~?Karma... mátame!~ Y el karma me diría: No me culpes de lo que te pasa por imbécil.
Mi madre siempre dice que todo lo que nos ocurre en la vida es por una razón, que es nuestro "destino"
??Si creo en el destino??
-?Y un cuerno ! -Eso es lo que pi...
¡Florecillas!, es muy cortito pero es que no tenía internet hahahaha
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Entonces es... seguro? —insistió.
—Emmm, si —respondí extrañada por su insistencia, ¿Es que acaso quería ser padre o algo así? Porque si era así hasta me podía plantear lo de ser madre y todo a pesar de no tener ni una venita de instinto maternal.
¿Pero en qué diablos estás pensando Celeste?, ¿Dónde queda tu mantra?
«Paso de tu culo, Bohdan. Paso de tu culo, Bohdan. Paso de tu culo, Bohdan» comencé a decir otra vez intentando recordármelo.
Iba a decir algo porque vi como abrió los labios y volvía a cerrarlos de nuevo como si lo que fuera a decir no le convenciera.
—¡Celeste! —escuché a mi espalda y me giré para ver...
«Mierda, tenía que venir ahora el pesao del primo de Sonia»
—¡Hola Miguel! —exclamé sin mucho ánimo.
El primo de Sonia era uno de esos presuntuosos y de paso "babosos" que intentaba meterte mano al mínimo roce.
Efectivamente, antes de que pudiera reaccionar se abalanzó sobre mi en un abrazo "demasiado amigable" y noté sus manos en mi espalda y como intentaban deslizarse hacia mi trasero.
—Ejem —se escuchó de golpe acompañado de una sonora tos.
—Miguel... te presento a...
—Su prometido —irrumpió Bohdan.
—¡Así que eran ciertos los rumores! —exclamó—. Supongo que tu eres el príncipe alemán del que todo el mundo habla.
En es momento noté el brazo de Bohdan rodeándome por la cintura y sentir su mano cálida sobre mi propia piel hacía que se me acelerase el pulso en descontrol.
—No entiendo —respondió en alemán y supe que se hacía el ingenuo y me miró con cara de no haber roto un plato en su vida, porque seguro que había entendido perfectamente.
—¿Cómo dice? —preguntó entonces Miguel.
—No entiende del todo el español —me excusé por él.
—Claro, claro —contestó Miguel—. Bueno, me voy que aún me quedan por saludar a unos cuantos. Aunque después nos echaremos unos bailecitos tu y yo, eh —dijo guiñándome un ojo antes de marcharse.
«Ni en tus mejores sueños, querido» pensé.
—¿Era tu novio? —oí a mi lado y aún podía notar esa mano en mi espalda acariciando lentamente mi piel.
¡Oh dioses!, ¡Esto es no tener ninguna piedad de mi propio autocontrol!
—¿Mi novio? —reaccioné entonces.
—Si —confirmó—. ¿Ese tal Miguel era tu novio?
—¡Que va! —exclamé—. Es el primo de Sonia. —Y un pesado de tres pares de cojones a pesar de estar bueno, pero el chaval era una operación gamba en su totalidad.
*Operación gamba: Dícese del hombre que es más feo que un pie, pero tiene el cuerpo de un musculitos de gimnasio.
—¿Entonces por qué te ha guiñado un ojo como si tuvierais algún tipo de relación?
¿Soy yo o estaba intentando sonsacarme información por lo que podrían ser celos? No... era imposible... pero mi yo perversa quiso ser malvada.
—¿Importa acaso? —pregunté con cierta ironía.
—Supongo que no importa si forma parte de tu pasado —contestó cogiendo otra copa de vino.
—O de mi presente —atajé robándole la copa y llevándomela a mis labios.
—Te recuerdo que estamos casados —susurró cerca de mi oído.
—Y yo le recuerdo que no será por mucho tiempo —aclaré.
—Pero hasta que llegue ese momento te debes solo a mí, preciosa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.