qué, Hyung?.

—Porque eres tú y siempre serás tú.—beso las mejillas, párpados y nariz de TaeHyung. —Porque siempre serás el dueño de éste corazón.

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—Mgh... Ah...—gimió y jadeaba TaeHyung cuando sintió que los dedos de JungKook tocaban su punto dulce dentro de él.

JungKook veía como su pareja apretaba las sábanas con los ojos cerrados y sus belfos entreabiertos dejando salir gemidos y jadeos que tenían fascinado los oídos del castaño.

Cuando creyó que ya era suficiente, retiró su dígitos de la rosada y fruncida entrada del rubio.

El mayor solo se inclinó y puso uno de sus brazos al costado de la cabeza de su novio mientras la otra estaba en la base de su miembro restregando el chorreante glande en la entrada de su novio, esté gimió desesperado solo por aquella acción.

Una de las sábanas blancas estaba encima de ellos, tapandolos de la vista de cualquiera si alguien llegase a verlos.

JungKook miró a TaeHyung, quien estaba con los ojos medio cerrados y llorosos por el placer.

La imagen más caliente que había visto.

—TaeTae...—dijo con voz ronca en el oído del mencionado.

Después de decir eso, se hundió en él lentamente al mismo tiempo que decía aquellas dos palabras tan sentimentales.

—Te amo.

TaeHyung jadeo y chilló por la intromisión adentro suyo, luego sus mejillas se vieron bañadas en pequeñas lágrimas.

—J-JungK-Kook.—decía entre lágrimas y el nombrado se encargaba de detener, besando todo el lindo rostro.

—Te amo.—el mayor sentía ganas de soltar lágrimas también por el momento y así lo hizo. —Te amo tanto, bebé. Amó cada parte de ti, todo de ti.—sollozo.

Salio lento de él para después entrar profundamente haciendo que TaeHyung arqueara su espalda. El rubio sentía que su corazón se le iba a salir del pecho en cualquier momento —igual a JungKook—, latía rápidamente.

—Kookie, te amo.—declaró enrollando sus brazos en el cuello de su novio mientras dejaba que le hiciera el amor.

—Te amo, te amo, te amo.—repetía mil veces JungKook cada vez que salía y entraba en TaeHyung. —Te amo más que a nada en el mundo.

El rubio sollozo al mismo tiempo que el castaño, todas las bonitas palabras que decía lo hacían estremecer de pies a cabeza. Sus uñas se deslizaron por la espalda musculosa del castaño, rasguñando un poco, JungKook solo jadeo.

—Eres perfecto.

—JungKook, agh.—gimió el rubio cuando sintió que tocaron su punto dulce y agarró entre sus manos las sábanas blancas arrugandolas.

El mayor gruño y embistió profundamente aumentando un poco la velocidad. —Mierda, gime mi nombre otra vez.—beso, mordisqueo y chupo el cuello de TaeHyung.

—J-JungKook. ¡Ah!.—gimió un poco alto cuando el castaño agarró entre una de sus manos su miembro y masturbaba rápidamente, al ritmo de las embestidas.

—Te amo...—murmuraron al mismo tiempo cuando el orgasmo los golpeo lentamente.

TaeHyung se corrió en su abdomen y JungKook dentro de él.

Sus respiraciones eran agitadas y sus cuerpos bañados en una capa de sudor.

—JungKook, estoy muy enamorado de ti.—susurro el rubio mientras depositaba un pequeño beso en la nariz de su pareja haciéndolo sonreír.