El avión aterrizó de nuevo en Buenos aires el lunes al mediodía, llegué casi muerta de hambre y mientras esperaba que mi tía me buscara, me acerqué a comprar a un kiosco algo para comer, el viaje había sido largo para mí y aunque aproveché a dormir un poco, tenía un dolor de cabeza que terminó de fulminarme cuando una chica en el local, se puso a chillar como si fuese chiquita y por lo que vi, tenía menos de doce años.
— ¡Ma por favor, viene con un poster grande por favor!—chilló con la revista Teen Vouge en donde Ihan salía en la portada, no me sorprendían sus gritos porque sus fans tenían esa costumbre de ponerse como locas y solamente era una revista.
—No hija, tenés millones de posters ya.
—Pero este es la última edición, por favor, mirá qué lindo salió.
— ¿Algo más señorita?—me preguntó la cajera, la miré después de haberme desconcentrado por los gritos y negué buscando mi billetera. —son cincuenta pesos.
—Hola ¿me cobras esto? —le dijo una chica por mi costado, se llevaba la revista de Ihan y mientras yo buscaba la plata, la cajera le cobró por tener el billete en la mano. Detrás de ella le di mi billete y agarré mis cosas sin poder dejar de ver lo insistente que estaba la nena con su mamá. — Ay vos...
La miré cuando me señaló la de mi lado y antes que pudiera comprobarlo, sonreí un poco incómoda y salí del kiosco para acercarme a donde había acordado con mi tía encontrarnos, cuando paré me di cuenta que la chica me estaba siguiendo mientras que en su mano tenía la revista, la miré por detrás de los anteojos ya que no comprendía su reacción.
— ¿Vos sos la amiga de Ihan no?—me preguntó, tragué al mismo tiempo que la chica que le insistía a su mamá iba enojada porque no le compraron la revista, pero al verme abrió los ojos de par en par.
— ¿Sos vos? ¡Mamá ella es la amiga de Ihan!
— ¿Sos Juli verdad?
—Sí. —respondí con una mínima sonrisa y asentí en saludo, la chica miró a su mamá emocionada.
— ¿Ay me puedo sacarme una foto con vos?—me preguntó la que estaba sola, fruncí el ceño y vi a la mamá de la otra acercarse, lo que me aceleró el corazón poniéndome más nerviosa.
— ¿Te podés sacar una foto con mi hija?
—Pero...
—Ay por favor. —me pidió la chica mientras configuraba su celular y directamente se puso a mi lado y sacó la foto sin dejarme reaccionar, la otra se acercó también y me abrazó un poco para que su mamá sacara la foto. —sos muy linda, me gusta cómo te vestís.
—Gracias.
—Si sos muy linda, ¿aunque tu novio no le pegó a Ihan no?
—Gracias y no, obvio que no.
— ¿Le podés decir a Ihan que lo amo? que lo sigo desde que tengo ocho y tengo trece ahora.
—Bueno le voy a decir. —le prometí asintiendo y ella chilló emocionada. — ¿cómo te llamas?
—Laura.
—Decile lo mismo de mí, me llamo Lourdes. —dijo histérica la que estaba sola y había comprado su revista. La mamá se rió sacándome a su hija de al lado y pude respirar cuando dejó de abrazarme.
—Gracias linda, mandale mis saludos a Ihan. —me dijo y se llevó a su hija exaltada, le sonreí y asentí, miré a la que se había quedado y quise reírme por su asombro.
— ¿Te puedo saludar?
—Eh... sí. —musité con la misma inseguridad que ella y se acercó para abrazarme, lo que me tomó por sorpresa pero la abracé también un poco confundida.
—Decile por favor que lo amo, es la razón de mi existir. —dijo y sonó un poco exagerado pero las adolescentes de verdad pensaban eso de sus artistas favoritos y no podía entenderlo, pero tampoco juzgarlo. —Lo sigo desde siempre
—Se lo voy a decir.
Ella se fue y yo me quedé anonadada, quería contarle a Ihan para reírnos y que él pudiera hacer algo por ellas, pero recordé que no habíamos hablado, prendí el teléfono para lo necesario y lo mantuve lejos de mi alcance, necesitaba desconectarme y aunque lo extrañaba muchísimo, las cosas estaban tensas como para ir directamente a contarle sobre sus fans.
Cuando llegué a mi casa enchufé el teléfono y tenía dos llamadas perdidas de la empresa, de él solamente había un mensaje y lo leí inmediatamente se actualizó. No te quiero molestar pero quiero saber si estás bien. Lo envió el sábado y desde entonces no llamó ni escribió más, lo que obviamente me volvía a poner en cómo nos habíamos despedido, si bien volver a la cama donde dormí con él la última vez me hizo bien por el recuerdo, no veía la hora que finalizara el día para comenzar el otro, ir a trabajar y verlo al menos para corroborar que también estaba bien, o eso intentaba como yo sin importar lo que pasaba entre nosotros.

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No soy tu fan!
Teen FictionPROHIBIDA LA COPIA Y/O ADAPTACI?N. HISTORIA REGISTRADA. No porque él sea una reconocida figura mundial del espectáculo, tenga dinero, fama y una deslumbrante sonrisa en la cara, las personas deberían alabarlo, después de todo era una persona normal...