抖阴社区

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Disgusting mangy.


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Los rayos del sol atravesaron las ramas del enorme y frondoso árbol provocando que los ojos de la joven debajo de este desviasen su mirada del libro que tenía en su regazo para observar cómo el pequeño adorno que colgaba de una rama reflejaba en distintos puntos los rayos, logrando una serie de luces a su alrededor.

Jesabella Barker jamás había preguntado acerca de cómo aquel objeto había llegado hasta aquel árbol, pero estaba segura que si lo hacía no obtendría respuesta, sus padres no eran fanáticos de contar historias que no tuvieran algún propósito en particular como el recalcar la pureza de la familia Barker o en otros casos lo deshonroso que resultaban otras familias con ciertos integrantes.

Denigrar a otras personas que no estuvieran a la altura de los Baker era algo que definitivamente Isobell Barker amaba hacer, muy a diferencia de Ella quien no podía sentirse más asqueada con eso, aun así, solo guardaba silencio y seguía escuchando a la matriarca de la familia.

Su mirada se desvió de aquel objeto en la rama solo para ver cómo un perro negro salía corriendo con su libro en su hocico, la fémina maldijo en voz baja antes de salir corriendo detrás del animal por entre los árboles.

— ¡Ven aquí maldito sarnoso! —gritó mientras esquivaba una rama del árbol, pero esto solo provocó que perdiera de vista al animal, sus pasos se hicieron más lentos hasta llegar a un claro, su cabeza giró en busca del ladrón, pero no había señales.

El sonido de las ramas moviéndose por el viento convirtieron al lugar en una tétrica escena de la que hubiese querido escapar rápidamente de no ser por qué fue interrumpida por otra persona.

— ¡Ella! —exclamó James Potter mientras sus manos tocaban los hombros de la chica y la asustaban, el grito que salió de entre sus labios hizo reír al culpable y a unos pasos de él también el ladrón de su libro.

— Te odio, Potter. —murmuró haciendo reír aún más al azabache de lentes— ¿Qué hacen aquí? Si alguien los ve estaré en problemas.

— Estaremos. —corrigió James ganándose que esta lo mirara mal.

— Además en algún momento vas a tener que enfrentar a tus padres. —dijo Black acercándose— ¿Cómo vamos a casarnos si no lo haces?

— Jamás me casaría contigo sarnoso. —espetó a la vez que le quitaba su libro y observaba las marcas de dientes en la pasta, segundos después el libro golpeó a los amigos.

— ¿Por qué me golpeas? —preguntó James.

— Como si no supiera que esto fue una idea conjunta. —musitó— ¿Cómo llegaron hasta aquí?

— Jamás revelamos nuestros secretos, preciosa.

— Al menos debieron traer a Remus con ustedes. —dijo ignorando las palabras del otro azabache.

— ¿Por qué? —cuestionó Sirius con el entrecejo fruncido, Ella sonrió y se encogió de hombros.

— Es lindo.

— ¡¿Lindo?! —exclamó y James rio.

— ¡Jesabella! —escucharon decir a lo lejos, la mencionada observó las ramas moverse y luego la imponente figura de Isobell Barker se hizo presente, la mujer observó a la menor— ¿Qué haces aquí?

— Y-yo...

— No tartamudees. —musitó. Ella inconsciente diera un paso para atrás y se encogiera en su lugar provocando que un gruñido se escuchara entre los arbustos.

— Perdón madre. —dijo rápidamente— Salí a dar una vuelta, buscaba... Un sitio para leer tranquila, la presencia de Holland me molestaba.

— Esa niña. —murmuró— Tenemos visitas, no seas descortés y apresúrate. —explicó— Y limpia tu ropa.

— Ahora voy, madre. —la mujer asintió y se fue por el mismo lugar, Ella se dio un golpe mental al recordar que los Malfoy estarían de visita, soltó un suspiro y se giró ante el sonido de alguna rama rompiéndose, la mano de esta se alzó y acarició la cabeza de James en su forma de animago— Deberían irse, los veré en unos días.

El ciervo movió su cabeza y desapareció entre las ramas, muy a diferencia del perro negro que se quedó sentado frente a ella a la espera de que también le mostrara alguna muestra de afecto, rodó los ojos y se puso a la altura del animal

— Eres un dolor de cabeza, Sirius Black. —murmuró mientras dejaba unas pequeñas caricias en el hocico y este lamía rápidamente la cara de la fémina— Sarnoso asqueroso.

Al ver como ambos amigos abandonaban el lugar ella también lo hizo, a la vez que se preparaba psicológicamente para soportar a Abraxas Malfoy y a su hijo Lucius. Con el poder de Voldemort siendo cada vez mayor la mansión de su familia se llenaba de fieles seguidores a la causa que él tenía; el purificar la sangre.

Jesabella no tenía los mismos pensamientos de la pureza de sangre, en sus primeros años de vida intentó borrar esa idea diferente a la del resto de su familia, pero al entrar a Hogwarts comprobó son sus propios ojos como aquellos de los que renegaban no eran como los pintaba, sin embargo, solo lo guardó para ella.

La estructura de su casa se abrió paso entre los árboles, dejando a la vista también al hijo de Abraxas, la menor agarró el libro con más fuerza mientras evitaba tener que hablar con el rubio platinado.

— No creí que fueras tan descortés. —habló atrayendo la atención de la adolescente más ella no se percató en presarle atención, al contrario, Ella solo lo vio de reojo.

— Lucius. —saludó y este sonrió con sorna.

— Tu madre me envió para escoltarte, dijo que leías, pero fue curioso como estabas con un perro.

— Creí que eras más educado y no espiabas a las personas. —musitó.

— ¿Qué ocultas Jesabella? —la mencionada se detuvo y sonrió de la misma manera en que él lo hacía.

— Métete en tus asuntos, Malfoy.



─ ✦ ─



Los ojos oscuros de Jesabella recorrieron con curiosidad el árbol genealógico frente a ella, era un lugar en aquella casa que evitaba ir por no observar cómo los nombres eran tachados, aquella tarde luego de que los Malfoy abandonaron la mansión una lechuza marrón apareció en la ventana del salón trayendo noticias.

El sello de la familia estaba impregnado en él siendo suficiente para que fuera lanzada al fuego sin ser abierta, pero Ella no tenía que preguntar y observar al remitente pues conocía perfectamente de quién era la lechuza.

Era aquella simple acción que la había llevado a pararse frente al árbol familiar para ver el nombre tachado de quién estaba segura era Alberth Barker, su tío. No podía recordar mucho de él mucho peor que fue lo que llevó a que su nombre fuera tachado.

— Jess. —dijeron atrayendo la atención de la fémina, la mirada de esta se enfocó en su hermana, Holland no pudo evitar observar también la pared de reojo unos segundos antes de que la voz de Jesabella desviará su atención.

— ¿Qué quieres? —preguntó.

— Mamá quiere que arregles tus cosas pendientes. —Ella se tensó ante la palabra pendientes.

— Le podrías decir que ahora voy.

Esta asintió con su cabeza y salió de la habitación, Ella volvió a poner su vista en la pared solo para ver también el nombre de Holland Barker tachado solo por quedar en Hufflepuff. 

Flicker ? Marauders EraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora