No soy tu fan!

El sueño que tuve y logró que me despertara antes que la alarma sonara, me hizo comprender la magnitud de lo que Ihan provocaba hasta con su actuación, en la película estaba hermoso pero no exactamente mi sueño estaba dirigido a eso. Sus mensajes me dejaban divagando entre sus palabras y las analizaba cual colegiala, no podía dejar de pensar en él y era un poco injusto que fuera tan débil ante sus encantos, pero lo estaba logrando y para peor, antes de levantarme mi teléfono sonó con un nuevo mensaje suyo.

Buen día hermosa, espero haberte gustado más después de la peli, hoy salgo con unos amigos (ninguno que pueda llegar a invitarte a salir) y para que no te pongas celosa, quiero que vayas conmigo.

Sonreí negando y me levanté mientras escribía aprovechando que estaba en línea.

¿Qué parte de: NO QUIERO SALIR CON VOS no entra en tu cerebro? y la película es genial, lástima que apareces vos.

Salí de mi cuarto y abrí los ojos de par en par cuando vi a mi amiga Jennifer parada en la cocina. Ella gritó y corrió a abrazarme copiando mis acciones.

— ¡Juli!

— ¡¿Qué haces acá?!—chillé abrazando fuerte a mi amiga, ella se rió como mi tía quien me miró cómplice por encima de su hombro. — ¡¿Cuándo llegaste, de cómo viniste para acá?!

—Quería darte una sorpresa antes que terminara el verano.

—Me preguntó si podía venir a verte y no pude decir que no.

—Sí es una genia tu tía, me ayudó a sacar los pasajes y a mantener el secreto.

—Ay gracias tía, la extrañaba tanto. —llorisqueé volviendo a abrazar a mi amiga de Aluminé. Los chicos de la empresa eran todos muy amables y hacían que mi incorporación al trabajo fuera muy bueno, pero no comparaban con tener a mi amiga cerca, ella era mi mayor compinche y nos conocíamos hacía muchísimos años como con Mati, otro de mis amigos, si bien ambos estaban felices por mi logro de estar en Buenos Aires, no sabíamos cuándo nos volveríamos a ver, así que la sorpresa que me llevé de volver a tener a Jen cerca, fue hermosa.

Lo que más te gustó de esa película fue que yo esté, no me lo niegues, y no saldrías solamente conmigo así que no es nada raro, a las ocho paso por tu casa.

— ¿Por qué la sonrisa tonta, a quién conociste ya y no me contaste? —preguntó, yo me mordí el labio y ella abrió los ojos de par en par, se puso de inmediato de costado haciéndome reír por interés para que le contara. — ¡Julieta no me contaste nada!, ¡¿Con quién estás?!

—No estoy con nadie, es algo raro pero no estoy con nadie. —le advertí sentándome también de costado. — prometeme que no vas a decir nada, porque las únicas personas que lo saben somos él y yo.

—Ay sí ¿besa bien?

—Sí besa bien pero no me besó por lo que crees. —levanté una mano para que no me interrumpiera con su emoción, dentro de mí no quería contarle mucho pero iba a ser imposible no dar detalles. —Es importante que no digas nada porque...

— ¡Dale no voy a decir nada, hablá!

—Es Ihan... Ihan Khaled, para el que estoy trabajando. —le dije y abrió los ojos de par en par. —Sí te mentí, lo conocí y por eso empecé a trabajar para él, me besó pero no en las mejores condiciones, fue... por necesidad.

Ella gritó y yo salté asustada.

— ¡Ihan Khaled te besó!—gritó agarrándome de la remera para zamarrearme de la emoción, me reí y busqué callarla tapándole la boca con la mano.

—Callate loca que no puede saber nadie que quiere salir conmigo, bueno de hecho hoy me invitó a salir pero con unos amigos.

—¿¿Qué?! Ay por favor me muero, ¿puedo ir? ¡¿Vos tenés idea de lo que son las fiestas a dónde va ese chico?! ¡Por Dios Juli, es Ihan Khaled!

—Pero si voy le estaría concediendo salir y la verdad es que... no puedo hacerlo.

—Es una salida de amigos, no es para tanto.

—Él no lo va a tomar así, todo el tiempo me está invitando a salir y de verdad es complicado, quiero cuidar el trabajo porque está buenísimo y gano re bien, si salgo con él y no funciona perdería todo, sería incómodo porque trabajamos juntos y no puedo arriesgarme... es re lindo y me encanta pero en serio no me puedo arriesgar. —le expliqué con toda la sinceridad que podía al exponer mis miedos, ella bajó la hiperactividad e hizo una mueca al entender.

—Sí es complicado, pero te vas a arrepentir mucho cuando él se aburra de buscarte...

—Pero es mi trabajo.

—Y es Ihan Khaled, nunca se va a conformar.

—Espero que se aburra rápido entonces.

—Si, por lo menos antes que te empiece a gustar más.

—Sí. —murmuré, pero era muy tarde.