Mientras esperaba que el video subiera, Ihan se sentó en una esquina del cuarto cerca de mí en el suelo, sus ojos se cerraron y no quise molestarlo hasta que la carga se completó y las fans no tardaron mucho en comentarle cosas lindas a su ídolo, lo que me hacía pensar que al menos algo bueno recibía de todo lo que estaba pasando en la interna de su vida privada. Lo dejé dormir un rato mientras ordenaba lo que habíamos usado y ponía a cargar las cámaras, faltaban pocos minutos para que lo buscaran y como no quería que nadie lo retara por quedarse dormido, lo intenté yo.
—Ihan. —lo llamé y no respondió, me acerqué hasta él y me agaché tocando su brazo levemente, lo que hizo que se sobresaltara y me mirara con los ojos cansados, se refregó la cara y se sentó mejor.
—Perdón ¿qué pasó?
—Nada, ya está. —le dije, asintió y se estiró un poco en el suelo, yo aproveché para sentarme a su lado. — ¿puedo hablarte un minuto?
—Sí.
—En realidad, quiero pedirte disculpas... por lo que te dije.
Negó levemente e hizo una mínima sonrisa.
—No importa Juli, ya sé que estás celosa. —dijo volviendo a ser ese Ihan que tanto me gustaba. Sonreí agachando la cabeza y asentí.
—Sí, lo dije de celosa y de la misma manera accioné, perdón.
—Me gustaría grabar esto. —bromeó, lo miré y me encontré con su sonrisa cansada pero que mantenía ese brillo tan propio. —no te remplacé, Blanca es una amiga de Ihan Khaled, no me interesa ella.
—Está bien, no tenés por qué explicármelo, lo entendí desde el principio pero no te puedo negar que algo me...tocó.
—Porque estás celosa. —afirmó, me reí y le pegué levemente en el brazo.
—No tonto, pero con respecto a lo de Kendal... salió de lo mismo.
—Sí, me di cuenta, me diste con lo mismo.
—No quería hacerlo, pero no sé qué me pasó...creo que es tanta la tensión que hay entre nosotros que mínima cosa que hagamos va a perjudicarnos a los dos Ihan.
—Nadie más que yo lo sabe, pero no sé qué hacer tampoco. —suspiró mirándome con la intensidad que lo definía, siendo tan transparente como siempre. —me gustas ya te lo dije, no quisiera meterte en este mundo y sé que de la única forma que eso pase es que vos no me quieras así, y yo aprenda a convivir con eso pero...
—Pero eso ya no es así Ihan, y lo sabés.
—No ayudarías con eso.
—Si te niego, me vas a seguir buscando y de una forma u otra voy a seguirte porque así me sale, pero si intentamos mínimo salir, sabemos que vamos a hacerlo otra vez, después otra, y otra hasta que llegue ese punto que no tenemos que llegar.
— ¿Por qué no, conmigo no podés tener la vida qué queres?
—No es eso. —murmuré y él apoyó la cabeza contra la pared mirándome con atención. —no es la que pensé y cuando lo hago, me da miedo.
—Si te tengo, me dolería mucho perderte por la vida que llevo.
—A mí también me dolería, por eso prefiero que lo que tenemos no se arruine.
Los dos nos quedamos callados sin decir nada, tampoco sabía qué decir, así que sin mucho que hacer apoyé mi cabeza en su hombro. No sabía qué significa la conversación, pero aunque rogaba que sea nada, por algo lo estábamos hablando. Después de largos minutos de estar en la misma posición, mis ojos se cerraron del cansancio y no dudé que él podía quedarse dormido también, pero su voz me devolvió a la realidad.
—Juli. —llamó y levanté la mirada para conectar con la suya. —yo no quiero cambiar lo nuestro, por favor, si llega a pasar algo entre nosotros... te prometo que no vas a estar en esa vida.
Su petición parecía desesperada, se puso de costado y yo llevé mis rodillas a mi pecho, sin poder sostenerlas porque él se abrazó a ellas y apoyó su mentón en mi rodilla, mirándome con la cercanía que eso conllevó.
—No voy a darle un fin a lo que nunca empezó, no me hagas vos lo mismo... por favor. —pidió y respirar casi su mismo aire no me afectó para mal, levanté mi mano y acaricié su hermosa cara, con las facciones tan decaídas que hasta parecía triste. Era de las primeras veces que compartíamos tan íntima cercanía y me gustaba, me gustaba mucho.
—Bueno... pero promete algo. —pedí antes que me contagiara su sonrisa, y asintió con la mirada.—que no pase más que dentro de estas cuatro paredes... no lo forcemos, seamos amigos y si pasa algo, los dos vamos a estar más preparados y listos para saber lo que queremos, si empezamos ahora nos vamos a aburrir fácil, no quiero eso.
Él asintió entusiasmado y yo no pude dejar de acariciarlo y sentir la suavidad de su piel. Era un hombre tan hermoso que ni viéndolo de cerca podía afirmar que era real, no lo parecía.
—No quiero que te vayas de nuevo.
—Mañana vuelvo.
—No es por eso, te están explotando Ihan.
—Ya sé. —hizo una mueca que yo llegué a aliviar con mis dedos.

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No soy tu fan!
Teen FictionPROHIBIDA LA COPIA Y/O ADAPTACI?N. HISTORIA REGISTRADA. No porque él sea una reconocida figura mundial del espectáculo, tenga dinero, fama y una deslumbrante sonrisa en la cara, las personas deberían alabarlo, después de todo era una persona normal...